Tres son los sistemas operativos de escritorio principales, igual que en el ecosistema móvil y, sin embargo, dos son los que se llevan la mayor cuota de mercado con diferencia en ambos campos. En dispositivos móviles, Android lidera con casi un 90% de cuota de mercado, al igual que Windows en sistemas de escritorio. ¿Por qué es aceptado el «monopolio» de Android, y no el de Windows?
Si consultamos la cuota de mercado correspondiente a Android, en cuanto a sistemas operativos móviles, podemos apreciar que se acerca «peligrosamente» al 90%. Y en el caso de los sistemas operativos de escritorio, con Windows ocurre exactamente lo mismo. Mientras que en el campo de los teléfonos inteligentes y tabletas Apple mantiene un segundo puesto con iOS, en los sistemas de escritorio es también la misma compañía la que mantiene la segunda posición, pero con OS X. La situación, en realidad, es prácticamente igual, con la diferencia de que en sistemas operativos móviles es Google quien lidera, y en escritorio es Microsoft.
Android y Windows, liderazgo por coste
Otra de las similitudes que acercan a Microsoft y Google en cuanto a Windows y Android, sin duda, es precisamente lo que les diferencia con respecto a Apple. Una de las diferencias principales es el «coste» de los productos gracias a los cuales han alcanzado una cuota de mercado tan alta. Mientras que Apple mantiene en telefonía e informática unos precios elevados y productos principalmente de gama alta, Android y Windows han sabido posicionarse en compañía de hardware menos potente, al mismo tiempo que con productos de precios inferiores por su categoría. Ahora bien, Windows y Android cubren un espectro de productos mucho más amplio que Apple con iOS y OS X, por lo que también podemos encontrar dispositivos -ordenadores, teléfonos y tabletas- de gama alta. Básicamente es esta la «ventaja competitiva» de Windows y Android, y es que abarcan más productos por cantidad, variedad y precio.
Dedicación exclusiva al software
Por otra parte, también une a Windows y Android la estrategia que Microsoft y Google han aplicado con estos dos productos de software. Mientras que Apple se centra en crear una simbiosis entre hardware y software, todo ello dentro de la misma compañía, Microsoft y Google enfocan su software como producto aislado que se combina con el hardware de otros «vendedores». Es cierto que ambas compañías también tienen su propia línea de hardware -Nexus y Surface entre otros-, pero la estrategia principal se basa en esta pauta. En cualquier caso, esta «característica» es la que deriva, en cierto modo, en lo que explicábamos en las líneas anteriores, es decir: mayor variedad de dispositivos.
Lo que a Microsoft le faltó para liderar como Android: Linux
Son parecidos, de acuerdo, pero Android y Windows también tienen diferencias fundamentales. No hablamos de que uno esté orientado a teléfonos inteligentes y el otro a sistemas de escritorio, sino de la estrategia que desarrollábamos anteriormente. Mientras que Windows es un sistema operativo «cerrado» y con un sistema de distribución de licencias algo «abusivo» hacia los consumidores, Android es un sistema operativo de código abierto y abusivo en su sistema de distribución de licencias, sí, pero de cara a los fabricantes.
Uno de los principales problemas en la aceptación del «monopolio» Windows es precisamente este. En primer lugar, las restricciones que Microsoft aplica a sus usuarios con respecto a la modificación del sistema operativo que distribuye, lo que en Android no existe y los usuarios disfrutan gracias al «root», las modificaciones del sistema -MODs-, las ROMs personalizadas y otro tipo de experiencias de la «scene».
Y sí, Google también «abusa» con su estrategia de distribución de Android, obligando a los fabricantes a introducir toda su suite de software -Google Apps- con la visibilidad máxima posible, entre otras condiciones. ¿La diferencia? Mientras que Microsoft aplica restricciones y duras condiciones hacia los consumidores, Google hace algo muy similar, pero lo aplica a los fabricantes. Evidentemente, los fabricantes tienen una capacidad de soporte de estos «abusos» mucho mayor que los consumidores, que no sólo no están dispuestos a asumir estas «cargas estratégicas», sino que tampoco están dispuestos a asumir el coste de las licencias cuando no se adquiere Windows junto al hardware completo. Porque, ¿os imagináis tener que pagar por una ROM personalizada con Android 5.0 Lollipop para un terminal que compramos con Android Jelly Bean? Eso es lo que Microsoft pretende que hagamos con su sistema operativo Windows.