El culebrón entre ONO y Vodafone continúa

El culebrón entre ONO y Vodafone continúa

Claudio Valero

La compra de ONO por parte de Vodafone está empezando a parecer un auténtico culebrón, con una trama enrevesada y movimientos a varias bandas. La cablera quiere subir el precio de la operación y guardarse un as en la manga con la salida a bolsa, mientras que Vodafone acelera para completar una compra con la que daría un golpe sobre la mesa.

El pasado viernes nos hacíamos eco de la noticia de que Vodafone había subido su oferta por ONO y llegado a un preacuerdo. Para la operadora británica, parece que el dinero no es un problema y más aún después de la venta de Verizon Wireless. Conscientes de ello, desde ONO tensan la cuerda para que la operación se cierre por más dinero del esperado en un primer momento.

Desde hace meses, ambas operadoras mantienen una interesante partida de ajedrez, que seguirá durante la semana que comienza mañana con diversos encuentros entre analistas y candidatos a consejeros independientes, pensando en una eventual salida a bolsa de la cablera española. Esta salida a bolsa, truncaría la venta de la cablera a Vodafone.

La fecha clave es el 13 de marzo, donde ONO tiene convocada una junta de accionistas para decidir si se sigue adelante con la oferta pública de suscripción (OPS). La operadora de cable planea mantener los planes de salida a bolsa intactos de cara a encarecer el precio de la venta de la OPV de Vodafone.

Vittorio-ColaoLos medios señalan la existencia de un pre-acuerdo

Varios medios han apuntado que Vodafone ha llegado a un pre-acuerdo con los principales accionista de la operadora de cara a que esta semana se inicie el proceso definitivo para presentar una oferta vinculante. Todo apunta que en caso de producirse esta oferta, debería estar en manos de los accionistas de la operadora el próximo miércoles, un día antes de la junta que será clave para el futuro.

La salida a bolsa, un arma de doble filo

La compañía mantendrá los planes de salida a bolsa hasta el final, un movimiento con dos claros objetivos. El primero de ellos el de subir el precio de la operación para intentar que Vodafone pague lo máximo posible por la compra de la empresa. En segundo lugar, una alternativa por si la operación no sigue adelante.