Los mayores piratas de IPTV de la historia de Estados Unidos van a ser juzgados
Las autoridades estadounidenses están satisfechas porque, finalmente, van a llevar a juicio a los que están considerados como algunos de los mayores piratas de la historia del país. Después de evadir la justicia durante años e incluso de ver cómo sus compañeros se entregaban, a ellos también parece que les ha llegado la hora.
No es difícil imaginar que la historia de Kristopher Lee Dallmann y los demás piratas rebeldes del grupo de «los 8 de Las Vegas» pueda acabar convirtiéndose en película de Hollywood. Seguro que más de un guionista tiene alguna idea para lograr que su particular batalla con la justicia acabe en el cine. Por ahora, eso sí, todavía está por ver el final, el cual dará su pistoletazo de salida en un juicio planificado para marzo de este año 2024. Con ese encuentro con la justicia habrá acabado una persecución de más de cinco años.
Ellos son quienes no se entregaron
Cuando en el año 2019 fueron acusados de crímenes muy graves de piratería, solo dos de los ocho marcados por la justicia decidieron declararse culpables. Valoraron la situación, los riesgos y la condena que recibirían si se entregaban y reconocían sus delitos, principalmente englobados alrededor de la idea de saltarse derechos de copyright y lucrarse por ello.
Con esta decisión, Luis Ángel Villarino, que trabajaba como programador del servicio pirata de IPTV Jetflicks, fue condenado a 366 días en prisión. Se le condenó por haberse saltado los derechos de copyright, algo que el juzgado vio claro a la vista de que esta plataforma tenía disponibles ilegalmente más de 180.000 episodios de series de televisión. Para intentar pasar desapercibida, la web se hacía pasar por un servicio de aviación, aunque escondía en su interior ese plataforma de IPTV que se convirtió en una de las más famosas de Estados Unidos.
Por su lado, Darryl Julius Polo, también reconoció su culpabilidad. Su situación era peor, puesto que no solo había sido programador también de Jetflicks, sino que, además, había fundado el que se había posicionado como segundo servicio de IPTV pirata en América: iStreamitAll. Posiblemente, su experiencia acumulada con su primer trabajo le había llevado a encontrar la forma de emprender por su cuenta para lucrarse a un nivel muy superior. En su caso, la condena que le impuso la justicia fue de pasar en la cárcel 57 meses, pero también tuvo que pagar un millón de dólares al ser culpado por saltarse el copyright y, además, por lavado de dinero.
Pero aunque estos dos piratas sí que se entregaron y reconocieron su culpabiliad, otros cinco intentaron alargar el momento de la verdad en el que se encontrarían con una posible condena. Tanto el ya mencionado Kristopher Lee Dallmann, como Felipe García, Doublas M. Courson, Peter H. Huber, Jared Edward Jaurequi y Yoany Vaillant Fajardo, intentaron escapar de la justicia. Al final, no obstante, aunque han retrasado cinco años para que llegue el momento, pronto estarán en juicio y parece que sus veredictos no van a ser tan amables como los que recibieron sus antiguos compañeros.
Líderes de la piratería en Estados Unidos
La justicia está satisfecha por no solo haber frenado la existencia de Jetflicks e iStreamitAll, sino porque van a poder demostrar a otros piratas lo que ocurre cuando juegan con fuego. Antes ya hemos mencionado el contenido que ofrecía Jetflicks, pero lo que no hemos dicho es que iStreamitAll estaba proporcionando a sus clientes casi 11.000 pelícuals y más de 118.000 episodios de series. Las cifras eran tan enormes que superaban lo que podía ofrecer cualquier servicio de streaming legal. Eso había llevado a considerar a los piratas detrás de la operación como unos de los más importantes en la historia de Norte América.
Si por algo se ha retrasado tanto el juicio de los cinco piratas ha sido por un cúmulo de circunstancias y algunos métodos de actuación por parte de los investigadores que se salieron un poco de la normativa. Algunos acusados se negaron a hacerse pruebas médicas para comprobar si consumían drogas, otros sufrieron registros ilegales e incluso se les impidió poder hacer uso de su derecho a la Quinta Enmienda. También se han aportado pruebas de cómo los agentes del FBI habían provocado estrés psicológico entre los acusados y de cómo se han producido irregularidades con la gestión de pruebas.
El principal problema de lo que se les viene encima a los piratas se encuentra en la confirmada y gigantesca cantidad de datos y documentos que tiene el gobierno sobre ellos y sus negocios. Se dice que se han presentado 175.000 documentos impresos, entre los que se incluyen desde informes hasta fotografías, y que el volumen de datos llega a sumar un peso de 423 GB.
Además de eso, también se van a utilizar en el juicio registros bancarios, recibos de transacciones comerciales, correos electrónicos procedentes de seis cuentas de Google que usaban los piratas, grabaciones de audio y de vídeo, informes de los servidores que estaban usando de la empresa OVH e incluso comunicaciones con clientes. Por si esto fuera poco, la justicia también ha presentado 18 TB de datos adicionales con imágenes de todo tipo de dispositivos que los piratas estaban usando, como decodificadores de IPTV, y otros elementos que podrían jugar en su contra.
Con esto en cuenta, se tiene muy claro que el juicio de marzo podría llegar a resultar muy sonado. En parte, podría ser lo que permita a la justicia demostrar el motivo por el que los piratas harían mejor en reconocer su culpabilidad como hicieron los dos compañeros de este grupo. Cuando se dicte sentencia lo sabremos.