Qué tipos de USB existen: ¿en qué se diferencia cada cable?

Qué tipos de USB existen: ¿en qué se diferencia cada cable?

Claudio Valero

USB no son más que unas siglas, que corresponden a ‘Universal Serial Bus’. Y es un bus de comunicaciones que sigue un estándar y define tanto los cables como los conectores y protocolos que sirven para la conexión, comunicación y alimentación entre ordenadores, periféricos y otro tipo de dispositivos electrónicos. Su desarrollo original se lo debemos a siete compañías tecnológicas entre las cuales están Microsoft, IBM o Intel –entre otras-, como resultado de una alianza de 1996. Pero, ¿qué tipos de USB existen?

La primera especificación completa del USB, es decir, el USB 1.0, se publicó en el año 1996. Sin embargo, no fue hasta el año 1998, con la llegada del USB 1.1 y su especificación, cuando se empezó a utilizar de forma masiva. Y ya en sus orígenes estaba pensado para la conexión de periféricos como teclados, impresoras o ratones, siendo desarrollado en sus orígenes por un grupo de empresas del sector que buscaban unificar la manera de conectar periféricos a sus equipos.

Y es que, en aquella época, existía poca compatibilidad entre Intel, Microsoft, IBM, Compaq, NEC, etc. De ahí que entre muchas de estas grandes empresas decidieran establecer una especificación que permitiese este tipo de compatibilidad. A estas alturas, evidentemente, el espectro de dispositivos que cuentan con conexión es muchísimo más amplio, empezando por los teléfonos inteligentes, y USB es utilizado como estándar de conexión de periféricos. Podemos conectar por USB pendrives, reproductores de música, altavoces, discos duros, cámaras web, cámaras de fotos y muchos otros dispositivos y periféricos.

Aunque los estándares y conectores USB no son lo mismo, sí que son importantes para determinar los tipos de USB existentes e interactúan entre sí. Forman parte del conjunto que se requiere para usar esta tecnología que no deja de evolucionar con el paso del tiempo, por lo que, aunque actualmente existen estos cabe esperar que pueda haber más en el futuro que nos permitan mayor velocidad, estabilidad de conexiones, seguridad y prestaciones adicionales. Vamos a comentar en qué consiste cada uno de ellos, qué tipos hay, para qué sirven o en qué se diferencian y además destacar otros que se salen de esta clasificación por ser diferenciadores de la marca.

La decisión entre uno u otro dependerá principalmente del dispositivo que estés utilizando, que es compatible con ciertos en concreto, además de lo que te ofrece cada uno de ellos. Los hay de diferentes precios teniendo la misma clasificación, por lo que también debemos fijarnos en su calidad. Aunque hay modelos baratos, pueden no ofrecer la misma calidad, durabilidad, garantías y confianza, por lo que se debe valorar este aspecto a la hora de la compra.

 

¿Para qué sirve el USB?

Este protocolo de conexión tan conocido, y que se diferencia en varios tipos, sirve para diferentes fines, entre los que debemos destacar:

  • Conectar diversos periféricos a cualquier dispositivo electrónico para intercambiar datos
  • Para conectar periférico a cualquier dispositivo, como ratón, teclado, webcam, altavoces, etc.
  • Para cargar la batería del dispositivo
  • Para desarrollar ciertas operaciones
  • Para las memorias USB para almacenar documentos
  • Para guardar aplicaciones portables o sistema operativo en memorias o dispositivos USB

Como podremos ver a lo largo de este artículo, USB es el puerto de conexión, aunque en muchas ocasiones se utiliza para nombrar a las memorias USB que solemos utilizar para diferentes fines y que se conectan con este protocolo. Sin embargo, no son lo mismo. Los pendrives, o memorias USB, cuentan con una memoria que se usa para almacenar y transportar datos.

Esta puede ser de diferente capacidad, de 1 GB a 1 TB. Cuanta mayor capacidad, a mismas características y marca, mayor es su precio, habiendo algunas que no son accesibles al consumidor habitual. Los pendrives se conectan a un puerto USB, y el USB es la tecnología que lo permite. A continuación, te explicamos en profundidad las diferencias sobre los distintos tipos de USB que puedes encontrar en el mercado.

memoria usb

 

Estándares de USB

Entre los tipos de USB podemos hacer distinción por el estándar, o por la especificación. En función de la clasificación contaremos con una u otra velocidad de transferencia de datos. Es importante diferenciarlos de los conectores, de los que hablaremos posteriormente, siendo uno de los más recientes y utilizados en la actualidad el C (pero hay A, B, C y sus versiones micro).

VersiónVelocidad
USB 1.01.5 Mbps
USB 1.112 Mbps
USB 2.0480 Mbps
USB 3.04,8 Gbps
USB 3.1 Gen 15 Gbps
USB 3.1 Gen 210 Gbps
USB 3.220 Gbps
USB 4.040 Gbps
Thunderbolt 340 Gbps
Thunderbolt 440 Gbps
 

USB 1.0

Es el tipo de estándar más antiguo, aunque lo cierto es que hasta la versión 1.0 se pasaron por algunas versiones previas como la 0.7, 0.8 o 0.9. De cualquier forma, es el estándar USB de menor velocidad, como podemos ver en la tabla anterior y era utilizado en ciertos periféricos como ratones, teclados, etc. A día de hoy está obsoleto.

A pesar de la tasa de transferencia es un estándar que se hizo muy popular por la facilidad de conexión entre dispositivos y la posibilidad de transmitir datos y energía con un solo cable, todos estos aspectos eran la novedad del momento. Concretamente, su tasa de transferencia es de hasta 1,5 Mbit/s (188 kB/s), y es utilizado sobre todo en interfaces humanas como los teclados, los ratones o las webcams.

 

UBS 1.1 y 2.0

Aumentó considerablemente la velocidad de transferencia de datos con respecto a la versión USB 1.0, pero realmente supuso un gran cambio la llegada de USB 2.0. Es el estándar más extendido, a pesar de que el USB 3.0 introdujo una velocidad diez veces superior y, además, llegando a los 4,5 W para la alimentación. Esto es gracias, entre otras cosas, a la llegada de los cinco contactos frente a las dos líneas del USB 2.0, que se quedaba en 2,5 W. Ofrece una tasa de transferencia de hasta 480Mbps y dispone de cuatro líneas, dos para datos y las otras dos para alimentación.

Una vez se instaura como conexión estándar el USB los usuarios comenzaban a reclamar mayor velocidad en la transmisión de datos (USB 1.1 multiplica por 8 y 2.0 x320 la velocidad del USB 1.0) y más potencia para la alimentación puesto que algunos dispositivos no eran compatibles con los 2,5W que suministraba la versión anterior. Si nos fijamos en las clavijas de conexión suelen ser de color blanco o negro. Gracias a este nuevo estándar se pudieron conectar otro tipo de dispositivos como discos duros externos, webcams o equipos multifunción, impresoras y escáneres, gracias al aumento de la velocidad de transmisión de datos y de la alimentación.

 

USB 3.0

También conocido como Velocidad superalta (3.0) ofrece una velocidad de transferencia de hasta 10 veces mayor que el USB 2.0 debido a que se incluyeron 5 contactos adicionales. A día de hoy, son muchas las placas base y portátiles que cuentan con puertos USB 3.0. La diferencia con la velocidad de transmisión de datos es abismal. El puerto USB 3.0 permite la transferencia de archivos pesados como películas, series, o imágenes de software en poco tiempo.

El conector del USB 3.0 es de color azul para diferenciarlo de los anteriores. Lo mismo sucede con los puertos, se intercalan el uso de ambos tipos de puertos (2.0 y 3.0) en muchos de los dispositivos. Podemos utilizar un dispositivo en un puerto diferente pero no estaremos aprovechando todo el potencial. Si utilizamos un dispositivo con conexión USB 2.0 en un puerto 3.0 solo disfrutaremos de una tasa de transferencia de hasta 480 Mbps como marca el estándar. Si por el contrario usamos un dispositivo con la versión 3.0 en un puerto anterior nos veremos limitados al uso con velocidades de generaciones anteriores. Con estas tasas de transferencia y alimentación es posible conectar otro tipo de dispositivos que aprovechan todo el potencial como los discos duros externos en televisores o la transferencia de archivos muy pesados entre distintos tipos de dispositivos.

 

USB 3.1 y 3.2

Son los denominados Velocidad superalta + (3.1 y 3.2) y son capaces de ofrecer una velocidad de transferencia de 10 Gbps y 20 Gbps respectivamente. Este último estándar, USB 3.2 fue presentado hace poco más de un año y se espera que antes de acabar este año podamos ver los primeros periféricos que lo soporten.

Con el lanzamiento del USB 3.1 por parte de la USB-IF (asociación de la que son miembros Intel, Microsoft, HP y Apple) se lanzó también el conector reversible de Tipo C del que hablamos más abajo. Esta variante ofrece una potencial de alimentación de 2A sobre 5W y en algunos casos hasta 5A sobre 12V (60W) o 20V (100W) de manera que ya se podían alimentar con este estándar los ordenadores portátiles. 

 

USB 4: hasta 40 Gbps

USB4 está basado en la especificación del protocolo Thunderbolt 3 que Intel donó. Gracias a ello, el estándar ha podido mejorar con respecto a la especificación anterior. Entre las mejoras encontramos que ahora se puede duplicar el ancho de banda, pudiendo alcanzar velocidades de hasta 40 Gbps. Para ello, será necesario usar dables de doble vía, debiendo tenerse varios canales simultáneos de datos y de vídeo para sumar ancho de banda. Eso sí, no todos los cables alcanzarán esa velocidad, ya que dispositivos con USB 4 puede que se queden en velocidades de 10 o 20 Gbps.

Por suerte, la velocidad que ofrezca un cable no podrá ser inferior a esos 10 Gbps, que es la máxima velocidad de USB 3.1 Gen 2, aunque no se podrá saber qué cable es compatible con cada velocidad de un simple vistazo. Será necesario mirar las especificaciones al detalle para ver qué velocidad puede alcanzar ese cable en concreto. Cualquier cable dual-lane USB 3.2 soportará 20 Gbps, pero para 40 Gbps lo más seguro es que haya que comprar cables más caros.

Al igual que ocurre con memorias USB que usan el estándar USB 3.1, esos 10 Gbps (1,25 GB/s) no se alcanzarán en todos los dispositivos, ya que esa velocidad depende también del propio dispositivo. Una memoria USB no puede alcanzar esas velocidades, lo cual le ocurre también a la mayoría de SSD externos.

El protocolo es retrocompatible con los estándares anteriores, incluyendo USB 3.2, USB 3.0, USB 2.0 y Thunderbolt 3, aunque tendrá que ser mediante dongles si usas el conector no reversible. USB4 sólo podrá implementarse en conectores USB C, ya que estos son los únicos que soportan USB Power Delivery, el protocolo de carga inteligente que gestiona la velocidad de carga de los dispositivos que conectemos.

 

Tipos de conectores USB

Además de las distintas especificaciones, existen diferentes formatos de USB. Las características físicas del conector vienen dadas por este formato que puede ser Tipo A, Tipo B. Tipo C, Mini A, Mini B, Micro A o Micro B. Pero, además, estos formatos hay que ‘combinarlos’ con las diferentes especificaciones en que están disponibles, de modo que como resultado tendremos todos los tipos de USB que existen o han existido anteriormente.

Por los ordenadores y los teléfonos inteligentes, y sus periféricos y accesorios, los más extendidos son los USB Tipo A en su especificación 2.0, así como el Micro B en su especificación 2.0. Ahora, sin embargo, se ha estandarizado el USB Tipo C entre los dispositivos móviles y sus periféricos y cada vez más dispositivos lo están adoptando como conector. Las ventajas en cuanto a velocidad de transferencia y capacidad de alimentación son indudables, pero también es más práctico porque es un conector reversible. Cada uno de tus dispositivos, aparatos o equipos se corresponden con un tipo de conector en concreto y solo funcionan con este o con algún adaptador.

Formato Especificación Esquema
Tipo A 1.0 – 2.0
Tipo A 3.0 – 3.1
Tipo B 1.0 – 2.0
Tipo B 3.0 – 3.1
Tipo C 3.0 – 3.1
Mini A 1.0 – 2.0
Mini B 1.0 – 2.0
Micro A 1.0 – 2.0
Micro B 1.0 – 2.0
Micro B 3.0 – 3.1
 

Tipo A

Es el estándar que encontraremos en la mayoría de los cables USB y puede ser utilizados con los estándares USB 1.0, 2.0, 3.0 y 3.1. Ahora bien, los conectores con el estándar 3.0 se diferencian por contar con una pestaña interna. Dentro del tipo A, podemos encontrar el de mayor tamaño, la mayoría de los cables que se conectan a los puertos de un ordenador o portátil, tamaño «mini» utilizado principalmente en las cámaras digitales o el tamaño «micro» que es el que usan gran parte de los teléfonos móviles para cargar en el extremo que se conecta al dispositivo.

Este tipo de conector es el más utilizado en los adaptadores de corriente para cargar todo tipo de dispositivos en el extremo del cable que se conectar al adaptador. El otro extremo dispone del estándar necesario para cada dispositivo. Es el primer tipo de puerto USB que apareció en el mercado y, por tanto, el más veterano, para las versiones 1.0 y 2.9 estos tenían una línea en blanco, pero a partir de la versión 3.0 se adoptó el color azul para diferenciarlos de las generaciones anteriores. El enchufe USB-A de cualquier versión encajará en el receptáculo Tipo A de cualquier versión y viceversa.

 

Tipo B

Es el tipo de USB utilizado para la conexión de impresoras o escáneres, de ahí que también se le conozca como USB de impresoras. Su forma es bastante más cuadrada que la del tipo A y podemos decir que hay dos subtipos distintos, el habitual para los estándares USB 1. y 2.0 y otro con una forma algo distinta y una pestaña en su interior para el USB 3.0. Los conectores Tipo B en USB 1.1 y 2.0 son idénticos, por lo que el enchufe Tipo B de una versión encajará en el receptáculo de ambas versiones. Sin embargo, USB-B 3.0 viene en una forma diferente y, por lo tanto, no caben en los receptáculos de las versiones anteriores.

Es el tipo de conexión típica para dispositivos que trabajan con archivos multimedia o transmisión de imágenes como pueden ser cámaras de fotografía o vídeo de la época en que se popularizó este tipo de puertos. También hace uso de un conector de 4 pines con la misma configuración exacta. Los tipos de puerto USB A y B cambiaron la configuración añadiendo pines adicionales en la parte posterior del mismo. Añadiendo dos de ellos para la transferencia de datos, SSTX- y SSTX+ y otros dos para la recepción de datos, SSRX- y SSRX+ ampliando con ello la cantidad de datos que se transmiten por ciclo de reloj.

 

Tipo C

Es el tipo de USB más actual y se caracteriza por ser reversible, es decir, a diferencia con los tipos mencionados anteriormente, lo podemos conectar tanto de un lado como del otro sin ningún problema. Algo que no podemos hacer con ninguno de los cables USB Tipo A y sus variantes ni tipo B.

Además, es uno de los estándares que permite mayor potencia de alimentación y velocidad de transmisión de datos, de tal manera que es idóneo para ordenadores portátiles porque permite todo lo mencionado con un solo cable. El USB Tipo C apareció por primera vez con la tercera generación del estándar y, por tanto, no tiene versiones 2.0 y anteriores.

Actualmente hay ocho tipos de cables USB C definidos en función de dos criterios: el tipo de estándar usado para transmitir las señales, y la cantidad de corriente que pueden transportar. Del primero tenemos cuatro tipos: USB 2.0, USB 3.2 Gen 1, USB 3.2 Gen 2, y Thunderbolt 3. Del segundo tenemos dos variables por cada cable, con 3 y 5 A cada uno.

Por ello, se propone que cada cable tenga un color diferente en la punta dependiendo del estándar utilizada, y una o dos rayas negras en función del amperaje. Los colores, identificables incluso por personas con daltonismo, quedarían de la siguiente manera.

Por si fuera poco, en los próximos meses llegará USB C 2.1, un nuevo estándar de conectividad que va a introducir nuevos cables capaces de soportar potencias de carga de hasta 240 W, frente a los 100 W que soportan los actuales mediante PD. El aumento de potencia permitirá cargar por ejemplo portátiles gaming con un cargador más compacto y cómodo de transportar. También puede valer para monitores de alto rendimiento, o incluso ordenadores de escritorio completos como el iMac.

También encontraremos nuevos cables Thunderbolt 4, por lo que podríamos pasar a 10 e incluso 12 estándares definidos distintos si se vuelven a tener cables de dos tipos de 3 y 5 amperios. Con USB 4, en principio, se podrán usar los mismos cables que con Thunderbolt 3, al ser básicamente el mismo estándar, pero con distinto nombre.

La ventaja que tiene USB C en todos estos casos es que los cables son «inteligentes», y siempre se van a adaptar a las capacidades que permita el factor que más limite, ya sea el cable o el dispositivo. Si usamos un cable Thunderbolt para el móvil, éste podrá soportar probablemente la capacidad de carga sin problema. Sin embargo, si intentamos cargar un MacBook con un USB C de los chinos, es probable que no llegue ni a iniciar la carga.

A pesar de esa seguridad adicional, es importante que se simplifiquen los cables USB y se puedan identificar con mayor facilidad.

 

Mini USB

Mini USB A y B son las versiones más pequeñas de los conectores Tipo A y B. Se utilizan en dispositivos más pequeños para ahorrar espacio como teléfonos móviles, cámaras portátiles, etc. Vienen en la variante de cuatro pines y cinco pines y solo están disponibles en velocidades USB 1.1 y 2.0.

Este es uno de los conectores USB que ha quedado en desuso por el hecho de que se utilizan otros conectores, como es el caso del USB tipo C. Pero en su momento estuvo bastante extendido su uso entre muchos dispositivos, como cámaras, navegadores de GPS, teléfonos, etc.

 

Micro USB

Los micro USB A y B también se utilizan para minimizar el espacio en los dispositivos. Estos puertos suelen estar disponibles en dispositivos como tabletas y teléfonos inteligentes. Vienen en dos configuraciones, una para USB 2.0 y otra para USB 3.0 y posteriores.

En este caso, es una versión todavía más reducida de los mini USB. Además de que se encontraban principalmente en dispositivos móviles. Este era el estándar que estuvo durante años como principal opción entre los fabricantes. Sin embargo, pasó a un segundo plano a favor del USB tipo C, que ya se utiliza como el estándar universal para los conectores de los dispositivos.

 

Conectores de dispositivos móviles Apple

Los dispositivos móviles de Apple nunca han usado el estándar USB en ninguno de sus modelos. Apple se ha decantado por dos interfaces propias. Hablamos del conector dock y el conector Lightning.

 

Conector dock (conector de 30 pines)

El conector dock es la interfaz usada por los primeros dispositivos móviles de Apple para conectarse a otros dispositivos y así sincronizar datos y recargar la batería. La velocidad de transferencia de datos es de hasta 10Gb/s. Este conector es común en todos iPod y los primeros iPhones. En el caso de los dispositivos iPhone el último modelo en incluir este tipo de conector fue el iPhone 4S. Y el último iPad en usar este tipo de conexión fue el iPad de cuarta generación.

Cuenta con 30 pines. Aunque aún podemos ver algunos en el mercado, se han sustituido por el Lightning que tiene 8 pines. También existen adaptadores para conectar a equipos más antiguos o con este conector como cargadores, altavoces y otros. Apple y terceros fabricantes disponen de adaptadores los tipos de conexión Lightning y Dock con el fin de poder facilitar este uso de dispositivos entre familias de dispositivos con diferente conector.

 

El conector Lightning

El conector Lightning sustituyó al conector Dock a partir del iPhone 5, el iPod Touch a partir de la sexta generación y el iPad a partir de la cuarta generación. La principal diferencia es que pasó de los 30 pines a 8 para reducir sus dimensiones en un 80% y hacerlo idéntico por ambos lados para no tener problemas al conectarlo. La velocidad de transferencia de datos es también de 10Gb/s, por lo que en este aspecto no ha mejorado, sí en otros. No es compatible con modelos anteriores de Apple, aunque existen conectores.

Este cable de transferencia de datos y de corriente que ha sido creado por Apple para sus dispositivos no destaca por ser barato, pero sí por su calidad. No rec0mendamos usar modelos compatibles, aunque puedes hacerlo. Los hay de diferentes dimensiones. Además, debes saber que es compatible con todos los modelos de iPhone posteriores al 5, con el iPod nano de 7ª generación, con los iPod touch de 5ª, 6ª y 7ª generación, con los iPad Mini de 1ª,2ª,3ª,4ª y 5ª generación, con todos los modelos de iPad Pro, con los iPad Air de 1ª, 2ª, 3ª y 4ª generación y con los iPad de 4ª, 5ª, 6ª, 7ª, 8ª y 9ª generación.

Viene con un conector tipo A en un lado y un conector Lightning delgado en el otro, que es casi un 80 % más pequeño que el conector de 30 pines de Apple. Y al igual que el cable Tipo C, también es completamente reversible. Además de cargar el dispositivo, también podemos usarlo para cargar y descargar videos, fotos, música, películas, etc. También se usa en los auriculares de Apple mediante un adaptador de lightning a auriculares.

 

USB-C en iPhone

Apple, desde los iPhone 15, se unió al estándar USB-C para sus teléfonos. Y todo porque, la directiva 2022/2380 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea fijó la obligación de este puerto USB como cargador universal a partir del 28 de noviembre de 2024. Por esto mismo, la marca estadounidense no tuvo más remedio que instaurar este puerto y sustituir el puerto Lightning para sus iPhone.

Aunque, los teléfonos de la manzana mordida no disfrutan del mismo USB tipo C. Por ejemplo, con el estreno de los iPhone 15 se fijó diferencias entre sus puertos. Los iPhone 15 Pro y Pro Max tienen un puerto que es compatible con USB 3.1, mientras que los modelos iPhone 15 y la versión Plus vienen acompañados de un puerto compatible con USB 2.0. Por lo que la velocidad de transferencia de datos varía, USB 2.0 con hasta 480 Mbps y USB 3.1 con hasta 10 Gbps de velocidad.

puerto USB iPhone 15

 

Adaptadores USB

Con la cantidad de sistemas de conexión que tenemos hoy en día, tener distintos tipos de adaptadores nos pueden ayudar mucho llegado momento en el que no tengamos el conector correcto. Los adaptadores nos otorgan muchas ventajas como puede ser la utilidad. Podemos necesitar conectar un tipo de conexión por USB, pero no tengas el cable adecuado, pues con un adaptador podrías hacerlo sin ningún tipo de problema.

Otra ventaja sería cuando tiene un adaptador múltiple, es decir, uno que vale para varios tipos a la vez, algo que es realmente positivo porque la versatilidad que otorga es realmente muy alta. Por último, debemos señalar que su tamaño es normalmente bastante pequeño y que encima no son nada pesados, por lo que los podremos llevar a cualquier lugar que queramos sin preocuparnos. Dentro de estos adaptadores tenemos varios tipos, pero los más interesantes son:

 

Adaptadores múltiples

Son aquellos que tienen varias funciones distintas, varios puertos para poder usar. Esto se puede dar que en un USB tengamos varios puertos HSMI, VGA u otros puertos USB, todo combinado para funcionar al mismo tiempo. La limitación en el número de puertos y conexiones las ponen los propios fabricantes, ya que hemos visto algunos con dos hasta algunos con once o más. Este tipo de adaptadores USB nos sirven por tanto como un comodín al que recurrir en multitud de ocasiones. Son, por lo tanto, los más versátiles y completos si nuestra intención es tener uno solo de estos adaptadores en lugar de uno para cada función que vaya a cumplir.

En este grupo entraría, por ejemplo, un USB que contenga varios puertos como HDMI o VGA. Este tipo de adaptadores son por tanto especialmente útiles si disponemos de escasos conectores en nuestro equipo y necesitamos duplicarlos o, simplemente, si no queremos comprar un adaptador para cada uno de sus cables.

 

Adaptadores de USB a Tipo C

Estos son bastante necesarios hoy en día, puesto que sabemos que ya un buen número de smartphones, tablets y otros dispositivos tiene el Tipo C como su tipo de conexión, pero aún existe mucha gente con el anterior micro USB o USB directamente, por lo que tener un adaptador para el nuevo estándar es algo que consideramos bastante necesario. Una ventaja a tener en cuenta es su pequeño tamaño que nos permite llevarlos siempre en el bolsillo ya que apenas ocupan espacio.

Son por tanto útiles para transferir datos desde cualquier dispositivo a un teléfono móvil. Además, la mayoría de estos adaptadores no requieren de cables, lo que potencia su portabilidad. Esto es precisamente un arma de doble filo ya que, al ser tan pequeños, corremos más riesgo de perderlos, por lo que es recomendable tener varios por casa.

 

Adaptador USB a HDMI

Este tipo de adaptadores puede servirnos para contar nuestro ordenador a la televisión, a un monitor o una pantalla aún más grande. Pero no solamente un USB normal, sino también USB Tipo C a HDMI nos puede ser de gran ayuda y más cuando existen muchos ordenadores ultrafinos que tienen este tipo de conectar como el estándar, olvidándose de los USB A, porque no tiene sitio para ponerlos.

Su precio suele ser además reducido, y es que por menos de 20 euros podemos encontrar adaptadores de este tipo. Debemos recordar que este dispositivo nos permitirá prescindir de Chromecast, y podemos consultar su disponibilidad en cualquier web que venda este tipo de dispositivos, como Amazon.

 

Adaptador de tarjetas

Otro tipo de adaptador de USB puede ser para que podamos incorporar un lector de tarjeta a un ordenador, por ejemplo. Podremos tener para que pueda leer todo tipo de tarjetas desde un SD hasta una microSD. Además, también puede ser un USB de tipo C que se transforma en un lector, algo que puede ser muy necesario para los laptops que tenemos hoy en día en el mercado.

En caso de que el ordenador o dispositivo que estemos utilizando no disponga de lector de tarjetas SD o microSD, nos podemos hacer con una suerte de pendrive en el que introduciremos la tarjeta y desde el que podremos leerla en el aparato. Antes de utilizarlo, nos debemos fijar en que tenga el puerto que vamos a necesitar, ya sea para utilizarlo con nuestro teléfono móvil o con nuestro ordenador personal.

 

Adaptadores para iPhone

Los teléfonos y dispositivos móviles de Apple cada vez están más presentes en nuestra sociedad. Pese a sus precios, lo que antes era un bien reservado para aquellos con un poder adquisitivo mayor, cada vez se ha ido convirtiendo en algo “asequible” para todos gracias a las ofertas, promociones y facilidades de pago de las compañías. Pero el caso es que la hegemonía del PC en cuanto al uso de ordenadores tanto a nivel doméstico, como laboral y educativo sigue siendo incuestionable. Es por esto que el uso de adaptadores para poder utilizar los iPhone, MacBook, iPad, etc. con los estándares USB o ethernet son muy habituales.

Una de las opciones más comunes que podemos encontrar en prácticamente cualquier tienda online y física que se dedique a vender este tipo de productos, son los adaptadores de Lightning a USB estándar o USB-C. En este caso se trata de adaptadores para poder conectar dispositivos que funcionan por medio de USB a los que tengamos con entrada tipo Lightning. Y, como no podía ser de otra manera, la marca de la manzana también tiene adaptador de USB tipo C a Lightning, tras sustituir el puerto de carga por un USB tipo C a partir de los iPhone 15.

Se utiliza mucho por ejemplo para transferencia de archivos con un PC, ya que podemos usar un cable USB (macho/hembra), y con este adaptador establecer una conexión con nuestro iPhone. También tenemos cables que realizan directamente esta función, siendo un extremo Lightning y el otro USB o USB-C. Encontramos también adaptadores para carga, para audio con un extremo Lightning y otro tipo jack. Los podemos encontrar con múltiples entradas y salidas, individuales, e incluso encontramos adaptadores para pasar el conector Dock de 30 pines de antiguos dispositivos de Mac como el iPod o versiones antiguas del iPhone, a cualquier otro tipo de USB.

 

USB a Ethernet

Por último, podemos tener en nuestro poder un adaptador que nos permitirá poner Internet por medio de cable en un ordenador o incluso en una Smart TV, aunque es raro que ya no traigan un puerto Ethernet propio. Además, debemos fijarnos en la velocidad soportada antes de utilizarlo. En cualquier caso, este tipo de hubs es uno de los mejores que podemos tener a nuestra disposición.

A la hora de elegir comprar este o cualquier otro de los adaptadores que hemos visto, debemos pensar primero en las necesidades que vamos a satisfacer. ¿Qué puerto tenemos de entrada y cuál de salida? ¿Es mejor tener un adaptador múltiple o comprar uno para cumplir una función diferente al resto? Ante la duda, sin duda la opción más recomendada sería la de adquirir uno de estos para asegurarnos de que va a cubrir nuestras necesidades básicas y, en caso de que surjan nuevas, ya llegará el momento de volver a replantear la situación.

 

¿Vas a comprar un cable USB?

De forma general, los cables USB no tienen un precio muy elevado. Sin embargo, en función del modelo y la marca que busques el precio podría incrementar. Por ello, si estás pensando en comprar un cable USB debes tener en cuenta que los cables de bajo coste tienen una calidad de fabricación menor, y por tanto son de peor calidad y menos recomendables. A ser posible, deberías buscar un cable de gama media-alta que no produzca fallos durante la transmisión de los datos.

De hecho, un cable USB de mala calidad puede provocar interferencias, por lo que tus datos podrían llegar corruptos. También corres el riesgo de que la transferencia sea mucho más lenta, o que tu teléfono móvil deje de cargar o se dañe la batería, por ejemplo. Asimismo, los cables de buena calidad suelen tener un apantallado interno para evitar este tipo de problemas, así como el recubrimiento de plástico en la parte externa que es mucho más duradero y resistente que los cables USB de mala calidad o más económicos.

Por otro lado, si estás buscando un cable USB del tipo C debes recordar que estos son capaces de transmitir una gran cantidad de corriente de forma muy rápida, por lo que sí o sí deberán ser seguros. Si compras un cable de mala calidad podrías provocar que tu dispositivo reciba más energía de la que es capaz de soportar, por lo que los cortocircuitas acabarán dañándose. Este problema es de lo más habitual en algunos teléfonos móviles con puerto USB del tipo C, por lo que no deberías cometer el riesgo.

Además, si lo que buscas es un cable para tu smartphone, tendrás que buscar un cable USB compatible con carga rápida (en caso de que tu teléfono sea compatible con esta tecnología). De lo contrario, estarás perdiendo la posibilidad de utilizar esta tecnología en tu teléfono y lo que es más peligroso, tu teléfono podría incendiarse por sobrecalentamiento. En definitiva, a la hora de comprar un cable USB no deberías fijarte en el precio del mismo, sino en la calidad de sus componentes y su seguridad.

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