Una de las cosas que suelen tener en común las empresas de Elon Musk son los tiempos de espera. Los primeros modelos de Model 3 tardaron más de un año en enviarse a los primeros compradores. Antes del Model 3, el Model S acumuló retrasos espectaculares al no poder hacer frente a la demanda. Ahora, Starlink está sufriendo algo parecido, y además los usuarios no tienen con quién contactar.
Actualmente, todos los usuarios de España que quieran contratar Starlink, tienen que pagar un depósito de 99 euros. El servicio va a estar disponible, si no hay retrasos, antes de que acabe 2021. Sin embargo, las reservas se abrieron a principios de año, y hay usuarios que llevan más de siete meses esperando.
La fecha estimada no ha cambiado
Esperar no sería un problema si al menos hubiera un servicio técnico. El problema es que no hay ninguna forma de contactar con el servicio técnico porque, básicamente, no está esa opción en la app para quienes han pagado un depósito, sino que sólo está disponible para clientes. A todos los usuarios que se apuntaron al servicio este año les ponía en el email que recibirían el kit a mediados o finales de 2021. En la web siguen apareciendo las mismas fechas.
Estos usuarios no han recibido el segundo email que la compañía envía normalmente. En este segundo email se solicita ya el pago del equipamiento completo (499 euros) y la primera cuota mensual (99 euros), además de 60 euros de gastos de envío. Este es el paso previo a recibir el kit en casa.
Sin embargo, usuarios que pagaron en febrero la reserva siguen sin saber, en pleno septiembre, cuándo van a tener servicio. En la web hay un FAQ que afirma que envían los kits en un plazo de 2 semanas tras el lanzamiento del servicio en un país, pero estos retrasos están afectando incluso a personas de Estados Unidos y Canadá, donde el servicio ya está bastante maduro. De hecho, algunos usuarios se quejan de que llevan meses sin recibir el kit, cuando vecinos suyos han recibido el suyo en menos de una semana tras realizar el pedido.
La escasez de chips afecta a SpaceX
SpaceX está sufriendo los mismos retrasos que el resto de la industria por la escasez de chips. Por culpa de ello, no pueden cumplir con los plazos, e incluso en algunos casos, por las prisas, se ve afectada también la calidad final de los productos. La falta de chips ha retrasado la creación de nuevos terminales para los usuarios, mientras que la falta de oxígeno líquido debido a la COVID-19 también ha retrasado los lanzamientos de cohetes.
Sin embargo, de lo que no hay escasez es de medios para mandar un email. La empresa podría comunicarse con los clientes para decirles, al menos, que su pedido está sufriendo retrasos, y darles fechas aproximadas sobre cuándo va a llegar, o los motivos del retraso. De momento lo único que queda por hacer es esperar o cancelar el pedido, aunque en este último caso se pierde la posición en la cola y habría que volver a empezar.
Elon Musk, mientras tanto, ha confirmado que los nuevos satélites que lancen integrarán láseres. Estos nuevos láseres permitirán a los satélites comunicarse entre sí sin depender de las estaciones de tierra. Gracias a ello, se reducirá la latencia.