Samsung apunta alto dentro de su última demanda presentada contra Apple en la llamada guerra de patentes. La firma coreana ha incluido el iPhone 5 en la lista de dispositivos que vulnerarían su propiedad intelectual al utilizar supuestamente varias de sus tecnologías sin su permiso.
La última sentencia en Estados Unidos ha dado alas a Samsung. En el país noteamericano un juzgado ha anulado recientemente la retirada del Galaxy Tab 10.1 al considerar que no infringe las patentes de Apple, lo que ha servido al fabricante asiático para atacar en forma de demanda a su gran rival en la llamada guerra de patentes. De este modo, la compañía ha incluido el último gran lanzamiento de los de Cupertino, el iPhone 5, dentro de la lista de equipos que en su opinión infringen varias de sus patentes.
«No tenemos más opción que la de tomar las medidas necesarias para proteger nuestras innovaciones y derechos de propiedad intelectual», explicaba Samsung en un comunicado donde justifica su acción para defenderse de las «agresivas medidas legales que limitan la competencia en el mercado» tomadas por Apple. Con la inclusión del nuevo móvil de la firma norteamericana, Samsung hace efectiva la demanda que ya adelantó el pasado mes de septiembre, cuando vaticinaba que el iPhone de sexta generación infringiría sus patentes «del mismo modo que otros modelos de iPhone ya acusados».
Samsung argumenta que Apple ha violado también con el iPhone 5 varias de sus patentes. Entre ellas estarían relacionadas las correspondientes a conectividad Bluetooth, sincronización multimedia entre dispositivos, el sistema de reconocimiento de escritura manual en pantalla táctil, la utilización de cámaras en dispositivos móviles o la transmisión de vídeo remoto a través de estos equipos.
El movimiento del fabricante del Samsung Galaxy S3, el gran rival del nuevo iPhone 5, se conoce después de que el Tribunal del Distrito Norte de California anulase la prohibición de ventas que impuso sobre la tableta Galaxy Tab 10.1. «Estamos muy contentos con la acción, que reivindica nuestra posición de que no hubo ninguna infracción de patentes de diseño de Apple y no era adecuada la medida cautelar», señalaba la compañía coreana.
No obstante, esta victoria se señala como excepcional por ahora, puesto que hasta ahora Apple parece la gran vencedora en esta guerra. La sentencia del pasado mes de agosto que obligó a la compañía asiática a pagar 1.000 millones de dólares -una de las más grandes de la historia en este sector- a Apple así lo confirmaba. Además, el tribunal no cerró la puerta a la prohibición de ventas de dispositivos de Samsung en territorio estadounidense, sobre lo que decidirá en diciembre. ¿Conseguirá Samsung dar la vuelta a la tortilla y que se declare entre otros al iPhone 5 como infractor de sus patentes?