La llegada de las televisiones 4K es una realidad y son ya muchos los usuarios y clientes que quieren y desean este tipo de televisores que en pocas palabras llevan al extremo el concepto de calidad de imagen. Pero como era previsible el parque de modelos 4K no para de crecer y no es fácil encontrar modelos que realmente sepan aprovechar al máximo los réditos de esta tecnología.
4K
Antes de entrar en detalles conviene dejar claro que estamos ante un televisor de primera línea, donde los acabados, no digamos el diseño y por ende, el panel juegan al máximo nivel. Ya solo por fuera hay que ser de piedra para no rendirse ante el diseño del equipo que además dispone de un ángulo de visión de 176 grados. Como viene siendo norma en el mundo de la imagen, la peana, que sujeta firmemente el equipo con ocho tornillos, aporta al diseño mucho más de lo que podemos imaginar. En ese punto el labio de cristal traslúcido que recorre la parte inferior del equipo aporta también su valor al diseño. Un modelo de 65 pulgadas que dispone de unas dimensiones de 1,468 x 863 x 56 mm y reporta un peso total de 43 kilos con peana incluida.
Técnicamente este modelo es una pasada. Mucho más allá del 4K nativo a 60p, que ya es mucho decir, disponemos de detalles vitales para los amantes de la buena imagen. Uno de ellos es la compatibilidad con el estándar THX 4K ULTRA HD, que nos encontramos en los cines actualmente y el que hay poco qué decir sobre lo que nos puede aportar al ver una película en un salón o sala medianamente acondicionada. Este modelo es el primero del mercado que ha conseguido este certificado.
El panel
Todo se soporta sobre un panel 4K UHD con una resolución máxima de 3.840 x 2.160 píxeles (2.160p) con frecuencia de 60 o 50 fps. La entrada 4K a 50 y 60p va en un solo cable HDMI 2.0. que va en la parte inferior. Además del HDMI tenemos Display Port 1.2, otra entrada de vídeo de alta velocidad que se plantea como una alternativa al HDMI. Volviendo al panel decir que se trata de un LCD con retroiluminación LED cuyo motor de imagen, 4K Hexa-Processing, recibe mejoras gracias a un filtro Clear Panel Pro. En cuanto a las tecnologías de mejora de la imagen, encontramos Infinite Contrast Technology (para el contraste) e Intelligent Frame Creation 4K, que trabaja a 120 frames para suavizar y en definitiva mejorar la calidad de imagen. También dispone de Remaster Fine 4K que reproduce imágenes de 60 a 120 frames y Backlight Scaning a 2000 HZ para pulir la imagen en movimiento. No puede faltar en un modelo de tal calibre la opción 3D que aunque no ha triunfado en el mercado cuenta con sus seguidores. En este caso vienen dos gafas 3D activas, es decir de las que tiene pilas. No falta el punto ecológico en el modelo como este, con desconexión cuando no se usa el equipo, ajuste en función de la luz ambiental y detección de no señal de las fuentes conectadas a los HDMI.
El “motor” del Panasonic Viera TX-L65WT600E es un grupo de seis sintonizadores o tres triples como se quiera decir. Dos trabajan para la TDT HD, dos para el satélite y dos para las conexiones por cable. En términos prácticos lo que permite tener esa artillería de sintonizadores es grabar y reproducir contenidos en paralelo, hacer todo tipo de malabares con las fuentes de entrada, además de poder conectar a casi cualquier cosa que se acerque al televisor.
En cuanto a la conectividad tenemos WiFi, conexión Ethernet, 4 HDMI (recordemos uno 2.0 que soporta 4K), un Display Port 1.2, tres puertos USB, un uno de ellos 3.0. Desde este último podemos reproducir 4K, así como grabar directamente en ellos desde el Panasonic Viera TX-L65WT600E. Esa opción de grabación es extensible a lar tarjetas SD, SDXC y discos duros externos. En la grabación el procesador 4K Hexa-Processing juega duro y si bien no llega a grabar en 4K sin duda que se le aproxima bastante, lo cual es mucho decir.
El sonido también es un punto caliente por razones obvias. En este caso, tenemos dos altavoces de 75 mm. con una potencia de 18 Watios y sistema VR-Audio Pro Surround 2.1. Mientras hemos probado podemos decir que nuestra impresión es que potencia no le falta al televisor, al margen de los datos técnicos la impresión real es positiva. Eso sí, a medida que pasamos del nivel 30 o 40 sobre 100 se echa en falta un sonido más pulido. Dicho de otra manera, comprar un televisor como este y no dotarlo de un sistema de home cinema, una barra de sonido o unos altavoces de calidad es un crimen.
Usándola
En la práctica solo podemos decir que la calidad del panel es superlativa y más cuando tenemos 4K nativo. Creemos que la calidez de la imagen es alta con pérdidas de resolución mínimas. Ojo y muy importante con el tema del 4K, no caer el en típico error de guiarnos por los contenidos 4K en YouTube. Para empezar hay muchos tipos de 4K y no todo lo que se sube a YouTube dispone de la resolución 4K óptima y segundo, esta página de vídeos es lo que es, y al menos ahora no está plenamente capacitada para servir 4K con plenas garantías. Sin hablar de cómo puede influir la conexión de Internet que tengamos. Que conste que el televisor dispone de un descodificador 4K H.264 (MPEG4) preparado ex profeso para “tirar” de contenidos 4K desde Internet. Dicho esto hay algún que otro contenido que sí puede valernos, aquí os dejamos un enlace. No obstante lo mejor es sin duda, utilizar fuentes nativas de 4K o en su defecto tirar del canal del 4K que la propia televisión tiene en la zona de Apps. De verdad que con cualquiera de ellos podremos saborear de verdad de lo que es capaz este televisor que sencillamente se puede decir que está por encima, en calidad, de lo que pueden ofrecer la mayoría de los canales y fuentes de vídeo del momento.
Desde el punto de vista del manejo hay mucho qué decir. De hecho este es uno de los aspectos donde estos equipos aportar valor. Solo al encenderla vemos detalles de personalización que gustan, como el hecho de poder dar nombre a las pantallas del menú así como de poder poner de fondo de pantalla la imagen que nosotros queramos. Una herencia, podemos decir, informática, que gusta mucho. No obstante el punto diferencial es “Mi perfil Viera” que permite configurar varias páginas de inicio con accesos directos a contenidos, aplicaciones y favoritos. Es decir cada persona de una familia puede tener “su pantalla” para así hacer un uso más que personal del equipo cuando se pone delante de él.
En cuanto a los mandos, del convencional solo podemos decir que cumple a la perfección el patrón que le encomienda. Aún así la guía, la home y sobre todo las apps, tengan sus botones bien grandes al lado de los comandos de dirección que encontramos en el mando es todo un acierto y ayuda mucho en los primeros momentos. Otro detalle que nos ha gustado y por ejemplo viene muy bien cuando quieres navegar por la web es que los botones de colores del mando adoptan funciones clave del teclado, algo que de veras agiliza mucho su uso.
El mando más avanzado, el que dispone de una forma más futurista, la verdad es que muy pero que muy fácil de manejar. Diríamos que es más intuitivo que el mando convencional. Una vez vencido el miedo de los primeros momentos, es sencillo movernos por cualquier menú, ya que el pequeño panel táctil es una pasada como interpreta los movimientos de nuestros dedos. Además tenemos debajo, como si de un gatillo se tratase, de un botón que confirma la opción o app sobre la que estamos. Para los más informáticos, decir que si das dos veces sobre la zona táctil, el mando interpreta que aceptas la opción, como si de un ratón se tratase. Además integra el control vocal que nos parece que funciona bastante bien, como se puede ver en el vídeo que hemos hecho.
El tema de la vídeocamara no puede estar mejor resuelto. Está siempre oculta y solo aparece cuando alguna aplicación o prestación del equipo lo requiere. A la hora del reconocimiento facial por ejemplo, que nos plantea problema alguno. De esta manera no afecta al diseño externo del televisor y de paso nos quitamos de un plumazo los problemas de privacidad. Por raro que parezca este tema, el de la privacidad, ha hecho que algunos fabricantes hayan tenido que modificar el diseño de sus equipos, ya que en algunos países no gusta el hecho de que una cámara esté siempre mirando a tu salón. Sea como fuere no es el caso que nos ocupa, ya que la cámara solo aparece cuando se necesita.
Llegada la hora de las conclusiones podemos decir que estamos, sin lugar a dudas, delante de uno de los mejores modelos del momento. El diseño externo no es futurista, sí moderno y cuidado, muy en la línea que Panasonic busca con sus productos. En cuanto a la calidad de imagen decir que está en el top es poco. Solo cuando tiramos de 4K en YouTube (ojo con las anotaciones que hemos anteriormente) puede haber alguna alteración, pero ya hemos advertido de que el 4K de YouTube no siempre es 4K. En los temas a mejorar solo pondríamos como opción un buen home cinema o buen sistema de altavoces, ya que de potencia va sobrada la tele por muy grande que sea el salón, pero como también hemos dicho se nos antoja algo más cuidado. Su manejo es sencillo y altamente personalizable y el mando más avanzado además es fácil de usar. Todo ello con la voz y los controles gestuales como aliados. No podemos olvidar la app que nos permitirá manejar la tele desde la pantalla del móvil a las mil maravillas, todo con la opción de ver un canal en el móvil o tablet, mientras que la tele ofrece otro. En definitiva una televisión que se convierte en un compendio tecnológico de primer orden, muy humano, donde el manual de usuario no hace falta y donde todo se ve a través de un panel que pone el listón muy alto en temas de calidad.