Los controladores de software, conocidos también como drivers, son los que permiten que el ordenador se pueda ‘comunicar’ con los dispositivos de hardware. Se trata de un componente crucial para que periféricos, accesorios y componentes de hardware puedan funcionar de forma correcta. Y aunque Windows 10 puede comprobar de forma automática si existen drivers disponibles para dispositivos nuevos conectados al equipo, en algunas ocasiones se pueden producir problemas y errores que, evidentemente, se pueden resolver. Pero ¿cómo podemos solucionar problemas de drivers en el ordenador? Te comentamos qué debes hacer paso por paso para dar con la mejor solución.
Para ello, primero te hablaremos de los problemas más frecuentes relacionados con drivers, para después comentarte las soluciones más efectivas si tienes algún problema con drivers o cómo actualizarlos para ver si se soluciona de esta manera. Si nada de esto funciona, deberías contactar con el fabricante para que te diga qué debes hacer en este caso, o incluso llegar al nivel extremo de hacer un formateo para ver si así va bien, aunque lo mejor es buscar la solución de otra manera. Así que, sin más preámbulos, vamos a ello.
Tipos de drivers o controladores de Windows
Os hemos contado qué son los drivers, pero conviene saber qué tipo de controladores tiene nuestro sistema operativo Windows, y hay dos tipos básicos:
- Controladores en modo de usuario
Son aquellos que se ejecutan en modo de usuario, como su nombre bien indica, y normalmente nos van a proporcionar una interfaz entre una aplicación Win32 y controladores en modo kernel (el otro tipo de controlador que ahora os explicamos), o con otros componentes del sistema. Estos controladores se comunican con el kernel a través de llamadas al sistema y realizan operaciones en nombre del usuario, como la comunicación con dispositivos de entrada y salida.
Los controladores en modo de usuario son menos críticos para el sistema que los en modo kernel, ya que fallos en estos controladores no suelen afectar al funcionamiento del sistema operativo. Sin embargo, los controladores en modo de usuario pueden afectar la funcionalidad de las aplicaciones que dependen de ellos.
Algunos ejemplos de controladores en modo de usuario son los controladores de dispositivos de entrada, como los controladores de teclado y ratón, o los controladores de dispositivos de salida, como los controladores de impresoras o monitores.
- Controladores en modo kernel
Los controladores en modo kernel son necesarios para que el sistema operativo interactúe de manera adecuada con el hardware, como por ejemplo con una tarjeta gráfica, una tarjeta de sonido o una tarjeta de red. Estos controladores tienen acceso directo a los recursos del hardware y pueden controlarlo sin la intervención del sistema operativo. Los controladores en modo kernel son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema y su correcta interacción con el hardware. Si un controlador en modo kernel falla o tiene un error, puede causar problemas graves en el sistema, como bloqueos o fallos del sistema operativo. Por lo tanto, es importante que los controladores en modo kernel sean fiables y seguros.
En este caso se caracterizan por constar de componentes del sistema operativo para administrar E/S (entrada/salida), Plug and Play, memoria, procesos y subprocesos, seguridad, etc. Estos controladores suelen encontrarse distribuidos por capas (nivel superior, nivel intermedio y nivel inferior), por lo que dentro de los controladores en modo kernel tenemos:
- Nivel superior, que son los que suelen recibir datos de las aplicaciones, filtrar los datos y pasarlos a un controlador de nivel inferior que admita la funcionalidad del dispositivos.
- Nivel intermedio, como por ejemplo un disco virtual, un controlador de clase específico del tipo de dispositivo. Estos dependen de la compatibilidad de los controladores subyacentes de nivel inferior.
- Nivel inferior, que no dependen de otros controladores, ya que controlan directamente un dispositivo físico.
Problemas que se suelen dar con los controladores
Los controladores pueden dar lugar a problemas que afectan al correcto rendimiento de tu equipo y que llevan a consecuencias mayores, como que alguna aplicación no funcione, no se vea bien o este no vaya todo lo bien que debería, por lo que antes de nada vamos a comentar algunos de los problemas más frecuentes con los controladores y cómo solucionarlos. Puede ser que no encuentres un driver, que este sea antiguo y no sea compatible, o que se requiera actualizar (algo de lo que hablaremos después), que no sea compatible con algún programa que se ha instalado recientemente, con alguno que ya estaba y te has dado cuenta recientemente o que por alguna razón sea bloqueado por el firewall o incluso tu antivirus.
Drivers antiguos y problemas de compatibilidad
Puede que el problema sea que tenemos ciertos controladores o drivers antiguos que no son compatibles con la versión que tengamos de Windows 10. En ese caso, podemos echar mano del solucionador de problemas de compatibilidad que nos ofrece el propio sistema de Microsoft. De esta manera, podremos instalar o tener drivers para versión más antiguas de Windows en modo compatibilidad con la versión actual de nuestro sistema.
Para ello, lo primero que tenemos que hacer es abrir una ventana del explorador de archivos de Windows 10 y seguir los pasos que se muestran a continuación:
- Hacemos clic con el botón derecho del ratón sobre el archivo del controlador.
- Seleccionamos la opción Solucionar problemas de compatibilidad.
- Elegimos la opción Programa de solución de problemas.
- Activamos las opciones «El programa funcionaba en versiones anteriores de Windows, pero ahora no se instala ni se ejecuta», «El programa se abre, pero no se muestra correctamente» y «El programa requiere permisos adicionales».
- A continuación, pulsamos en Siguiente.
- Seleccionamos la opción de Windows compatible y hacemos clic en Siguiente.
- Ahora hacemos clic en Probar el programa.
- Aplicamos la configuración seleccionando la opción Sí, guardar esta configuración para este programa.
Ahora ya podemos comprobar si al instalar un driver en modo compatibilidad con una versión antigua de Windows, los problemas se solucionan.
Bloqueo del Firewall de Windows
En ocasiones, el problema de algunos dispositivos se debe a que puede estar bloqueado por el Firewall o el antivirus. Puede que por alguna razón hayan bloqueado el controlador. Si los desactivas uno a uno podrás comprobar si el problema se debe a ello. Después de hacer las comprobaciones oportunas, puedes volver a instalarlo, siempre que este no sea el problema.
Una vez que has comprobado que el problema no se debe a ninguno de estos sistemas de seguridad, debes seguir buscando la causa. Si es por esta razón, debes conocer qué es lo que motiva a bloquear el programa. Desinstala y vuelve a instalarlo desde su sitio oficial para ver si así no da problemas. También puedes, si el controlador es de confianza, cambiar de sistema de seguridad si esta y solo esta es la causa. Antes de esto último, haz otras comprobaciones.
Incompatibilidad de programas
En ocasiones, el fallo de un controlador puede ser debido a otro programa que se ha instalado recientemente. De esta forma, la nueva instalación ha podido hacer un cambio en los drivers concretos modificándolos o dañándolos. Esto crea la necesidad de buscar los controladores en un sitio de confianza como la página oficial del servicio para poder instalarlos nuevamente en su versión completa no dañada.
Si no encuentras el programa en esta página ni en ningún otro sitio, puedes contactar con el soporte técnico del controlador en concreto o utilizar algún programa creado para solucionar problemas con los drivers. En todo caso, otra solución puede ser quitar un programa reciente y volver a instalarlo posteriormente para conocer si este es el problema.
Solucionar problemas relacionados con drivers
Más allá de los problemas frecuentes y cómo darles solución a estos, te damos algunos de los mejores consejos para solucionar problemas relacionados con los controladores en Windows. Son comprobaciones y acciones básicas que pueden acabar con estos en poco tiempo, como es el caso del solucionador de problemas que busca si hay alguno y lo corrige, entre otros.
Solucionador de problemas de hardware de Windows 10
Si lo anterior no resuelve los problemas de drivers que pueda estar sufriendo nuestro ordenador, podemos recurrir a otra herramienta automática del sistema, que es el solucionador de problemas de hardware. Esta vez tendremos que ir a la barra de tareas y, en el cuadro de búsqueda al lado de Inicio, escribiremos ‘Buscar y corregir problemas’ para seleccionar el primer resultado, que debería ser ‘Buscar y corregir problemas con dispositivos’.
Usaremos las Opciones avanzadas y, dentro de la herramienta, seleccionaremos la opción de Aplicar reparaciones automáticas para que, en caso de detectar problemas con los drivers o controladores, Windows 10 pueda aplicar por sí solo los cambios que sean necesarios. Ahora sencillamente tendremos que pulsar sobre Siguiente y, en el proceso guiado dentro de la herramienta de Windows 10, seguir los pasos que se nos vayan indicando.
Administrador de dispositivos
Si lo anterior no hay funcionado, hay varias opciones adicionales y algunas de ellas son directamente desde el Administrador de dispositivos. Podemos encontrarlo buscándolo en la barra de tareas, como antes. Y una vez abierto, el primer paso e intento será buscar el dispositivo que esté teniendo problemas con los drivers, hacer clic derecho sobre el mismo y seleccionar la opción ‘Actualizar software de controlador’. Ahora, solo nos quedará pulsar la opción ‘Buscar automáticamente software de controlador actualizado’ con la intención de que el sistema de actualizaciones automáticas solucione el problema.
Dentro del mismo Administrador de dispositivos tenemos otra opción, que es instalar el driver genérico de Windows 10 para un dispositivo, en caso de que exista. Aquí, el primer paso será buscar el dispositivo conflictivo, hacer clic derecho y pulsar Desinstalar eligiendo también la opción ‘Eliminar el software de controlador de este dispositivo’ y, ahora sí, pulsando Aceptar. Cuando acabe el proceso se recomienda reiniciar el equipo.
Si esto sigue sin funcionar, entonces es cuando usaremos el driver genérico para el dispositivo. Lo haremos dentro del Administrador de dispositivos una vez más, haciendo clic derecho en el dispositivo conflictivo y pulsando ‘Actualizar software de controlador’ para, a continuación, escoger la opción ‘Buscar software de controlador en el equipo’. Esto nos serviría para instalar un driver de forma manual, pero en esta ocasión procederemos escogiendo la opción ‘Elegir en una lista de controladores de dispositivo en el equipo’. Y entonces, activaremos la casilla ‘Mostrar el hardware compatible’ y, del listado, seleccionaremos un controlador adecuado para que se instale de la forma habitual.
Controladores ocultos
Es posible que algunos controladores no estén visibles en el Administrador de dispositivos, generalmente aquellos que son configurados por parte del fabricante de nuestro ordenador y que requieren de una instalación manual. Para mostrarlos, tenemos que abrir el Administrador de dispositivos y a continuación, pulsamos sobre la opción de menú Ver y hacemos clic en Mostrar dispositivos ocultos.
Esto hará que se muestren estos dispositivos cuyos drivers pueden estar causando problemas en Windows 10 y que, por lo tanto, ya podremos actualizar. En esta ocasión, lo normal es que requieran de una instalación manual, por lo que probablemente tendremos que ir a la web del fabricante, descargar el controlador más actualizado e instalarlo en nuestro equipo.
Actualizar los drivers
En muchas ocasiones, la mejor forma de lograr que los drivers funcionen correctamente es actualizándolos. Esto también es bueno para tener la versión más actual y segura, evitando así que tu ordenador se vea afectado por esta causa. Además de mantener tu equipo y aplicaciones actualizados, debes hacer esto mismo con los controladores. Puedes hacerlo manualmente, aunque te comentamos cómo hacerlo según algunos modelos y con herramientas externas, aunque también puedes haberlo hecho antes con el administrador de dispositivos.
Hacerlo con Windows Update
Windows Update es la herramienta de actualizaciones propia del sistema operativo Windows 10. Y entre muchas otras funciones, se ocupa de los drivers del sistema. Por eso, es una de las comprobaciones que debes realizar, así que te comentamos cómo. En caso de que tengamos problemas con ellos, podemos hacer lo siguiente:
Acceder a la barra de tareas y, en el cuadro de búsqueda, escribir ‘actualizaciones’ para seleccionar aquí Buscar actualizaciones, que debería ser el primer resultado sugerido. Una vez aquí, de nuevo pulsaremos en Buscar actualizaciones para que se localicen, si existieran, nuevas versiones de controladores o incluso drivers que no hayan llegado a ser instalados aún. Y mientras, podemos pulsar en ‘cambiar horas activas’ para establecer en qué horario queremos que el ordenador se pueda reiniciar para aplicar actualizaciones de forma automática. Evidentemente, deberíamos seleccionar un horario en que usamos el ordenador de forma habitual, para que los reinicios se hagan únicamente cuando el PC esté en desuso.
Es necesario tener el equipo y los controladores actualizados para solventar posibles problemas de compatibilidad, de seguridad o actualizarse a las nuevas mejoras implementadas.
Actualizar controladores de Intel, AMD y NVidia
Puedes actualizar los controladores de Intel con una herramienta gratuita que ha sido habilitada al efecto. También puedes hacerlo manualmente accediendo a la web de Intel y descargando el controlador correspondiente para extraerlo en tu ordenador.
En el administrador de dispositivos vas a “controladores de sonido, de vídeo y dispositivos de juego”. En propiedades, da clic derecho del ratón. Accede al controlador y da a actualizar. Podrás seleccionar la carpeta extraída para hacer la actualización, y si todo sale bien puede que todo funcione perfectamente.
Puedes descargar la herramienta gratis de AMD para proceder a su actualización de una forma muy sencilla. Sin embargo, si quieres que este proceso sea manual puedes ir a la página de AMD y descargar los controladores necesarios. Solo tienes que seguir los mismos pasos indicados para los controladores de Intel, pero en este caso utilizando los drivers AMD.
Puedes hacer lo mismo en el caso de Nvidia, que también tiene una herramienta Nvidia para hacer el proceso automático. La actualización manual sigue los mismos pasos tras instalar los controladores correspondientes.
Herramientas para actualizar los drivers
Para poder resolver los problemas de drivers podemos recurrir a ciertos programas que nos servirán para actualizarlos y así intentar que con las nuevas versiones no tengamos más molestias.
Snappy Driver Installer
Bueno ejemplo de esto es Snappy Driver Installer. Esta aplicación gratuita en su versión Lite, tiene un sistema de búsqueda de los drivers que podría necesitas nuestro sistema. Es portable, por lo que podremos llevar en un USB y conectarla a cualquier ordenador sin necesidad de tener que andar instalándola. Podremos aplicar las actualizaciones a todos los drivers que lo necesiten al mismo tiempo. la cantidad de drivers que nos otorga es bastante considerable y con ellos podremos tenerlos todos a día y así evitar que nos den problemas.
Drive Talent
Drive Talent es otra opción que analiza nuestro ordenador y localiza aquellos drivers que necesiten actualizarse, para poder descargarlo e instalarlos desde el propio software. Tiene una versión gratis, aunque tan solo lo podremos utilizar al completo durante un minuto.
Si adquirimos la versión Pro no tendremos limitaciones, y entonces podremos aprovecharnos de una herramienta que funciona realmente muy bien y que tiene un catálogo de drivers realmente extenso por lo que no será difícil que detecte todos aquellos que necesiten una buena actualización y por consiguiente que funcione con lo último de último que la marca ha dispuesto para él. Así será muy probable que toda vuelta a funcionar correctamente y disfrutemos del PC sin ningún tipo de sobresalto.
Contactar con el fabricante de nuestro equipo
Si hemos probado todo lo anterior, pero los problemas con los drivers en Windows 10 continúan, lo mejor será es que contactemos con el fabricante de nuestro ordenador. De esta manera, podremos solicitar que nos hagan una revisión del equipo y que puedan hacer una configuración manual de los controladores instalados por él mismo para que no tengamos problemas con ellos en la versión que tengamos instalada de Windows 10 en el equipo.
Puede que haya alguna actualización nueva que no conozcamos o que nos digan el mejor modo de solucionar los problemas de ciertos drivers en la actualidad. Nada mejor que los propios fabricantes para ayudarnos con los problemas de drivers, aunque esto suponga tener que llamar a un teléfono o contactar por otra vía que lleva más tiempo que las comprobaciones antes mencionadas. Por ello, es la opción recomendable cuando no funciona lo demás.