Las farmacéuticas deberán tuitear los efectos secundarios de sus medicamentos
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de estadounidense se mantiene a la espera de aprobación de nuevas normas de regulación del uso de las redes sociales. Entre ellas, se incluye un condicionante que llevaría a las farmacéuticas que usen Twitter para promocionar los beneficios sus medicamentos a publicar también sobre los efectos secundarios.
Por el momento esta normativa está a la espera de aprobación y, de cumplirse, se pondría en marcha en menos de 90 días. Entre las nuevas normas propuestas para la utilización de las redes sociales está la que nos ocupa en estas líneas. El sector farmacéutico, que como prácticamente todos los sectores profesionales utiliza Twitter, estaría obligada a tuitear sobre los efectos secundarios de sus medicamentos. Esto sería así, claro, en caso de que utilicen la red social Twitter para publicar sobre los beneficios de los mismos, en cuyo caso ningún efecto secundario podría escapar del conocimiento de sus followers.
¿Deberían replantearse las farmacéuticas utilizar Twitter?
De antemano, esta regulación enuncia que, si una compañía no es capaz de transmitir en un mismo tuit los beneficios y los riesgos de sus productos, entonces quizá debería reconsiderar utilizar Twitter para promocionar sus productos. Luego, de esto anterior, se entiende que la Agencia de Alimentos y Medicamentos da por sentado que en 140 caracteres se puede comprimir, nunca mejor dicho, toda la información sobre un «comprimido» -y, evidentemente, otras formas de medicamento-.
Como consecuencia de lo anterior, las alarmas han saltado alegando, desde todo tipo de medios, que «no es posible incluir todo el listado de efectos secundarios en un único tuit». Pero, ¿son demasiados los efectos secundarios, o son escasos los 140 caracteres que nos permite introducir un tuit? Sea como sea, lo fundamental en relación con este tema sería conocer si, para ello, se puede hacer uso de las imágenes. De esta forma, las farmacéuticas lo tendrían realmente fácil, puesto que el listado iría en una imagen. Ahora bien, si esta opción no se contempla en la nueva regulación, entonces es evidente que «no puede caber». Y tal y como se ha afirmado en relación con el tema, evidentemente limitaría la libertad de expresión. Ahora bien, ¿qué prima, la libertad de expresión o el conocimiento sobre los riesgos de un medicamento?