Con el ADSL llegando a los límites teóricos máximos en velocidad, y con una necesidad creciente de ancho de banda para ofrecer contenidos de televisión a través de Internet en Alta Definición y sobre todo mayor velocidad en las descargas, la tecnología avanza y se presentan las nuevas soluciones que permitirán multiplicar por cien nuestras conexiones.
El futuro más cercano es el VDSL2, tecnología que cada vez es más conocida y que en los próximos meses aterrizará en nuestros hogares de la mano de Telefónica, pero, ¿Cómo será la banda ancha que llegue a las zonas rurales? El BPL o los estratélites serán algunas de las soluciones.
Un artículo de Terra nos desvela el futuro más cercano de la banda ancha y menciona aspectos muy interesantes.
BPL: El «Broadband over Power Lines» o Banda Ancha sobre líneas eléctricas, es una aplicación de un concepto más general conocido como PLC (Power Line Communications), y pensada específicamente para llevar Internet a las casas a través del mismo cableado que se utiliza para suministrarnos corriente eléctrica. Después del fracaso de varios proyectos piloto en Zaragoza o Madrid, se está reenfocando como producto pensado para llevar la conexión a Internet a zonas rurales y aisladas donde no es económicamente viable crear centralitas ADSL o donde el único cable que llega es el de las líneas eléctricas. Dado que muchos problemas provienen del paso de la señal a través de los transformadores que llevan la electricidad a las casas, se estudia un uso conjunto con tecnologías como el WiMax, llevando la conexión a través de la red eléctrica hasta un repetidor WiMax, que se ocuparía de distribuir el último tramo hasta los hogares a través de la conectividad inalámbrica.
Ver vídeo sobre BPL o PLC
Estratélites: Otra solución para zonas aisladas viene de las alturas. Hoy en día ya existen soluciones de internet a través de conexiones vía satélite, pero consisten en una antena receptora, requiriendo una conexión telefónica para enviar información. Además, poner un satélite en órbita es muy caro, y los tiempos de tránsito de la señal son largos (para lo que estamos acostumbrados en las conexiones a Internet terrestres).
Así, la solución viene en forma de dirigible: son los llamados «stratélites» (combinación de satélite + estratosférico). Estos dirigibles están diseñados para flotar a una altura de unos 20 Km, por encima de las corrientes de chorro y los fenómenos atmosféricos que puedan desestabilizarlo o desplazarlo de su posición.
WiMAX: Las tecnologías inalámbricas actuales que nos permiten conectarnos a Internet, WiFi y UMTS/HSDPA, cumplen a la perfección su cometido, pero tienen una limitación fundamental: el alcance. Para obtener una conexión de suficiente calidad como para poder disponer de todo el ancho de banda disponible, debemos estar bastante cerca del repetidor, por lo que su funcionalidad se ve significativamente mermada. La solución parece estar en manos de un nuevo estándar conocido como WiMax, que toma lo mejor de cada tecnología y nos permite conexiones hasta a 50 Km de distancia a velocidades que pueden llegar a los 75 MBit/s. Si bien no es una velocidad muy alta para dividirla entre un gran número de usuarios (como en una ciudad), sí que parece perfecta para núcleos poco poblados o zonas en las que la implantación de las redes 3G no sea rentable. (Euskaltel ya tiene 500 clientes con esta tecnología)
FTTH: «Fiber To The Home», o Fibra Optica hasta casa, es la nueva apuesta de las compañías de telefonía, y consiste, como su nombre indica, en realizar una instalación de fibra óptica desde los nodos de distribución hasta nuestras casas, ya sea mediante conexiones punto a punto o mediante cableado compartido por más de un usuario.
La ventaja principal de este sistema es la velocidad, dado que gracias a la fibra óptica, se pueden conseguir tasas de transferencia superiores a los 600 Mbit/s, aunque seguramente se comercializarán conexiones de 100 MBit/s simétricas (100 Mbit/s de subida y 100 MBit/s de bajada). Telefónica ya está realizando pruebas localizadas para testear esta tecnología, que combinada con VDSL2 podría hacer que en no demasiado tiempo los anchos de banda disponibles en nuestras ciudades se multipliquen por cien).