La vida sin teclado es impensable en la acutalidad. Este elemento está integrado en los ordenadores, lo compramos para nuestras tablets y también está integrada en el teléfono móvil. A través de sus teclas, podemos comunicarnos por WhatsApp o Telegram, compartir nuestros pensamientos por X, escribir documentos en Word o subir pies de foto en Instagram, entre otras muchas cosas. Pero, ¿cuándo empezamos a usarlo? Esta es la historia del teclado desde el principio de los tiempos.
Desde las máquinas de escribir hasta los teléfonos móviles, tienen un teclado. Aunque la versión de un aparato de hace años con teclas para escribir dista mucho de lo que actualmente usamos, ambos elementos se llaman teclado. Este producto del que vamos a hablar hoy tiene cientos de años de antigüedad y, como cualquier cosa que cargue con una larga historia en su espalda, ha ido cambiando para ser más cómoda y eficaz para quienes la usan. Ya ni rastro quedan de los teclados que obligaban a pulsar las teclas haciendo una gran presión y esfuerzo. Ahora, basta con presionar delicadamente la letra, número o símbolo o, en el mejor de los casos, colocar la huella en una pantalla táctil.
Para llegar de los teclados de las máquinas de escribir a lo que usamos a día de hoy, ha habido multitud de decisiones y cambios con el paso del tiempo. Desde la distribución de las teclas y las letras hasta los botones de control que encontramos sobre los números, ¿cómo empezó todo? Hace mucho de su creación, así que vamos a seguir el orden cronológico, del principio hasta la actualidad.
Historia del teclado, del tipógrafo a IBM
El teclado ha sido una parte importante de la historia de la tecnología. Aunque ahora esté presente en una amplia variedad de dispositivos y tenga siglos de historia, no siempre estuvo al alcance de todos ni tuvo el aspecto con el que lo asociamos a día de hoy. Gracias a esta herramienta, podemos comunicarnos o escribir textos fácilmente, sin necesidad de coger un boli y redactar a mano. Sin embargo, los teclados que se han ido creando han ido evolucionando. Sobre todo para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios y las demandas de la tecnología. Los primeros debían activar un mecanismo que permitía grabar la letra con tinta en un papel y, ahora, el sistema es más complejo, pero no requiere de tinta ni de papel.
Del tipógrafo a la máquina de escribir
La primera máquina de escribir llegó en el siglo XVII y Henry Mill registró en el 1714 una primera patente que podría parecer una máquina de escribir, aunque nada se sabe de ella. Fue en el año 1829 cuando llegó el tipógrafo, la que se considera la primera máquina de escribir, aunque poco o nada tenía que ver con las que llegarían más tarde, pero es esta, creada o patentada por William Austin Burt en dicha fecha, la que se considera la primera máquina de escribir de la historia.
Los modelos fueron avanzando año tras año con mejoras en la velocidad de escritura, aunque ninguna dedicada a un público masivo o a estar enfocada desde el punto de vista comercial. Hasta que llegó Christoher Sholes junto con Carlos Glidden o Samuel W. Soulé con su distribución QWERTY. El inventor llegó a un acuerdo con la empresa Remington and Sons para comercializar la primera máquina de escribir Sholes and Glidden. Hasta dicho día, se trataba de una marca dedicada a máquinas de coser, pero todo cambió a partir de ese año 1872 en el que comenzó la producción de la máquina en Nueva York.
A partir de ahí y usando la idea de Sholes, muchas compañías o ingenieros buscaron copiar la idea y lanzar una máquina de escribir mecánica que llegaría a principios del siglo XX con el sistema que todos conocemos: cada tecla tiene un carácter en relieve y al pulsar una tecla con fuerza, el tipo golpea una cinta y se mueve. Por su parte, el papel va colocado en la parte trasera en un cilindro que se mueve con una palanca a medida que vamos cambiando la línea y hacemos esos “saltos” que seguro que has visto en alguna película.
Los teletipos
Los teletipos eran un tipo de dispositivo de transmisión de datos que se utilizaba a comienzos del siglo XX para enviar y recibir mensajes mecanografiados punto a punto. Esto se llevaba a cabo a través de un canal de comunicación de cables de telégrafo.
Su nacimiento data de 1926, concretamente de un programa de investigación del servicio postal del Reich. Según algunos datos, este aparato ofrecía una velocidad de unas 66 palabras por minuto. Este tipo de dispositivo fue utilizado durante años por las empresas de correos de los gobiernos europeos quienes valoraban la practicidad y la facilidad de implementación de dicho sistema.
Más adelante, surgieron teletipos fabricados con componentes electrónicos que fueron utilizados principalmente en las redacciones periodísticas.
Máquinas eléctricas
Las máquinas mecánicas fueron un estándar mundial, aunque pronto llegó un avance que mejoraría la forma de usarlas: las máquinas eléctricas que no necesitaban mover el rodillo de forma manual, sino que había un motor que era el encargado de moverlo cuando se terminaba una línea. No eran nuevas, Edison ya había usado la electricidad para la Edison Electric en la década de los 70 del siglo XIX. Sin embargo, no fue la idea definitiva hasta que IBM en 1965 lanzó la primera máquina electrónica con memoria y banda magnética, la Electromatic.
Con Electromatic, conseguíamos mucha más fluidez y velocidad. Esta máquina eléctrica plantaba lo que sería el principio de los teclados tal y como los conoces. El invento de IBM fue sin duda el germen de la historia del teclado moderno.
Más allá de las máquinas eléctricas, empezaron a llegar teclados que permitían el control de grandes ordenadores. Cabe mencionar que no estaban enfocados al uso personal. Eso llegó en los años 80, cuando IBM estandarizó el uso de estos teclados que todos hemos visto alguna vez.
Teclados de IBM
A principio de los años ochenta, IBM ya trabajaba en un teclado que funcionase para ordenadores y no para máquinas de escribir. En 1981 se creó un teclado de IBM que era diferente: 83 teclas en total, con 10 teclas de función en la parte izquierda, con teclas numéricas en la parte derecha. Una estructura que parecía bastante incómoda y que fue mejorándose en el IBM AT. ¿Qué cambió? La tecla ESC pasó a la parte de teclas numéricas en lugar de la parte izquierda donde estaba antes. También cambió algunos detalles como que hubiese luces que indicasen si las mayúsculas estaban activadas, por ejemplo, algo que se mantiene hasta el día de hoy.
Pero la distribución de las teclas seguía sin funcionar y con el ordenador AT 286/386, IBM cambió el teclado original AT y quitó las diez teclas de función de la derecha junto con la tecla de ESC. Estas pasaron a la parte superior, tal y como conoces ahora. Se ajustaron a la parte superior y se modificaron los cursores: de la parte superior pasaron a la parte inferior derecha tal y como están ahora en la mayoría de teclados. Además, creció la tecla enter haciendo que fuese más fácil pulsarla continuamente.
En resumidas cuentas, IBM pasó del teclado XT de 83 teclas al teclado AT de 84 teclas hasta finalmente lanzar el teclado expandido de 101 o 102 teclas con los controles en la parte superior, un botón enter más grande y las teclas de cursor en la parte inferior derecha. Es este, el último, el principio del teclado que todos conocemos aunque su diseño habitualmente cambia en ordenadores portátiles o en el caso de los teléfonos móviles. Pero, por lo general, el que puedes ver en la fotografía es el que más veces habrás visto a lo largo de tu vida y el que suele ser más cómodo, más completo y más útil.
Distribución QWERTY
La distribución de las máquinas de escribir era, desde finales del siglo XIX, con las mismas teclas que conoces, en el mismo orden. Es algo que no ha cambiado nunca en la historia del teclado desde su patente hasta hoy y quizá te has preguntado por qué están así ahora. Buscaba poder utilizar las dos manos con el teclado y es por ello que se apostó por la distribución QWERTY patentada en 1868 y diseñada por Christopher Latham Sholes. Sholes diseño este sistema con el fin de escribir más rápido y fue el que luego copiaron fabricantes de máquinas y más tarde de teclados de ordenador de todo el mundo.
¿Cuál era la ventaja de la disposición QWERTY? En la máquina de escribir hay barras que chocan si las pulsamos muy rápido y no esperamos entre ellas, teniendo que desatascarla continuamente. Si tienes una o la has visto por casa, pruébalo. Con esta disposición de las teclas se separaban al máximo las piezas que ocupaban el mismo espacio.
Los caracteres que más usamos, fíjate, están en los laterales del teclado, en los extremos. En el centro, tenemos las teclas que habitualmente usamos menos. Así se evitaron en su día los atascos de las máquinas de escribir. Aunque actualmente el sistema sea mucho más diferente y la tecnología haya avanzado, el QWERTY sigue entre nosotros. Incluso en pantallas táctiles de teléfonos móviles, donde no existen los famosos atascos de las máquinas.
Funcionamiento del teclado QWERTY
Si te fijas en tu teclado del ordenador o de la tablet (no en el del móvil que es táctil) verás que hay una pequeña señal en las letras F y J. Una línea o algún relieve que te permite saber que estás en ella al rozar la tecla con los dedos sin necesidad de tener que desviar la vista de la pantalla. Los teclados QWERTY están pensados para usar cuatro dedos de cada mano y los pulgares para la barra espaciadora.
Estas señales de las teclas F y J nos ayudan a saber dónde tenemos que tener colocada cada mano siendo estas dos letras las centrales. Así podemos encontrarnos siempre aunque no podamos perder tiempo en desviar la vista de la pantalla. Aunque es una señal que nos ayuda, habitualmente estamos tan acostumbrados a escribir a máquina que ni siquiera nos damos cuenta que está ahí.
Otras distribuciones
Como curiosidad, además, no todos son iguales. El que tienes es el más habitual, pero hay cambios en Francia y se apuesta por AZERTY, haciendo que todo sea diferente en cuanto a posiciones y verás, si tienes la ocasión de probarlo, que te resultará complejo y raro escribir en un teclado de este país. También hay ligeros cambios en Alemania donde se cambia la Z por la Y, con teclado QWERTZ.
También hubo otra disposición a principios del siglo XX, el teclado Dvorak que fue patentado en el año 1936 y que tenía la intención de poner próximas las letras más comunes y conseguir así que tardásemos menos en llegar de unas a otras y que fuese una transición más rápida. Pero apenas tuvo éxito y encontrarás muy pocos.
Mecanografía: colocación correcta de las manos
No es imprescindible colocar correctamente las manos en el teclado si quieres escribir rápido. Puede que escribas a una gran velocidad solo con dos o tres dedos y usándolos de la forma que más cómodo te parezca o mejor se te da. Pero lo cierto es que el teclado QWERTY está pensado para una colocación exacta de cada dedo en el teclado.
Esta colocación podemos verla en muchos cursos de mecanografía. Generalmente, los pulgares irán en la barra espaciadora para ir separando las palabras rápidamente cuando escribas. Por su parte, los dedos índices irán en las teclas F y J que verás, en el teclado de tu ordenador, que tienen una pequeña muesca o señal para que siempre te orientes y estos te sirvan de guía. Los dedos índices de la mano izquierda y derecha serán los encargados de esas cuatro filas centrales. El resto de dedos se encargará de las filas colindantes, como puedes ver en la fotografía por colores.
Tipos de teclados de hoy
A día de hoy, más allá de las teclas o no y después de años de tecnología y cambios en la historia del teclado, encontramos teclados en todos los formatos y con todos los diseños, de colores, plegables, enrollables, mecánicos… Todos tienen un mismo objetivo, escribir, pero no todos son iguales ni tienen las mismas ventajas ni los mismos botones, no todos son para los mismos dispositivos. Los hay con cables y sin ellos, los hay portátiles y planos, los hay mecánicos, para gamers.
Por lo general, aunque veremos que hay muchos tipos formas y como hemos visto en el diseño de IBM de los años ochenta, los teclados tienen un bloque de funciones (con las teclas de la F1 a la F12), un bloque alfanumérico con números de 1 a 9 y con el alfabeto en formato QWERTY y comandos especiales como Shift, Ctrl, Win o el clásico botón enter. También un bloque especial que generalmente vemos a la derecha del teclado y con teclas como Supr, Inicio, Fin, RePag o AvPag y teclas de dirección bajo este bloque. Y finalmente un bloque numérico que no siempre está pero que tiene formato de calculadora con números de 1 a 9 y que se suele activar con el botón Bloq Num.
Pero podemos encontrar todo tipo de teclados específicos o modelos, diferencias en los que usamos cada día y no solo por su diseño o por su tamaño, por si tienen o no colores. Algunos de los más habituales hoy día son:
Teclado de membrana
Son los más habituales, los más asequibles, los más versátiles. La mayoría de teclados que tendrás por casa se trata de teclados de membrana, aunque no todos los convencionales o antiguos que tengas van a tener estas características. Por ejemplo, y como inciso, el teclado IBM Model-M se lanzó en los años ochenta siendo uno de los mejores teclados de la historia, mecánico y de calidad.
Los teclados de membrana son los que, como su propio nombre indica, tienen una membrana debajo de cada tecla y todas ellas están conectadas. No hay elementos mecánicos en las teclas y suben las letras cuando las pulsas gracias a esa goma que hay bajo ellas. La presión es la misma en todo el recorrido de la tecla y son los más habituales gracias a que son los más asequibles y hay muchos modelos. Una de sus principales ventajas es que pueden ser mucho más delgados y finos que los teclados mecánicos, aunque también tiene inconvenientes y es que suele durar mucho menos tiempo y es más difícil de arreglar porque debemos reparar la goma. Es esa goma, además poco resistente ya que va deformándose a medida que aumenta su uso.
Entre los teclados de membrana encontramos los de Apple, por ejemplo, y todo tipo de teclados inalámbricos asequibles que puedes encontrar a la venta.
Teclado mecánico
Cada tecla tiene un mecanismo individual o switch que controla la presión de la tecla y el tiempo de respuesta. Los mecanismos más conocidos son los Cherry MX (aunque no los únicos) y suelen diferenciarse por colores. Los hay pensados para escribir textos largos rápidamente como es el caso del Cherry MX Blue con un recorrido de 2 milímetros de activación y 4 milímetros de recorrido base y con dos partes en el mecanismo que nos permite que escribas sin que se cansen las muñecas. Hay muchos mecanismos diferentes enfocados a las distintas necesidades y las principales ventajas de los teclados mecánicos es precisamente esto: su especialización ya que cada uno está pensado para lo que busques exactamente.
Por lo general, y si compras el adecuado, son teclados más rápidos y mucho más resistentes que te aguantarán más tiempo. Las teclas tienen gran calidad y también encontramos mejor calidad en la construcción del teclado en sí. Además, otra ventaja con respecto a los teclados de membrana es que basta con cambiar una tecla de forma independiente si se rompe y no tendrás que cambiar el teclado entero. El único inconveniente que encontramos es que son más ruidosos y ocupan más, son más difíciles de llevar que otros más ligeros, portátiles o incluso plegables.
¿Cómo elegir un teclado mecánico?
Existen muchos teclados mecánicos, lo que se amplía aún más si hablamos de switches, pero está claro que este tipo de dispositivos tienen algo especial. Así que para ayudarte a decidir cuáles son los modelos más interesantes, te proponemos algunas características clave en las que debes fijarte.
- Tamaño. En el sector de los teclados mecánicos existen varias clasificaciones para referirnos al tamaño de estos:
- Tamaño completo o 100%. Los teclados completos de toda la vida, o teclados 100%, incluyen por lo general tres partes: teclado con letras, una parte de flechas y otra numérica, todas separadas.
- 80% o Tenkeyless. Esta distribución permite ahorrar algo de espacio al prescindir del teclado numérico lateral, que puede comprarse también por separado.
- 75%. Un tamaño aún más reducido, que integra las flechas dentro del layout del teclado para hacerlo más cómodo.
- 60%. Los teclados de este tipo son los más pequeños en dimensiones, lo cual puede ser una ventaja a la hora de usarlos junto con un ratón para jugar a videojuegos. Sin embargo, tendrás que aprender a usar los atajos para sacarles todo el partido.
- ¿Inalámbricos o por cable? La eterna pregunta cuando hablamos de teclados. Lo más normal es que estos periféricos se conecten mediante cable, dado que de este modo se reduce la latencia, algo que puede preocuparte si eres gamer. Pero para el resto de usuarios, existen también teclados inalámbricos que despejarán de cables tu escritorio.
- Switches. Aquí hay todo un mundo de configuraciones que darían para un artículo en sí mismo. Lo importante es el tipo de pulsación que podemos clasificar en tres grandes grupos:
- Clicky. Los más comunes cuando hablamos de teclados mecánicos. Como habrás podido imaginar, emiten un sonido de clic cada vez que los pulsas debido a su muelle interno. Este tipo de teclas son muy interesante porque notaremos de una forma más fuerte la pulsación con las yemas de los dedos.
- Táctil. Una opción muy apreciada por los usuarios que buscan una pulsación mecánica pero menos ruidosa. La sensación que tenemos al pulsar las teclas con la yema de los dedos es muy suave, prácticamente es como notar un relieve y la fuerza que tenemos que ejercer es menor que con los switches Clicky, por ejemplo.
- Lineal. Estos ofrecen un tacto algo más suave y reducen significativamente el sonido de las pulsaciones. Al pulsar este tipo de switches no vamos a notar nada diferente al iniciar la pulsación o al terminarla.
- Diseño. Muchos usuarios también aprecian el diseño a la hora de elegir su teclado mecánico. Ya seas más de coloridas luces RGB o de acabados más sobrios, en este artículo analizaremos varias para que elijas la que más va contigo.
- Su uso. Puede parecer algo lógico, pero es muy importante tener en cuenta el uso que le vamos a dar al teclado mecánico antes de decidirnos por un modelo o por otro. Hay algunos teclados de este tipo que están diseñados específicamente para jugar, otros que lo que buscan es que escribir sea lo más cómodo posible y otros que están pensados para ofrecer un uso «todoterreno».
Teclados portátiles o para tablets
Las tablets tienen su propio teclado en pantalla. Pero eso no implica que haya fabricantes de teclados compactos para tablets. Estos están pensados para funcionar como un complemento más cómodo si sueles usar el dispositivo para escribir. Hay multitud de opciones. Por ejemplo, algunos van incorporados en la funda y otros son enrollables y se pueden lavar o mojar sin problemas. Estos últimos suelen estar hechos de plástico o silicona, por lo que no sufre daños, aunque lo llevemos a cualquier parte. También los hay plegables que permiten que los llevemos en un bolsillo doblándose sobre sí mismos y ocupando poco espacio.
Teclados para edición de vídeo
Hay teclados especiales para personas encargadas de la edición de vídeo. Este es solo un ejemplo de los muchos teclados específicos que encontramos en el mercado. No están pensados únicamente para profesionales. Y hay opciones no excesivamente caras por 100 o 150 euros que puedes comprar en Amazon. Más allá de la disposición clásica QWERTY tienen características que lo diferencian. Como colores diferentes, que nos facilitan la visión de distintos comandos, o accesos directos sin necesidad de hacerlo todo de forma manual. Encontrarás muchos modelos y pueden ser útiles si, por ejemplo, usas Adobe Premiere.
Teclado ergonómico
El teclado ergonómico está diseñado para ser más cómodo para cualquier persona. Tiene diseños extraños, como teclas curvadas o separadas. Así, se ajustan a la forma natural de las manos y los dedos. Además, estos teclados ergonómicos a menudo tienen elementos adicionales. Por ejemplo, un reposamuñecas incorporado y ajustes de altura para ajustarse a la posición correcta de las manos.
También pueden mejorar la productividad y la eficiencia. Al proporcionar una postura más natural y cómoda para las manos y los dedos, los usuarios pueden escribir más rápido y con menos errores.
El uso prolongado de un teclado estándar puede causar fatiga, dolor y lesiones, como la síndrome del túnel carpiano. Al utilizar un teclado ergonómico, cualquiera puede reducir el riesgo de desarrollar estos problemas de salud. Este tipo de teclado es una opción ideal para personas que pasan muchas horas al día tecleando. Especialmente, si tienen problemas de salud relacionados con el teclado o si buscan una experiencia más cómoda y eficiente.
Hay diferentes tipos de teclados ergonómicos, cada uno con sus propias características y diseños. Algunos tienen teclas separadas, mientras que otros tienen teclas curvadas. Incluso los hay con una forma angulada para reducir la tensión en los muñones y las muñecas. Es importante elegir un teclado ergonómico que se ajuste a tus necesidades individuales y a tu forma de escritura. Se recomienda probar varios teclados ergonómicos antes de comprar uno para encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades.
Teclados para móviles
Los teclados para móviles se han convertido en algunos de los más utilizados en el día a día. Por ejemplo, sirven para mandar mensajes por WhatsApp. No todos son iguales. Los hay similares a los físicos y digitales convencionales. Con estos últimos, podrás ayudarte del autocompletar o el teclado predictivo que va completando las palabras. Esto te permitirá ahorrar tiempo al no tener que escribirlo tú.
También están los teclados swype. Estos tienen un aspecto similar en la pantalla, pero que cambia el funcionamiento. Con ellos, puedes hacer un trayecto con el dedo sin levantarlo de la pantalla. De esta manera, se creará automáticamente la palabra que quieras.