La última actualización de Windows 10 está dando problemas y generando mucho rechazo
El final del camino de Windows 10 se sigue llenando de piedras con las que el sistema operativo de Microsoft está tropezando. Desgraciadamente, muchos de estos problemas los provoca la propia entidad. El último de ellos se ha generado a partir de su última actualización, la cual ha hecho que se publiquen reacciones muy negativas.
La actualización en cuestión de la que hablamos es la KB5001716, la cual, teóricamente, tiene el objetivo de hacer una actualización en la interfaz de usuario del ya clásico sistema operativo de Microsoft. No obstante, la compañía ha aprovechado para dotar a la actualización de otras novedades que no han generado precisamente buenas opiniones entre los usuarios.
Objetivo: pasar a Windows 11
Si muchos de los usuarios que todavía usan Windows 10 no han querido pasar a Windows 11, tiene que ser por un buen motivo. Aún así, en Microsoft están empeñados en lograr que el volumen de usuarios que dispone de la nueva versión de su plataforma aumenta de manera considerable. Y eso implica conseguir, de forma paralela, que se reduzca la cantidad de personas que siguen con la versión anterior. Por ahora, está siendo un proceso complicado.
Debido a todo ello, Microsoft aprovecha cualquier oportunidad que tenga. Es lo que ha hecho en esta actualización KB5001716, en la cual ha incluido una notificación que informa a los usuarios de cómo están utilizando una versión de Windows que ha alcanzado el final de su periodo de vida. Por lo tanto, se puede ver que la empresa sigue haciendo presión para que más personas tomen la decisión de dejar atrás Windows 10 y finalmente pasarse a Windows 11.
Pero no es el único problema
Desgraciadamente, la actualización KB5001716 tiene más inconvenientes, como la aparición de una buena cantidad de errores que les están estropeando el día a los usuarios. Estos errores pueden llevar a que la instalación de la actualización no termine de completarse, lo que genera malas sensaciones. Más allá de eso, lo que más está molestando es que Microsoft afirme que la actualización está relacionada con la interfaz de usuario, cuando, mirando las notas de la misma, se puede ver que la mayor parte del contenido está vinculado a las notificaciones.
Esas notificaciones les aparecen a todos los usuarios de Windows 10 que tengan el sistema operativo a partir de su versión 1809 en adelante. No hay distinción. En las notas de la actualización se menciona que la notificación avisando de que se está usando una versión de Windows que ha llegado al final de vida podría aparecer periódicamente en pantalla. No se concreta cuál sería el periodo de tiempo estimado, pero va a ser algo de lo que los usuarios se acaben cansando. Además, también hay otras notificaciones, como una que informa a los usuarios si los requisitos técnicos no son suficientes para utilizar y actualizar Windows.
Los mensajes también recuerdan a los usuarios que actualizar Windows permite estar al día de los últimos cambios, de las mejoras de seguridad y de cualquier otro ajuste. Se puede ver con facilidad que Microsoft tiene una estrategia sólida para convencer al público de la importancia de pasar a Windows 11 sea como sea. Pero que estas notificaciones aparezcan de manera general incluso en usuarios que no cumplen los requisitos técnicos para pasarse a la siguiente versión, es algo que es lógico que no siente bien. En ese tipo de situación, la única opción para comenzar a utilizar Windows 11 será comprar un nuevo ordenador, lo cual es evidente que no resulta plato de buen gusto para todos los usuarios.
No es la primera vez que se caza a Microsoft con una de estas iniciativas y, a día de hoy, ya se puede decir que comienza a ser un poco preocupante. Esa desesperación para que los usuarios actualicen a Windows 11 es algo que no está siendo bien recibido entre la comunidad. Mientras tanto, el reloj sigue corriendo y a Windows 10 se le acaba el tiempo.