Los smartwatch cuidan de nuestra salud de muchas maneras distintas. Pero es necesario que los mantengas limpios o será imposible que estés protegido ante ciertas bacterias. No olvides que llevas el reloj las 24 horas, por lo que el nivel de suciedad que se acumula puede llegar a ser extremo. Por suerte, limpiarlo no es tan complicado como puedas imaginar.
Las estadísticas desvelan que hay más de 215 millones de personas que usan smartwatch. Y, aunque no tenemos datos concretos sobre ello, posiblemente la cantidad de usuarios que limpian habitualmente su reloj inteligente no sea muy alta. Porque, por desgracia, es fácil olvidarse de ello.
La mayoría de las personas utilizan su reloj inteligente para monitorizar su actividad diaria y, además, el deporte. Por tanto, es un tipo de dispositivo que se encuentra mucho más expuesto a la acumulación de todo tipo de bacterias. En este artículo te damos algunos consejos que te ayudarán a que la limpieza sea más rápida y sencilla.
¿Es necesario limpiarlo?
La respuesta debería ser obvia. ¿Pero por qué? Para entenderlo, solo tienes que quitarte el reloj de la muñeca durante unos segundos y echar un vistazo a todo lo que hay en la parte que se encuentra en contacto con nuestra piel. ¿Cómo pinta la cosa? Posiblemente haya grasa, sudor, pieles muertas y suciedad en general. No es precisamente el lugar más limpio que puedas imaginar.
Más allá de que eso ya haya comenzado a oler un poco o que el rastro de suciedad que haya quedado en tu piel sea claramente visible y un poco desagradable, lo que debes pensar es que tu smartwatch se va a ver afectado. Al fin y al cabo, estás utilizando un dispositivo que necesita que sus sensores estén a máximo rendimiento. Además, no pierdas de vista tampoco la correa, porque un estudio indica que el 95% de ellas acumula bacterias como Escherichia coli y estafilococo.
Limpiando el reloj
Vamos a ir por partes. Lo primero que queremos explicarte es la mejor forma de limpiar el propio reloj, ya sea uno normal o un smartwatch para niños. La limpieza de las correas es algo más complicado porque hay muchos tipos de material y resulta un poco más complejo generalizar, aunque luego te daremos algunas indicaciones. Comenzando con el reloj, lo primero que tienes que hacer es apagarlo. No te dejes llevar por la resistencia al agua y todo lo demás, porque no te cuesta nada apagarlo y siempre viene mejor prevenir que curar.
Por cuestiones lógicas, la parte de atrás va a ser lo más duro. Hay quien te diría que utilizases únicamente una toallita de microfibra, pero en nuestro caso no te vamos a recomendar que lo intentes sin algo que proporcione humedad. Lo mejor son toallitas húmedas, tanto aquellas que ya están dirigidas a la limpieza de dispositivos electrónicos como las que te fijes en que tengan una composición basada en un 70% de alcohol isopropílico. Asegúrate de que sean desinfectantes, porque tienen que garantizarte que acabarán con cualquier tipo de bacteria o virus que se haya podido «agarrar» a tu reloj.
Con eso la parte trasera ya estará en buenas condiciones, pero si tu reloj tiene algún orificio, lo mejor es que utilices bastoncillos de algodón. El tamaño estándar que utilizamos los adultos será demasiado grande para el smartwatch, así que te recomendamos comprar el tamaño pequeño que está pensado para niños y bebés. Eso te permitirá entrar en los espacios más pequeños donde también se suele acumular suciedad. Ante todo, tómate el proceso de limpieza con filosofía y pensando que será lo mejor para tu reloj.
Luego te tocará limpiar por delante. En este caso es posible que con la toallita sí que tengas suficiente, pero dependerá, sobre todo, de la cantidad de grasa que se haya acumulado. Cada vez que tocas la pantalla con los dedos estás dejando grasilla procedente de la piel que se va acumulando y creando una capa de suciedad. Si crees que es demasiado, lo mejor será usar que uses un poco de agua y jabón en la toallita y que luego la pases de nuevo. Recuerda no poner el jabón directamente en la pantalla.
El turno de las correas
Te lo comentábamos antes: no es fácil. Hay muchos tipos de correa y cada una requiere unos cuidados que pueden ser más o menos específicos. Por ejemplo, pueden ser de metal, plástico, goma o tela, entre otras opciones. Muchas de ellas las puedes lavar con el resto de la ropa dentro de la lavadora, lo que te garantizará que saldrán muy limpias y que no tendrás que dedicarles ningún tipo de esfuerzo.
Esto es algo que puedes hacer con las de tela e incluso con alguna de plástico lo hemos hecho alguna vez y tampoco hemos notado ningún tipo de daño. Pero, principalmente, hazlo con las que sean de tela. Luego solo tienes que dejarlas secar al aire libre en la ventana y ya estarán listas para que las vuelvas a utilizar. Por su lado, las de acero inoxidable o metal las puedes limpiar con un trapo y no complicarte mucho, puesto que no tienden a acumular bacterias. Las de plástico será recomendable que las limpies a fondo con agua y jabón y que utilices bastoncitos para llegar a todos los huecos donde se pueda acumular la suciedad.
¿Cómo limpiar las correas de cuero?
Una de las preguntas más habituales por parte de todos los usuarios de relojes inteligentes que cuentan con diferentes correas hace referencia a cómo limpiar las correas de cuero, puesto que son menos flexibles que el resto de las opciones de las que disponemos.
Lo primero de todo, recuerda ser cuidadoso para evitar males mayores. Utiliza toallitas de microfibra y un jabón que sea muy suave, porque no quieres acabar dañando la superficie. Limpia con sensibilidad y no te dejes ningún espacio.
Evita el uso de cualquier producto que lleve demasiados elementos químicos en su composición, puesto que puede comprometer la vida útil de la piel en cuestión. Y, además, en el caso de las correas de cuero, uno de los puntos más críticos lo encontramos a la hora de llevar a cabo el secado. Es conveniente evitar la exposición al sol, al contrario que en el resto de las correas, y el uso de cualquier máquina, como una secadora o un secador de pelo. Dejar reposar la correa en un lugar fresco y seco, sin impacto de la radiación solar directo, es la mejor opción, aunque no sea la más rápida. En caso de duda, no está de más ponerse en contacto con el fabricante en cuestión para conocer cuáles son sus recomendaciones al respecto. Seguro que nos puede evitar más de un problema.
No obstante, ya sea que uses correas de un material u otro, lo más recomendable es que tengas el hábito de cambiarlas de forma habitual. Esto no solo te dará el incentivo de poder cambiar el estilo de tu smartwatch, sino que también será una buena manera de tener una motivación para limpiar el reloj de vez en cuando. Así ya verás cómo siempre está limpio y que no te tienes que preocupar de ninguna bacteria.