Casi siempre usar una doble pantalla es cómodo y una buena idea. Siempre es práctico tener dos monitores diferentes que nos ayuden a ver lo que estamos haciendo. Por ejemplo, si estás estudiando y quieres pasar apuntes a limpio mientras ves los globales en una pantalla. O si estás transcribiendo un vídeo usando Word en el otro monitor.
Por supuesto, es útil para trabajar en cualquier ámbito y sea cual sea tu labor, en casa o en una oficina. O simplemente si te gusta ver vídeos de YouTube mientras estás haciendo algo en el ordenador como navegar por Internet o comprar. Es realmente útil tener slack en un monitor o cualquier otro programa de gestión o intranet. Así siempre lo tenemos visible y a mano. O para tener doble pantalla a la hora de escribir sobre cualquier temática que te interese. Y, sobre todo, para retocar fotografías o para la edición de vídeo y montaje es realmente práctico tener doble monitor extendido…
Son muchas las opciones en las que usar la doble pantalla en Windows es una buena idea y seguro que te lo has planteado alguna vez. En ese caso, te explicamos cómo configurar dos monitores en Windows, cómo usar dos o tres pantallas en tu ordenador y qué opciones de visualización hay disponibles.
Ventajas y beneficios
En caso de que suelas teletrabajar, el principal beneficio es más que evidente: no tendrás que perder tanto tiempo haciendo clic en numerosas pestañas y aplicaciones, y visualmente tendrás toda la información mucho más a mano. En definitiva, es una gran inversión que te permitirá ser mucho más eficiente en el desempeño de tu trabajo diario. De hecho, solo debes pensar en la cantidad de tiempo que pierdes simplemente abriendo y cerrando todo el contenido (hojas de cálculo, editores de texto, correo, navegador de Internet, etc). Esto no sucedería si tuvieras, al menos, una segunda pantalla en tu zona de trabajo.
Por otro lado, tener una segunda pantalla aumenta considerablemente tu campo de visión. Esto no solo te lo agradecerá tu vista (ya que tendrás que forzarla menos) sino que podrás tener un mayor control de los distintos elementos que se encuentran en la pantalla. Podrás ver un documento en específico mientras abres en la segunda pantalla otros archivos, sin que te desconcentre o te haga perder el ritmo de trabajo.
El último beneficio sería la posibilidad de comparar varios archivos o documentos de forma simultánea. Si eres de esas personas que suelen imprimir los documentos para analizar y comprobar cifras y datos, podrás ahorrar bastante tiempo (y dinero en tinta) simplemente haciendo uso de una segunda pantalla.
Desventajas a valorar
A pesar de que trabajar con dos pantallas tiene más puntos positivos que negativos, lo cierto es que no es oro todo lo que reluce. Por tanto, deberás valorar los «pros» y los «contras» para poder tomar una decisión con conocimiento de causa, especialmente si estás pensando en teletrabajar con dos pantallas.
Por un lado, se encuentra la inversión económica. Debes tener en cuenta que al comprar un segundo monitor el gasto se incrementa, algo que no sucede si únicamente dispones de uno. Con todo, hay monitores a muy buen precio en el mercado, e incluso podrías adquirir uno de segunda mano (portales como Ebay o Milanuncios suele estar plagados de monitores) si no quieres invertir demasiado dinero inicialmente.
Otro aspecto muy importante es el espacio disponible y la ocupación que supone un segundo monitor. Necesitarás mucho más espacio en tu despacho de trabajo e inclusive un escritorio más grande, lo que podría ser complicado si tu habitación es pequeña o no quieres cambiar de mesa, por ejemplo. Otra opción sería buscar un monitor ligeramente pequeño (es decir, una pantalla que no sea excesivamente grande) aunque lo cierto es que igualmente ocupará bastante espacio en tu mesa.
Por último, debes pensar en los marcos entre las pantallas, pues en caso de que la pantalla sea extendida tendrás que dominar completamente todas las funcionalidades. De lo contrario, se podría hacer complicado y llegar incluso a perjudicar tu experiencia de usuario. La mayoría de los ordenadores pueden ejecutar monitores duales. Pero si queremos agregar una tercera pantalla o usar dos monitores 4K, primero comprobaremos que el dispositivo sea compatible. La presencia de varios puertos en la tarjeta gráfica indica que es probable que pueda manejar varios monitores. Pero debemos verificar la cantidad máxima de pantallas y resoluciones admitidas. Podemos ver qué tarjeta gráfica tiene nuestro ordenador yendo a Administrador de dispositivos > Adaptadores de pantalla. También podemos visitar la web del fabricante para encontrar las especificaciones de la tarjeta gráfica y buscar una categoría titulada Compatibilidad con pantalla o algo similar.
Cómo usar dos pantallas
Lo primero que tenemos que hacer es conectar las dos pantallas o monitores a nuestro ordenador. El PC es capaz de alimentar ambas sin ningún problema y tiene muchas ventajas, como ya hemos visto en párrafos anteriores, así que bastará configurarlo para empezar a disfrutar al máximo del doble monitor. Aunque debes tener en cuenta que cualquier monitor es reconocido por Windows de forma automática. Aun así, podemos configurar la pantalla desde los ajustes.
- Abrimos configuración en nuestro ordenador con Windows
- Buscamos la sección o apartado de pantalla
O bien, sigues otro camino: haz clic derecho en cualquier espacio del escritorio y aparecerán unas opciones. Elige “configuración de pantalla” y se abrirán automáticamente los ajustes de pantalla para que marquemos los paneles como nos convenga. En el panel de configuración principal debemos ir hasta el final y encontrar “varias pantallas: es posible que las pantallas no siempre se conecten automáticamente así que selecciona “detectar” para intentar la conexión con ellas”. Si no se ha conectado previamente, pulsa en este botón para conectarla.
Cuando ya la tengamos, se abrirá la página de configuración que nos ofrece los ajustes de pantalla y en la parte superior tendremos un 1 y un 2 correspondiente a los dos monitores que estamos usando en ese momento, como en la imagen. Lo primero que debemos hacer es elegir cuál es el monitor principal y cuál es la pantalla secundaria. Para ello bastará con asignar el 1 y el 2 según el orden.
Configuración y orientación
Hay varias opciones que nos permite Windows a la hora de configurar nuestra doble pantalla. Usar un monitor vertical puede ser muy útil si vas a trabajar con datos o si trabajas con textos porque será más parecido a un folio impreso y puede resultar más sencillo leerlo. También resulta muy útil para las redes sociales, ya que la interfaz de estas cada vez tiende a adaptarse más a las pantallas de nuestros móviles, por no decir que algunas aplicaciones están pensadas única y exclusivamente para estos dispositivos. Igualmente si eres programador te vendrá muy bien para trabajar con código. En el caso de los streamers se ha convertido casi en obligatorio disponer de un monitor vertical para poder consultar el chat de los espectadores, e incluso para videojuegos retro que fueron creados para funcionar en máquinas arcade cuyas pantallas se asemejan más a las verticales que horizontales. Y por supuesto también para juegos de móviles que usen esta distribución. Para cambiar la orientación del monitor a vertical lo único que debemos hacer es:
- Acceder a la configuración desde la barra de inicio. Si hacemos clic en el símbolo de Windows, a la izquierda tenemos el icono del engranaje, que es el de configuración. Otra forma es que escribas en el cuadro de búsqueda “Configuración”, y te aparecerá el acceso sobre el que hacer clic. O bien con la combinación de teclas Win + I.
- Una vez en Configuración entramos en Sistema, que es la primera opción, y accedemos a Pantalla.
- Dentro de Pantalla, en la parte derecha si hacemos scroll con el ratón hacia abajo veremos la sección «Escala y distribución», donde encontramos el tamaño del texto, resolución de pantalla y la que nos interesa, Orientación de pantalla.
- Si abrimos el desplegable tendremos cuatro opciones: Horizontal, Vertical, Horizontal (volteado), y Vertical (volteado).
Eso sí, ten en cuenta que si lo cambias en el software también debe ser acorde la orientación física del monitor: bien porque puedes girarlo o bien porque ya es vertical.
Si cambiamos a la pestaña monitor podremos editar otros detalles como la frecuencia de refresco de la pantalla, mientras que en la pestaña Administración del color podremos acceder, como su propio nombre indica, a la configuración de los valores predeterminados del sistema de color de Windows, representación del color de ICC o la calibración de la pantalla.
Opciones de pantalla
Hay principalmente cuatro opciones de pantalla. Las veremos desde la pantalla de ajustes en Windows 11 en la parte derecha (como en la imagen anterior) pero también podemos abrir un menú que nos permita elegir uno u otro cuando queramos. Podemos elegirlas desde configuración o si tocamos Windows + P en el teclado del ordenador. Al tocar simultáneamente la tecla del icono de Windows y la letra P, en la parte lateral derecha del ordenador aparecerán estas cuatro opciones.
- Solo la pantalla del PC: Podrás ver todo en una sola pantalla
- Duplicar: Ver lo mismo en todas las pantallas conectadas
- Extender: Verás el escritorio en varias pantallas extendidas y podrás mover elementos
- Solo la segunda pantalla: Ver todo el contenido en la segunda pantalla
¿Qué es mejor? Generalmente lo más cómodo es extender el monitor para poder así arrastrar programas de un lado a otro y poder utilizar ambas para trabajar, para ver dos cosas diferentes en dos ventanas grandes, etc. Pero también es posible que queramos ver lo mismo dos veces con alguna intención concreta.
Proyectar la pantalla de otro ordenador en tu PC
Para proyectar la pantalla de un equipo en otro, es necesario contar con conexión a Internet, preferiblemente por cable, aunque también se puede hacer por WiFi, eso sí, con una calidad de señal y velocidad aceptables. Dicha función la podemos encontrar en la página de configuración de Windows 10, por lo tanto, lo primero que vamos a hacer es pulsar sobre el menú Inicio y hacer clic sobre el icono del engranaje o directamente pulsando la combinación de teclas Win+I. Esto hará que se nos abra la página de configuración de Windows 10 y donde tenemos que entrar en la opción Sistema > Proyección en este equipo.
Como podemos ver, en el panel de la derecha se nos cargarán los ajustes necesarios para proyectar la pantalla de otro dispositivo Windows en nuestro equipo. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es elegir la opción Disponible en todas partes de la lista desplegable que se muestra bajo el ajuste Los teléfonos y los PC Windows pueden proyectar a este equipo cuando te parezca bien.
En la siguiente opción, Pedir la proyección en este equipo, debemos seleccionar la opción Solo la primera vez y a continuación, también podremos indicar si queremos que se requiera PIN para realizar el emparejamiento de ambos equipos deslizando el interruptor de este ajuste. Abajo del todo, tendremos la opción Este equipo es detectable para proyección solo cuando está conectado, que por defecto estará activada y que también podemos cambiar si así lo queremos.
A partir de ahora, ya tenemos el equipo preparado para la proyección y es el momento de conectar el otro dispositivo. Antes de nada, debemos asegurarnos de que ambos equipos estén conectados a la misma red. Si todo es correcto, nos vamos al equipo cuya pantalla queremos proyectar en el nuestro y desde el Centro de Actividades pulsamos sobre la opción Conectar.
En ese momento comenzará a buscar los dispositivos disponibles para la conexión y aunque puede llevar un tiempo, nuestro equipo será detectados y podremos seleccionarlo para pulsar nuevamente en Conectar. En el equipo receptor nos aparecerá un mensaje que debemos confirmar para permitir la conexión e incluso nos puede pedir un PIN si así lo hemos configurado.
Una vez hecho esto, la conexión entre ambos equipos será establecida y en el equipo receptor podremos ver una nueva ventana donde podemos ver la salida de pantalla del otro equipo. Además, vamos a tener a mano algunas opciones más de configuración en el equipo de proyección como poder cambiar el modo de proyección, hacer que la pantalla del otro equipo se comporte como si fuera una pantalla externa o permitir la entrada de un teclado o ratón al ordenador receptor.
Fondos para doble pantalla
Si has elegido tener dos monitores, hay webs especializadas para descargar fotos para los que tienen este formato. Páginas como Dual Monitor Backgrounds tienen fondos de pantalla para Windows que permite que no se desencaje la imagen colocada como wallpaper. Como la mayoría de las páginas de este tipo, podemos elegir entre varias categorías diferentes como animales, coches, deportes, ordenadores… Y escogemos el que más nos guste. Podemos descargar una imagen completa para extenderla o colocarlos en uno y otro.
No solo hay webs que nos permiten un fondo para dos monitores, sino que hay otras para los que usan pantalla triple, como Triple Monitor Background con wallpapers de todo tipo, organizados por categorías y con imágenes lo suficientemente anchas como para colocarlas en todos los que tenemos. Además, podemos ordenar las imágenes por popularidad, por valoración, por fecha… o simplemente usar el buscador para encontrar lo que nos interesa o más nos gusta,
Para colocar la imagen no hay ningún problema porque automáticamente el ordenador lo detectará y podemos marcar el fondo completo si hemos elegido en configuración el apartado “varias pantallas”. Simplemente ve al escritorio, haz clic derecho en el ratón y abre la opción “personalizar”. Aquí, elige en el menú de la izquierda el apartado “Fondo”. Como ves en la imagen, podemos elegir establecerlo para todos los monitores o escoger para cuál de ellos queremos marcarlo como imagen. Completa o con ajuste mosaico para que se divida según las pantallas.
Consejos para trabajar con 2 pantallas
La disposición de las pantallas en el setup necesita que tener en cuenta una serie de aspectos de flujo de trabajo y criterios ergonómicos para sacar el mejor rendimiento. En primera instancia, debes utilizar monitores que tengan unas medidas iguales o similares y tengan la misma configuración de resolución, brillo, color y contraste para que los ojos no se vean afectados en cada ocasión que se pasa de uno a otro con la mirada.
Deben situarse a la misma altura y la parte superior quedar a la altura de los ojos. Si por ejemplo vas a utilizar un ordenador portátil, para no tener la vista hacia abajo es recomendable utilizar un soporte. Y la distancia para tener una visualización cómoda debe ser la longitud de un brazo. Otro elemento importante a la hora de colocar las pantallas es que determines la cantidad de tiempo que vas a utilizar cada una.
Si las 2 pantallas se utilizan el mismo tiempo
Cuando utilizas 2 dispositivos no podrás evitar ir girando el cuello para trabajar con ambos. El objetivo es reducir la distancia de estos movimientos para que 2 monitores no acarreen ninguna incidencia física y tener el máximo de comodidad durante la jornada laboral.
Por este motivo en la mesa deben colocarse centrados, justo delante de la cara si estamos sentados rectos. Uno al lado del otro tocándose el lado interior de cada uno. Se colocan en un pequeño ángulo, como un pequeño semicírculo, que permite ganar en confort en la postura de visualización.
Si una pantalla se usa bastante más que otra
En este caso, el monitor principal se sitúa en las mismas características que si solo tuviéramos uno, justo frente a nosotros, con el cuello que nos quede recto y la parte superior de la pantalla a la altura de los ojos. El monitor secundario se coloca al lado del ojo dominante.
Se puede saber cuál es fácilmente con un ejercicio, extendiendo el brazo y señalando un objeto que esté en dirección recta a ti. Cierra un ojo y después el otro. Con uno de los dos quedará centrado y ese es el dominante. La prueba también pude hacerse estirando el brazo y levantando el dedo pulgar. El monitor secundario estará en un ángulo de unos 30 grados respecto al principal para no forzar el cuello.
Tamaño de pantalla
Podemos mezclar y combinar los tipos de pantallas que tengamos en nuestro escritorio de trabajo, aunque es probable que queramos cierta consistencia. El tamaño de monitor más común es de 24 pulgadas, pero las pantallas de 27 pulgadas son cada vez más habituales. Tener pantallas del mismo tamaño será bueno para la simetría. También hay que tener en cuenta la resolución cuando compremos una. Una pantalla de 1080p en un monitor de 27 pulgadas puede parecer demasiado borrosa.
Los que más usan el doble monitor en Windows recomiendan una pantalla ultrapanorámica (34 pulgadas) combinada con una pantalla de 27 pulgadas en orientación vertical. Como indica el nombre, los ultrapanorámicos son muy anchos y pueden brindar la experiencia de dos pantallas, sin el bisel de la pantalla en el medio. Unirla a una pantalla en modo vertical significa que obtenemos suficiente espacio en el ultra ancho para ejecutar dos ventanas de navegador de tamaño completo una al lado de la otra, además de una pantalla vertical en el lateral para aplicaciones como Slack o el correo electrónico.
Configurar dos pantallas para gaming
Como ya te imaginarás, otro de los motivos por los que optar por una instalación con dos monitores es para potenciar tus sesiones de gaming. Eso aumenta tu rango de visión y te permite disfrutar de partidas más envolventes. Antes de comprar los monitores, o el segundo monitor si ya tienes uno, toma nota de lo importante que resulta que ambas pantallas sean similares o que, al menos, dispongan del mismo rango de conexiones. Eso hará la configuración mucho más sencilla y también te dará la garantía de otro aspecto importante: que la resolución y calidad de imagen que te proporcione la pantalla sea exactamente la misma que la otra.
Si uno de los monitores tiene modo Juego y funciones específicas para optimizar el gaming, la experiencia será realmente rara si la otra pantalla no dispone de ello. Lo que puedes ganar en inmersión quizá lo acabes perdiendo por la falta de soporte tecnológico. Además, comprueba que tu tarjeta gráfica tiene soporte para varios monitores y los tipos de conexión disponibles. Cuando ya te hayas decidido por dos pantallas y las tengas en las manos, ten paciencia con la configuración. Tras hacer lo que te hemos indicado en los puntos anteriores todavía deberás hacer ajustes para que puedas aprovechar la verdadera experiencia de gaming multipantalla. Ajusta todas las opciones que te proporcione el sistema y busca la mejor combinación de configuración dependiendo de las necesidades de tus juegos preferidos.
Y ten en cuenta que no todos los juegos son compatibles con una configuración de varias pantallas. La mejor solución para salir de dudas sobre si un juego es compatible o no, es buscar el nombre del juego y el término multipantalla en Google. Pero también puedes consultar uno de los listados de juegos compatibles con multipantalla que circulan por la red. Sí es verdad que cada vez hay más juegos que dan este soporte, pero todavía no es algo estándar. Por ejemplo, en 2022 se ofreció en títulos como Call of Duty: Modern Warfare II, Atelier Sophie 2: The Alchemist of the Mysterious Dream o A Plague Tale: Requiem. Y echando la mirada atrás se pueden encontrar juegos incluso de los años 90 que ya lo permitían, como el clásico Baldur’s Gate, Aliens versus Predator o incluso arcades disponibles en Mame.