El tremendo éxito cosechado por Apple con el estreno de sus nuevos iPhone 5s y 5c contrasta con la mala situación por la que atraviesa Blackberry. La firma canadiense continúa sumando cifras muy negativas tal y como demuestran los datos del tercer trimestre del año.
Hace apenas una semana conocimos el número de ventas alcanzado por Apple en el primer fin de semana en el mercado de los nuevos iPhones. Con nada menos que 9 millones de unidades vendidas en tres días, los de Cupertino se anotaban un nuevo récord y mostraban a sus competidores cómo sus productos logran hitos inalcanzables para la inmensa mayoría. Blackberry ocupa sin duda una parte de ella.
No en vano, sus cifras de venta son muy escasas si se compara con las de la firma californiana. En el tercer trimestre del año (entre junio y agosto, el segundo del año fiscal) el fabricante canadiense vendió 3,7 millones de teléfonos, dos veces y media menos que Apple en el primer fin de semana de sus nuevos terminales. Ni siquiera Blackberry 10, su renovado sistema operativo, ha servido para que crezca el interés por unos dispositivos cuyos días de gloria parecen cosa del pasado.
Otra de las demoledoras cifras que hemos conocido recientemente es la de las pérdidas económicas logradas por la compañía en este periodo. En solo tres meses se dejó por el camino 965 millones de dólares (713 millones de euros), lo que supone nada menos que un 310,6% más de caída que los 235 millones de dólares (174 millones de euros) que perdió en el mismo periodo de su anterior ejercicio fiscal.
Thorsten Heins, presidente y CEO de Blackberry, no tuvo reparos en admitir que estos datos resultaban "muy decepcionantes" e impulsarán un profundo cambio en la empresa. La primera gran medida, conocida a comienzos de este mes, será despedir a 4.500 trabajadores, el 40% de su plantilla de empleados. Con ello pretende ahorrar costes para ser más competitiva, aunque no será la única medida a tomar. En los últimos días también supimos de la adquisición del fabricante por parte del fondo de inversión canadiense Fairfax Financial Holdings en una operación cifrada en 4.700 millones de dólares.
"Lo que debe hacer Fairfax es centrarse en los servicios para empresas, donde Blackberry es más efectivo y más puede innovar", aseguran analistas del sector. No obstante, la gestión podría sufrir un lavado de cara, puesto que la estrategia llevada por Heins ha fracasado por completo. En cualquier caso, parece poco probable que la firma renazca hasta repetir su saneada situación de años atrás. Los tiempos han cambiado y ahora son Apple y Samsung el espejo en el que mirarse.