A la hora de comprarnos una Smart TV de gama alta, actualmente hay que elegir entre dos tecnologías: OLED o QLED. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, donde una tiene un brillo máximo más alto, pero otra tiene un contraste y una representación más realista de la imagen. Así, vamos a ver qué cosas malas y qué cosas buenas tiene cada una de estas tecnologías.
3 ventajas de las QLED
Las QLED son la máxima expresión de la tecnología LCD actualmente. Esta tecnología utiliza retroiluminación LED para iluminar el panel LCD frontal. En el caso de los QLED, la iluminación LED trasera se hace con luz azul en lugar de blanca, y luego los puntos cuánticos que hay delante se encargan de filtrar la luz para dar el color requerido en cada momento.
Esto tiene como ventaja una mayor brillo en la imagen, donde los televisores QLED alcanzan cifras de 4.000 nits. Con ello, se consigue una imagen mucho más luminosa y realista, con una gama de colores más completa. Así, la precisión de los colores es mayor que en televisores LCD, y llega a la par incluso a la de televisores OLED.
Otra ventaja que tienen las QLED es que no se queman con el paso del tiempo. La durabilidad de los paneles OLED es limitada porque usan compuestos orgánicos, mientras que las QLED siguen ofreciendo la misma calidad incluso pasadas miles de horas.
2 desventajas de las QLED
A cambio, encontramos dos desventajas en los televisores QLED. La primera y más clara la encontramos a la hora de reproducir contenido en HDR. Aunque se están probando nuevas tecnologías como el Mini LED o microLED, los televisores QLED actuales utilizan varias zonas de iluminación independientes.
Por ejemplo, un panel QLED puede tener cientos de zonas locales de iluminación LED que puedan apagarse o encenderse para mostrar una vela en una pantalla rodeada de un fondo negro. Las zonas más alejadas de la vela se pueden apagar sin problema y se ven con un negro profundo al no haber iluminación. Sin embargo, habrá una zona donde haya una parte iluminada, como la llama de la vela, y otra que será negra. En esa negra, veremos algo de luz blanca que se fuga, dando lugar a un efecto llamado «bloom».
Esto nos da pie al segundo inconveniente, y es que los negros que muestran las pantallas QLED no son reales al 100%, o al menos no en las zonas iluminadas. En las zonas donde estén apagados los LED, sí será negro 100% real, pero en las que tengan una mezcla de elementos oscuros e iluminados, veremos negros con un tono blanquecino, mientras que en las LCD tradicionales sin zonas de iluminación LED las veremos totalmente negras.
3 ventajas de las OLED
En la tecnología OLED, como hemos mencionado antes, son los propios píxeles los que se iluminan, por lo que no necesitan retroiluminación por detrás. Gracias a ello, se puede controlar cada píxel de manera individual, consiguiendo colores perfectos en cada uno de los píxeles. Los negros son puros porque se puede apagar cada píxel, por lo que a la hora de ver contenido HDR no hay nada de bloom como primera gran ventaja.
La segunda gran ventaja la encontramos en que los paneles OLED son más finos al no requerir un panel retroiluminando, estando los píxeles más cerca del cristal y con unos colores más uniformes y mejores ángulos de visión. En general, la calidad de imagen es mejor, aunque el brillo máximo es menor como veremos más adelante.
Otra gran ventaja de los paneles OLED la encontramos en el gaming. En las QLED, los píxeles tardan más en cambiar de color, mientras que en las OLED el cambio es prácticamente instantáneo. Esto mejora el tiempo de respuesta de la pantalla, por lo que es ideal para gaming porque notaremos la acción con mucha mayor velocidad en el panel. Donde sí empatan ambas tecnologías es en el input lag, donde las Smart TV con ambas tecnologías ya suelen incorporar modos como el Modo Juego para reducir las ayudas de imagen, reduciendo las cifras a unos 10 o 15 ms en los mejores modelos del mercado.
2 desventajas de las OLED
La gran desventaja es que los paneles OLED se desgastan con el tiempo. Los LEDs tienen componentes orgánicos que van perdiendo propiedades, y hacen que las imágenes se quemen en la pantalla si están durante mucho tiempo en pantalla. Aunque se han introducido tecnologías para suavizar esto, como el pixel shifting para ir alternando con píxeles cercanos, pasadas miles de horas es probable que haya iconos que se queden marcados, como los de una cadena de televisión que veas mucho, o el marcador de goles si juegas mucho al FIFA.
La segunda desventaja es que el brillo máximo es menor, lo cual es importante tener en cuenta si vas a tener la Smart TV en una zona con mucha luz ambiente. Aunque el brillo máximo sea mayor en QLED, el contraste es mayor en las OLED porque, al apagarse los píxeles al mostrar negros, el contraste es, a efectos prácticos, infinito. Esto da una mayor sensación de brillo y presencia al contenido que sí está iluminado, pero en general el brillo máximo no es tan alto como en las QLED.
¿Cuál es mejor comprar?
Pues la tecnología que tenga menos inconvenientes para ti. La calidad de imagen final es mejor en las OLED, pero si te preocupa la durabilidad, es mejor optar por una QLED. Los paneles OLED han bajado de precio en los últimos años, y los modelos base ya pueden comprarse por apenas 1.200 euros si encontramos alguna oferta buena. Las OLED, aunque se quemen, han de usarse al menos durante años para que empiecen a mostrar algunos iconos quemados que luego prácticamente no se ven en un uso normal, aunque sí si se ven colores fijos en la pantalla. En general, cuando un televisor de este tipo vaya a presentarte problemas, es probable que ya estés pensando en cambiarlo.
