La trampa de la fibra óptica ultrarrápida: estás pagando por algo que no necesitas

Nadie quiere pagar más por la conexión a Internet de lo que debería. Sin embargo, son muchos los usuarios los que caen en la «trampa» de contratar una tarifa de fibra óptica con una velocidad que realmente no van a necesitar. Más que nada, porque no van a sacar el verdadero partido a esa opción por la que tanto pagan todos los meses.
Es por ello por lo que vamos a comprobar si estás pagando de más por Internet. De esta manera, podrás elegir entre otras tarifas de fibra más baratas que se adapten realmente al uso que le das a Internet en tu casa. Ten claro que no todos los usuarios hacen el mismo uso, por lo que todo dependerá de cada caso en particular.
¿Qué uso haces de Internet?
Pagar de más por una tarifa de Internet es lo que puede pasar si no sabemos realmente qué uso hacemos de la conexión en casa. Y es que, dependiendo de para qué necesitamos Internet, podremos ahorrarnos algo de dinero todos los meses. Por esto mismo, es mejor que tengas en cuenta los siguientes puntos:
- Cuantas personas se conectan a la conexión de Internet en casa: si el número es elevado, se necesitará tener una velocidad de fibra mayor.
- El número de dispositivos que tienes conectados a la conexión. Cuantos más dispositivos, mayor tiene que ser el ancho de banda.
- Si juegas online, ves contenidos en 4K en plataformas de streaming o en tu caso siempre realizan muchas descargas, vas a necesitar una buena velocidad.
Dependiendo de estas situaciones y del uso que hagamos, vamos a necesitar contratar una tarifa de Internet con más Mbps. Sin embargo, para un uso básico de Internet (sin conectar más de 3 o 4 dispositivos a la vez), no necesitaremos ni de lejos 600 Mbps o 1 Gbps, y mucho menos 10 Gbps.
La velocidad de fibra que necesitas
Para saber si te merece la pena pagar 10 euros más al mes por tener una tarifa de fibra de 1 Gbps en vez de 600 Mbps, todo dependerá de los puntos anteriores. Posiblemente te baste con una tarifa de 100/300 Mbps, en vez de optar por las tarifas de 500/600 Mbps o 1 Gbps. Aunque, además del uso que hacemos de Internet, hay otro aspecto fundamental: la capacidad de los dispositivos.
Más que nada, porque la limitación del hardware no se tiene en cuenta por una gran parte de los usuarios. Por ejemplo, si estás pagando por una tarifa de 1 Gbps y quieres disfrutar de toda la velocidad por la que pagas, necesitarás tener un dispositivo con puerto Gigabit Ethernet (si lo conectas por cable) o contar con una tarjeta de red WiFi que no sea antigua. O una tarjeta de red 10G, un adaptador Thunderbolt 3 con un puerto Ethernet de 10 Gbps si tienes una tarifa con 1.000 Mbps, además de tener el cable de Ethernet necesario.
Lo de la tarjeta de red WiFi también se aplica para los móviles u otros dispositivos que vayas a conectar a la conexión inalámbrica de tu casa. De nada te servirá pagar por 1 Gbps, si el hardware de los dispositivos es antiguo y no vas a poder aprovechar toda la velocidad que pagas. Por tanto, no siempre es necesario pagar por la tarifa de Internet más cara. De esta manera, puedes ahorrarte mucho dinero en las facturas de Internet del operador.