Residencia virtual: qué es y que ventajas aporta

Residencia virtual: qué es y que ventajas aporta

David Valero

Estonia será el primer país del mundo que otorgará la residencia virtual. Esto permitirá que ciudadanos que no vivan en ese territorio puedan acceder a servicios públicos en Internet en las mismas condiciones que los ciudadanos residentes allí. El coste de la solicitud será de 50 euros y comenzará a tramitarse a final de año.

Ayer conocíamos la noticia de que la República de Estonia será el primer país del mundo en ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de obtener la residencia virtual en ese estado. Este concepto es algo novedoso y permitirá a personas de otros territorios obtener la firma digital en ese país y acceder a contenidos en la red de diferentes departamentos públicos. Otros territororios pueden seguir el ejemplo para comenzar a implantar esta clase de opciones para facilitar multitud de trámites y ahorrar mucho papeleo a los ciudadanos de terceros países.

¿Qué es la e-residencia?

La residencia virtual o e-residencia es la equiparación de derechos y accesos en Internet de ciudadanos que no tienen establecida su residencia física en un país determinado, pero que en el ámbito de los servicios telemáticos tendrían una condición reconocida de igual forma al resto de ciudadanos de ese territorio. Por el momento, esta condición no está ligada a la obtención de la residencia legal en dicho país ni a la obtención de un reconocimiento como ciudadano del mismo.

¿Qué ventajas aporta la residencia virtual?

Todos hemos sufrido alguna vez las colas en la Administración o entidades bancarias. Debido a situaciones económicas como la que atravesamos actualmente, con fuertes ajustes y recortes de personal, esta problemática se acentúa y hacer un uso de los servicios telemáticos resulta casi imprescindible en muchos casos. Para las personas de otros países, el problema se agrava ya que suele ser necesario realizar trámites extra y reunir documentación adicional, algo que a través de Internet se puede agilizar en gran medida.

electronica

Para el caso de Estonia, que comenzará a emitir las residencias virtuales a finales de este año, las firmas digitales realizadas por residentes virtuales serían consideradas igualmente válidas a las firmas manuscritas, agilizando multitud de trámites con entidades bancarias de ese país, gestiones con la administración o el acceso a otros servicios públicos en la red.

La residencia virtual, un modelo que puede expandirse

Estonia es pionera en esta iniciativa, que ha buscado en este caso ejercer de motor para la creación de nuevo tejido económico, dotando de más facilidades a empresarios e inversores de otros países. Es por ello que el precio fijado para la obtención de la e-residencia es de 50 euros, aunque por el momento sigue siendo necesario tramitar la solicitud de la misma en una oficina de policía o un puesto fronterizo habilitado a tal efecto, aunque se espera que en un futuro se pueda tramitar en todas embajadas.

España está llevando a cabo un plan por el cual remodelar y modernizar buena parte de los servicios y trámites que pueden desempeñarse en la administración, aunque por el momento no hay planes para instaurar una e-residencia que permita ir más allá de la figura legal que se ha alcanzado en Estonia. Lo cierto es que además de ello, sería necesario crear una cultura tecnológica para que los ciudadanos fueran capaces de hacer un uso habitual y normalizado de esta clase de servicios.