Entrar a una web por primera vez se está tornando cada vez en algo más difícil, ya que hay alertas de todo tipo de elementos como cookies, adblock, notificaciones, newsletter, ubicación y todo tipo de elementos que saltan al entrar. Muchas webs han optado por incluir una aceptación “pasiva” de estas cookies, pero la UE avisa de que esta práctica no es equivalente al consentimiento.
El TJUE afirma que no se puede marcar por defecto el consentimiento de las cookies
Ha sido el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el que ha sentenciado esta semana que no vale que un sitio web marque por defecto la casilla de las cookies, o que si ignoramos el mensaje que aparece en la parte inferior se considere que el usuario las está aceptando. Así, por incómodo que sea, es el usuario el que debe dar consentimiento expreso.
En muchas webs, la forma en la que esta propuesta esta casilla es que viene premarcada, y el usuario tiene que hacer click expreso en ella para desmarcarla como señal de que no acepta las cookies de la página web.
A través de las cookies, una página web puede establecer un seguimiento de la navegación del usuario. Por ejemplo, si añadimos un producto a la cesta de Amazon sin estar logueados con nuestra cuenta, cerramos la web, y luego volvemos a entrar más adelante, el producto seguirá ahí ya que se ha guardado en las cookies. También se usan para recopilar información a la hora de dirigir anuncios.
El TJUE ha tenido que pronunciarse a este respecto después de que la empresa Planet49, marcase por defecto la casilla cuando los usuarios se conectaban a su página web de juegos online. La interpretación del tribunal sobre la ley europea de privacidad en las comunicaciones electrónicas ha sido clara.
Los navegadores deberían ponernos más fácil aceptar las cookies
Además, la decisión es independiente de si la información almacenada del usuario tiene o no carácter personal. La ley lo que busca es que no haya interferencia en su vida privada evitando que se escondan identificadores en las cookies que permitan asociar un dispositivo a un usuario concreto. Además, ha de informarse al usuario de la duración de esas cookies en el dispositivo, así como si terceros podrán acceder a ellas.
Han pasado ya un par de años desde la introducción de esta normativa que hace que entrar por primera vez a una web sea un tostón, ya que además el navegador no sincroniza nuestras preferencias con la nube. Si reinstalamos el navegador, perdemos todas las cookies que hayamos aceptado en el pasado, y éstas tampoco se sincronizan entre dispositivos. Los navegadores web tienen la clave para poder solucionar este problema, donde deberían poner una opción en la que fuera el usuario el que decidiera aceptar las cookies en todas las webs, o que se guarden en las que queremos que eso sea así.