Copyright y Klingon ¿quién tiene los derechos del lenguaje de Star Trek?
¿Quién tiene los derechos sobre Star Trek? ¿Puede un fan o un grupo de fans crear una película utilizando sus elementos principales? La cuestión se encuentra actualmente en la justicia que tendrá que decidir sobre la demanda planteada por Paramount Studios contra el corto Prelude to Axanar.
Prelude to Axanar es un corto hecho por fans de Star Trek que destaca por encima de todos por haber conseguido una ronda de financiación espectacular en Kickstarter y contar con algunos reconocidos actores en el mundo de la ciencia ficción. Se trata de la precuela de la película que está planeada para más adelante.
A principios de año, Paramount Pictures y CBS Studios presentaron una demanda judicial contra los responsables de la película acusándolos de infringir los derechos de Copyright. Estos reclaman los derechos sobre varios elementos del universo Star Trek como los personajes, las especies, las ropas, los colores, las formas, las palabras e incluso el lenguaje Klingon.
Para el que no lo sepa, Klingon es una lengua construida y artística, desarrollada por Marc Okrand para los estudios Paramount Pictures, como lengua vernácula de la raza klingon en el universo de Star Trek (Wikipedia).
¿Se puede usar el Klingon libremente?
Los responsables del fanfilm han declarado en varias ocasiones que los elementos señalados por Paramount Pictures no se infringen porque no están protegidos por los derechos del Copyright. Argumentan que el lenguaje Klingon no se puede proteger de esta forma debido a que no es más que una idea.
Sin embargo, desde Paramount y CBS no están muy de acuerdo con todo esto. En su respuesta cuentan que los argumentos de los creadores de Prelude to Axanar no se sostienen debido a que este lenguaje sólo es útil si puede intervenir personajes de esa procedencia con los que comunicarse.
La U.S. Copyright Office no dice nada sobre las opciones de proteger con este mecanismo un lenguaje construido o ficticio. Para obtener más información hay que recurrir a Harvard Journal of Law & Technology en 2014 donde se explica que una demanda de estas características tiene todas las papeletas de no llegar a ningún sitio.
Sin tener claro lo que pasará finalmente con esta demanda, lo cierto es que resulta curioso comprobar lo que puede llegar a generarse con el lanzamiento de una película hecha por fans que ha conseguido destacar por encima del resto por razones como sus protagonistas o el dinero recaudad en una campaña de crowdfunding.