Lenovo Yoga Slim 7 Carbon, el verdadero ultraportátil por fin ha llegado

Lenovo Yoga Slim 7 Carbon, el verdadero ultraportátil por fin ha llegado

8.7
David G. Bolaños

La gama Yoga de Lenovo siempre ha sido sinónimo de flexibilidad, ligereza, portabilidad y comodidad. Cuatro adjetivos que siempre han acompañado a la marca y que, quizás, con el Lenovo Yoga Slim 7 Carbon han alcanzado una nueva cota con algún que otro añadido que, ya podemos adelantar, lo coloca a la cabeza de las recomendaciones para quienes quieren un portátil compacto, ligero, potente y fiable.

Tras pasar unas semanas con el último miembro de la familia Yoga nos ha venido a la mente una palabra que, hace unos años, causaba furor en el mercado de la informática: los ultraportátiles. Quizás los que lleven ya un tiempo siguiendo la actualidad se acordarán de ese aluvión de ordenadores portátiles pequeños y compactos que se vendieron como pan caliente y que, tal y como llegó la moda, se pasó en un par de años. La razón no fue otra que, realmente, estos productos en realidad, sólo eran pequeños. Ni eran cómodos, ni potentes ni podían sustituir a nuestro ordenador principal.

Lenovo YOGA Slim 7

Llamar ultraportátil al nuevo Yoga Slim 7 Carbon de Lenovo no tiene, ni por asomo, esas connotaciones, porque en realidad es todo lo contrario. Es la encarnación del ideal que tuvieron muchos en la cabeza al hacerse con uno de estos productos. Si tú fuiste uno de ellos y aún mantienes la fe, sigue leyendo porque probablemente te la vamos a devolver. Y si no lo fuiste, acompáñanos también porque vamos a descubrirte el portátil más portátil de los que hemos probado.

 

Cómo aprovechar cada milímetro de un producto

La experiencia «compacta» del Yoga Slim 7 empieza desde la caja. Por nuestras manos pasan decenas de productos a lo largo del año y, con ellos, sus cajas. Y de repente, descubrir la de este dispositivo nos dejó realmente sorprendidos porque tiene el tamaño que esperaríamos para productos de menor tamaño como un tablet.

Lenovo YOGA Slim 7

¿Cuál es el secreto? Pues que Lenovo ha querido reducir el uso de espacios y cartones al máximo, por lo que al abrirla nos sorprendemos con la presencia del Slim Yoga 7 ocupando y aprovechando cada milimétro del espacio del packaging. Es algo diferencial y sorprendente. Evidentemente no tiene ningún tipo de repercusión en su rendimiento o características, pero nos va preparando porque es una declaración de intenciones.

Lenovo YOGA Slim 7

 

El portátil más compacto y ligero que hemos probado en los últimos tiempos

En la báscula, este Yoga Slim 7 Carbon alcanza los 970 gramos, en el selecto grupo de los portátiles de menos de un kilo y, eso, en la mochila se nota. Os lo decimos por experiencia ya que nuestro trabajo implica muchos desplazamientos.

Lenovo YOGA Slim 7

Esto es gracias a volver a heredar, como en la anterior generación, la fibra de carbono de la serie ThinkPad como material para su carcasa sumado al magnesio para su chasis. Lo que no sólo se deja notar en el peso sino también en una resistencia a prueba de profesionales o estudiantes que lo llevan consigo todo el día. La carcasa del Yoga Slim 7 resiste muy bien a cualquier roce y, si se le puede poner una pega, con lo que no se lleva tan bien es con las huellas dactilares que van dejando sombras según lo vamos usando.

Lenovo YOGA Slim 7

Y junto al peso, también se notan sus dimensiones con apenas 14mm de grosor, un largo de 300,98 mm y un fondo de 206,03 mm. No solo porque nos deja espacio para llevarlo con cualquier otra cosa en un bolso o maletín, sino porque lo convierte en uno de los portátiles más cómodos para utilizar en cualquier ocasión, en especial cuando no tenemos una mesa donde apoyarlo y toca llevarlo sobre las piernas.

Lenovo YOGA Slim 7

En las fotos siempre es complicado mostrar algunas de las sensaciones que nos ofrecen portátiles especiales como este Yoga Slim 7 y dadas sus dimensiones y peso, era difícil pensar en una comparación con otro ordenador similar… porque hablamos de un equipo que se acerca más a lo que mide y pesa un tablet… ¿y por qué no compararlo con uno?

Lenovo YOGA Slim 7

Aquí tenéis el Yoga Slim 7 comparado con un Lenovo Tab P10 con su carcasa magnética y teclado. Hay que pensar que estamos hablando que el Yoga tiene una pantalla de 13,3 pulgadas – que más adelante veremos en profundidad – también táctil y el tablet que hemos puesto al lado, son únicamente 10 pulgadas.

Lenovo YOGA Slim 7

Colocando uno encima del otro, podemos ver también como estamos hablando de un portátil de dimensiones realmente contenidas y, que evidentemente, es mucho más versátil a la hora de trabajar o estudiar que un tablet Android, aunque sea sólo porque lleva integrado Windows 11 y la plataforma Intel Evo que es tremendamente potente.

Lenovo YOGA Slim 7

Y antes de acabar, este Yoga no alcanza los 360º de rotación de pantalla. El ángulo que podemos obtener es de hasta 180 grados lo que significa ponerlo totalmente plano. Hasta ese límite, la ventaja es que podemos adaptar el ángulo a nuestra comodidad, porque no todos somos iguales y – seguro que algunos asienten cuando digamos esto – a veces te falta un grado más para tener el cuello cómodo con algunas pantallas. Con este equipo no pasa.

Lenovo YOGA Slim 7

 

Una pantalla muy especial

Vamos a detenernos ahora con la pantalla del Yoga Slim 7. Se trata de un panel AMOLED táctil IPS PureSight 2,5K (2560 x 1600) de 13,3 pulgadas y 400 nits – quizá su punto más discutible – con una relación de aspecto 16:10, frecuencia de actualización de 90 Hz, Dolby Video, con certificación TÜV Rheinland Low Blue Light. Ahora que nos hemos quitado la siempre aburrida lista de términos técnicos, vamos a ver que significa todo esto.

Lenovo YOGA Slim 7

Lo primero que se agradece es la capacidad que tiene la pantalla de este Yoga Slim 7 para aguantar los reflejos sin que molesten a la vista. Para un producto pensado para estar en movimiento eso es vital y, aunque siendo AMOLED se le puede atragantar un poco los momentos de mucha luz, los 90Hz de la pantalla compensan la experiencia, pudiendo trabajar sin mayor problema en casi cualquier situación.

Lenovo YOGA Slim 7

De los gráficos se encarga una tarjeta gráfica integrada Intel Iris X. Evidentemente no estamos ante un equipo que esté pensado para trabajos como una edición de vídeo profesional o para jugar con títulos de última generación, pero para todo lo que es entretenimiento multimedia estamos totalmente cubiertos para aprovechar la calidad QHD de resolución que tenemos en la pantalla.

Lenovo YOGA Slim 7

Lo especial, sin duda, es que estamos ante una pantalla táctil, lo que otorga a este Yoga Slim 7 una mayor versatilidad y, la posibilidad de abrirlo hasta 180º lo hace verdaderamente práctico para utilizarlo con un puntero.

 

Potencia Intel EVO

A pesar de esto que comentamos, es un portátil que lleva el sello Intel EVO, y esto nos garantiza un rendimiento excepcional. No ha habido ninguna aplicación ofimática – incluyendo hojas de Excel bien cargadas de datos o incluso el retoque fotográfico con Photoshop – que hayamos probado durante el análisis que haya supuesto problema. El equipo, con sus 16 GB de RAM – puede llegar a 32 GB – y su SSD de 1TB ha volado en todo momento dando cuenta de la potencia que ofrece tener en su corazón, en el caso de la unidad que hemos testeado, un Intel Core i7-1260P de 12ª generación.

Yoga pegatina Intel EVO

 

Pequeños grandes detalles que destacan en el Yoga Slim 7 Carbon

Podríamos seguir hablando de características de este Yoga Slim 7 pero, en realidad, ya hemos pasado por las principales así que llega el momento de entrar en esos puntos diferenciales del equipo y por los que es una de las opciones que, ya, os decimos que es recomendable.

Lenovo YOGA Slim 7

Vamos a pararnos un momento en el teclado. En unas dimensiones tan pequeñas no sólo tenemos un amplio teclado retroiluminado, para cuando hay poca luz, sino de teclas de tamaño completo y recorrido de 1mm incluyendo una para Intro también de tamaño 100%. Puede parecer un detalle nimio, pero si estas todo el día tecleando, es uno de los botones que más pulsamos junto con el de espacio y cuando se opta por uno que es más estrecho, suele llevar a equivocaciones en las pulsaciones. Por su parte, el pad para el ratón es amplio y cómodo, pero, como este Yoga Slim 7 tiene pantalla táctil, pierde algo de protagonismo ya que podemos interactuar para muchas acciones sobre la propia pantalla.

Lenovo YOGA Slim 7

 

Cámara web con botón para desactivar el obturador

En la parte superior de la pantalla aparece la cámara web HD con 720p. Quizás el elemento que se queda un pelín atrás de todo el equipamiento premium del equipo pero que, por otra parte, ofrece un amplio campo de visión y cuenta con sensor de infrarrojos, por lo que «sabe» lo que tiene frente a la pantalla para mejorar la experiencia y, sobre todo, las funciones de Windows Hello para reconocimiento facial.

Lenovo YOGA Slim 7

Ahora bien, en un marco tan fino y una lente tan pequeña, es difícil colocar ahí ninguna tapa protectora o accesorio para la privacidad. Para ello, Lenovo ha incorporado un botón lateral que nos permite desconectar el obturador electrónico, y que nos avisa al pulsarlo con un aviso en pantalla que el dispositivo se ha apagado para nuestra tranquilidad. Este equipamiento para las videollamadas se completa con un micrófono de matriz dual, competente y que permite mantener una conversación estable filtrando buena parte de los ruidos que tengamos alrededor, aunque no es su mayor virtud.

Lenovo YOGA Slim 7

 

Conectores y autonomía

Repasando los laterales del equipo, nos encontramos con pocos conectores, pero suficiente. A ambos lados cuenta con un USB-C, uno de ellos 3.2 de 2ª Generación y otro Thunderbolt 4 que ofrece una tasa de transferencia de 40 Gbps. Ambos cuentan con tecnología DisplayPort 1.4 para conectarlo a pantallas y podemos cargar la batería también, aunque uno de ellos es el que está especialmente preparado para aprovechar la carga rápida del cargador de 65W que viene con el equipo.

Lenovo YOGA Slim 7

Aproximadamente nos lleva una hora cargar la batería al completo y en las pruebas de uso que hemos realizado, si bien no hemos alcanzado las 13,5 horas de uso que prometen las especificaciones, podemos afirmar que aguanta de sobra una jornada de trabajo sin despeinarse ni necesitar carga. Calculamos que entre 9 y 12 horas de uso normal están aseguradas en diferentes escenarios y para usuarios diversos.

 

Audio excelente firmado por Harman

Seguimos repasando detalles, que no se ven, pero están ahí, como el Wifi6E, el estándar más alto de conexión inalámbrica hasta el momento – si tenemos un router compatible – o Bluetooth 5.1. Pero donde nos queremos detener ahora es en otra cosa que no se ve: el sonido. Afortunadamente, podemos enseñaros, al menos, los tremendos altavoces Harman que esconde en su parte inferior el Yoga Slim 7 y que cambian, totalmente, la experiencia frente a otros dispositivos de su misma gama.

Lenovo YOGA Slim 7

No tenemos que preocuparnos por la calidad del audio a la hora de ver una película o serie, o incluso poner Spotify para acompañar nuestra jornada. Sonido limpio, nítido, sin ese efecto «caja» que suelen tener los ordenadores pequeños con altavoces minúsculos. La experiencia con el equipo ha sido de 10 en este aspecto y, sobre todo, sorprendente de nuevo en un portátil de este tamaño que, además cuenta con Dolby Vision Atmos, es decir, un sistema de sonido envolvente que remata la experiencia creando una sensación de sonido tridimensional.

 

Las «patas» del Yoga Slim 7

Para finalizar, vamos a dar un detalle que pocas veces llama la atención. Y es que el Yoga Slim 7 se sustenta, cuando lo ponemos sobre una superficie primero, sobre unos soportes de goma especialmente estables y, con pinta, de duraderos.

Lenovo YOGA Slim 7

Evidentemente esto sería una prueba a largo plazo, pero nos ha llamado la atención de la estabilidad que otorgan y las buenas sensaciones que transmiten a la hora de mantener el equipo elevado unos milímetros de la superficie para dar espacio, precisamente, a los altavoces Harman para hacer su trabajo.

 

Conclusión y últimas consideraciones

El precio, sin duda, es un handicap en este equipo que parte de los 1599 euros, dependiendo de la configuración. Ahora bien, no por ello deja de ser menos recomendado porque es una de esas ocasiones en las que no estamos «gastando» sino invirtiendo en una herramienta de calidad y competente al más alto nivel. Un portátil compacto, potente y versátil, capaz de adaptarse a cualquier momento del día y con extras que lo hacen, como decíamos al principio, el verdadero ultra-portátil que llevamos más de una década esperando.

Yoga Slim 7 Carbon
Pantalla PureSight 13,3 pulgadas 2,5K
Procesador Intel® Core™ i7-1260P de 12.a generación
Memoria RAM 16 GB DDR5
Batería Hasta 13,5 horas
Sonido Altavoces Harman con Dolby Atmos Vision
Dimensiones 14,8 mm × 300,98 mm × 206,03 mm
Peso 970 gr

Lo mejor

  • Chasis de carbono y magnésio
  • Menos de 1Kg de peso
  • Intel Evo

Lo peor

  • Pantalla AMOLED con brillo limitado
  • Pocos conectores USB
Rendimiento
8.8
Ergonomía
9.5
Autonomía
8.2
Audio
8.7
Precio / Calidad
8.2

Puntuación global

8.7
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