Según la OCU, estos son los sistemas de calefacción más baratos para este invierno

Según la Organización de Consumidores y Usuarios, cada hogar español gasta 640 euros al año en calefacción de media. Un montante de dinero lo suficientemente grande como para tener bien controlado el tipo de calefacción que mejor se ajusta a nuestra economía doméstica. Y, en este contexto, la OCU ha publicado un estudio que nos permite descubrir cuál es la tecnología más económica para calentar nuestra vivienda.
Cuando la llegada del invierno, comienza el particular descenso del mercurio. Y, con él, el aumento de nuestra tarifa eléctrica como consecuencia del número de horas que necesitamos invertir para caldear el ambiente de nuestro hogar. Que, a mayor cantidad de metros cuadrados, más complejo resulta.
A medida que el precio de la electricidad fue creciendo durante el pasado 2022, fueron muchos los ciudadanos que comenzaron a explorar todas las opciones que existían en materia de calefacción. Con el objetivo de evitar gastar más de lo necesario. Este año, la OCU ha publicado un análisis realizado que nos permite identificar desde el primer momento cuál es el sistema de calefacción más económico.
La calefacción más económica
Para llevar a cabo el análisis, se ha tomado como punto de partida el coste que tendría calentar una vivienda de 90 metros cuadrados. Y, además, se ha utilizado como punto de referencia alguna región fría de nuestro país, como es el caso de la Comunidad de Madrid o de Albacete.
Comenzamos con las bombas de calor, que funcionan por medio del intercambio de la energía con el exterior para calendar o refrigerar la vivienda. En el caso de los aires acondicionados, se trata de una bomba de calor aire – aire que se utilizan para calentar o refrigerar el aire que se encuentra en el interior de una vivienda. También podemos optar por la aerotermia, que son bombas de calor aire – agua u que calienta por medio de un circuito, presentando un funcionamiento muy similar al que podríamos encontrar en una caldera. En este caso, el coste se situaría entre los 240 y los 300 euros. La parte positiva es que, además, también nos servirían para refrigerar la vivienda durante el verano, siendo más versátiles que los sistemas únicos de calefacción.
A continuación, el segundo sistema de calefacción más económico son las calderas de gas. Actualmente, según cifras de la OCU, un 33% de los hogares españoles se calientan con este sistema. Se trata de una de las mejores opciones que podemos encontrar para viviendas situadas en zonas frías, principalmente por la eficiencia que ofrecen, muy superior a las calderas más antiguas. El consumo medio se situaría en unos 308 euros al año.

Más opciones
El podio de las opciones más económicas lo completaríamos con las estufas y calderas de biomasa. Es decir, aquellas que aprovechar los residuos orgánicos para proporcionar la calefacción. La opción más común son los pellets, pero existen varias opciones más en el mercado que nos permiten cumplir con la misma función. En este caso, nos encontramos con la posibilidad de instalar una estufa, que se encarga de distribuir aire caliente. O, en su defecto, optar por las calderas, que se encargan de calentar circuitos de agua que, a posteriori, distribuyen el calor con radiadores. En este caso, tendríamos que afrontar un coste que se situaría en torno a los 559 euros al año, con las mismas condiciones que los ejemplos anteriores.
Además, también podríamos valorar otras opciones. Pero todas ellas más caras de las que hemos comentado hasta ahora. Es el caso de los acumuladores y los radiadores eléctricos, resultan muy sencillos de instalar y requieren de una inversión inicial muy baja, sin embargo, nos tendríamos que enfrentar a un gasto que se situaría en 1174 euros en el caso de los radiadores y de 1067 euros si estamos interesados en los acumuladores. O acudir a fuentes tradicionales, como es el caso de los convectores y los calefactores, que si bien tienen la ventaja de calentar espacios pequeños en un breve lapso de tiempo, también requieren de un gasto mayor si su uso es continuado en el tiempo.