Google quiere aumentar el control sobre Chrome y solo permitirá extensiones de su tienda

Google quiere aumentar el control sobre Chrome y solo permitirá extensiones de su tienda

Lucas Cruz

Los usuarios no podrán instalar extensiones alojadas fuera de la Chrome Web Store. Tal y como han apuntado en la propia página, la versión 33, que se lanzará para finales del mes de febrero contará con esta novedad con la que buscan aumentar el control sobre el navegador.

Google ha anunciado que el cambio de política acordado en noviembre se verá reflejado finalmente con la próxima actualización de Chrome. Las medidas se centran básicamente en aumentar el control sobre las extensiones Chrome con las consiguientes mejoras en estabilidad y seguridad. Las novedades funcionan en la versión Beta, que ya está disponible y vendrán incorporadas en la versión estable.

Los usuarios sólo podrán instalar las extensiones alojadas en la tienda oficial Chrome Web Store con una pequeña excepción, aquellas que se instalen mediante la política de empresa o el modo de programador. Con esta medida pretenden que las extensiones fraudulentas que últimamente están invadiendo el mercado, utilizando el navegador como vía para crear bootnets y hacerse con el control de parte de los recursos de los equipos dejen de tener cabida dentro de Chrome.

En referencia a las extensiones que se instalaron previamente, Google informa que tampoco podrán ser habilitadas de nuevo, por lo que no importa que las tengas instaladas en la versión 32, no podrás hacer uso de ellas en la 33, aunque en esta ocasión e igual que antes, la excepción serán aquellas instaladas a través de la política de empresa y el modo de programador. Se espera que esta actualización esté disponible para finales de febrero.

Android-virus¿Podría servir de ejemplo para Android? Aunque parece complicado, la medida podría servir como banco de pruebas antes de actuar de manera similar en el sistema operativo para dispositivos móviles. Es conocido que uno de los puntos débiles de Android es la seguridad, y en gran parte, este déficit viene dado por la falta de control de Google sobre las aplicaciones que se instalan desde fuera de Google Play.

Se antoja como algo realmente difícil porque precisamente la naturaleza abierta de Android, encuentra en la variedad de aplicaciones oficiales y no oficiales una de sus riquezas, no sería descabellado imaginarse que en un futuro y ante el incremento de malware creado especialmente para Android, desde Mountain View se vieran empujados a tomar decisiones drásticas.

¿Qué pensáis vosotros sobre estos cambios?