Bill Gates no se ha mostrado satisfecho con los últimos movimientos de Microsoft en el mercado tecnológico. En una entrevista concedida a la CBS ha recelado de la labor que está realizando Steve Ballmer al frente de la compañía, especialmente en el sector móvil.
Si hay una voz que tiene potestad para hablar de Microsoft ésa es la de Bill Gates. El cofundador de la compañía se ha unido a la corriente de opinión crítica con algunos de los últimos movimientos de la firma que creó por considerarlos desacertados. Aunque la mayor parte de estas críticas han ido dirigidas a Windows 8, en el caso de Gates ha señalado a la irrupción en el mercado móvil como el gran tropiezo que ha tenido el gigante estadounidense en los últimos años.
«Hay un montón de cosas, como los teléfonos móviles, donde no tomamos la delantera al principio. No perdimos este mercado, pero la forma en la que entramos no nos permitió obtener el liderazgo», afirmó Gates en la entrevista. El anterior consejero delegado de la firma calificó como «un claro error» su irrupción en este mercado, tal y como demuestra su escaso 2,4% en cuota de mercado frente al aplastante dominio de Android y iOS de Apple.
Recordemos que en 2007 la compañía lanzó Windows Mobile, que en un principio tuvo una buena acogida entre el pública. Sin embargo, la irrupción del iPhone de Apple, el dominio de Symbian y el auge de las Blackberry lo acabaron relegando mientras Android daba sus primeros pasos. En 2010 intentó resarcirse con el lanzamiento de Windows Phone 7, pero como ahora reconoce Gates, ya era demasiado tarde. Su última apuesta, Windows Phone 8, parece haber tenido mejor estreno, aunque su progresión no es tan rápida como gustaría en la sede de Redmond. Asimismo, el estreno de Windows 8 en su versión RT para tabletas ha sido muy discreto.
Por otro lado, Gates reconoció otros aciertos y malos pasos dados por la compañía norteamericana liderada por Steve Ballmer. «Tanto él como yo somos personas tremendamente autoexigentes. Hay un montón de cosas asombrosoas que la compañía ha producido en el último año bajo el liderazgo de Steve, grandes proyectos como Windows 8 o el recién llegado Surface», señaló dejando una puerta abierta a la autocrítica. «¿Es todo esto suficiente en términos de innovación? No, ni él ni yo estamos satisfechos«, aseguró.
Así pues, Gates reconoce parte del descontento que ya han mostrado otras compañías con la estrategia seguida por Microsoft. La mayoría de éstas se han centrado en W8, algo que también parece empieza a ser asumido por la compañía, tal y como confirma el desarrollo de Windows Blue, la versión mejorada del controvertido último sistema operativo de la firma.