Cada vez son de mayor tamaño los sensores de nuestros teléfonos inteligentes y más avanzada la tecnología que determina la calidad final de las fotografías. Sin embargo, la gran mayoría de dispositivos móviles continúan almacenando las capturas en formato comprimido JPG, lo que supone una enorme pérdida de calidad. ¿Qué supone la llegada del formato RAW?
Comenzó a llegar a los teléfonos inteligentes el pasado año 2013 de la mano de Nokia, compañía que a lo largo de su historia dedicada al sector de la telefonía destacó por sus cámaras de fotos integradas en equipos móviles. Hablamos de formato RAW, el cual conocerá cualquier fotógrafo, aunque no se dedique a la fotografía como «forma de vida» o negocio. En esta publicación queremos abordar ciertas nociones básicas en relación con el formato de almacenamiento de las capturas que hacemos con un teléfono inteligente. Además, como cierre de este artículo podréis encontrar los teléfonos inteligentes que ya hacen fotografías en .RAW y de qué aplicaciones os podéis valer.
Antes que nada aclararemos que, aunque prácticamente siempre se habla de «RAW», no siempre es exactamente el mismo formato, no todos se ciñen a un estándar para los archivos, siendo el más popular el Digital Negative Format de Adobe.
Menor compresión y mayor profundidad de color
El mayor beneficio derivado de la utilización de este formato viene dado por mantener toda la información captada por el sensor. Esto, no obstante, no quiere decir que las fotografías no se compriman, sino que la compresión es mucho menos agresiva, por lo que no se pierde información y la pérdida de calidad se reduce a la mínima expresión. Como consecuencia, evidentemente tenemos unos archivos de mayor tamaño, que no sólo muestran una calidad muy superior a los archivos en formato JPG y similares, sino que además dejan abiertas posibilidades mucho más amplias en el campo de la edición.
En cuanto a los teléfonos inteligentes, valernos del formato RAW o negativo digital supone evitar el procesado de imágenes del propio terminal, lo que en la gran mayoría de casos vuelve a traducirse en una menor pérdida de calidad y, sobre todo, permite al fotógrafo alcanzar los resultados que pretende, no los que el propio teléfono inteligente alcanza según los parámetros establecidos por el fabricante y las limitaciones de su software.
¿Qué móviles utilizan ofrecen soporte RAW?
De forma «oficial» son pocos los modelos de teléfono inteligente que permiten hacer fotografías y almacenarlas en formato RAW. Sin embargo, en los últimos meses hemos visto cómo Nokia lanzaba sus modelos Lumia 1520 o Lumia 1020 con soporte para este formato y cómo fabricantes como OnePlus han adaptado el software de modelos concretos para abrirse a este formato. En cuanto al OnePlus One, su última actualización de firmware, que aún mantiene Android 4.4 KitKat, ha introducido el soporte para este formato, lo que supone un importante avance y permite exprimir al máximo el sensor fabricado por Sony.
Y continuando con el sistema operativo móvil de Google, Android, la compañía de Mountain View introducirá con la llegada de Android L el soporte oficial para este formato. ¿Qué quiere decir esto? Que el sistema operativo móvil con mayor cuota de mercado a nivel mundial se hará compatible con el formato RAW, por lo que todos los teléfonos inteligentes y tabletas que incorporen este software podrán almacenar las capturas con este formato de compresión mínima. Ahora bien, habrá que ver cómo evoluciona la adopción de Android L desde su lanzamiento, que se espera para este mes de octubre.
¿Y qué ocurre con los dispositivos móviles de Apple? Aunque siempre ha tenido muy buena crítica el procesado de imágenes de los teléfonos inteligentes iPhone, poco tiene esto que ver con el interés de los usuarios por almacenar sus capturas directamente en formato RAW. Por eso, gracias a desarrolladores ajenos a la compañía de Cupertino, los usuarios de estos dispositivos pueden hacer fotografías en RAW, ahora bien, asumiendo el coste de la aplicación Digital Native (2,69 euros) que nos permite tomar fotografías en DNG, o bien de la aplicación 645 Pro MK III (3,59 euros) que almacena en formato TIFF.
Los resultados hablan por sí solos
Por último, os dejamos una galería de imágenes en la que podéis apreciar la diferencia de resultados entre tomas en formato JPG y tomas en formato RAW. Sin duda, las diferencias son evidentes, y en los teléfonos inteligentes «merece la pena». Concretamente, las fotografías han sido tomadas con un OnePlus One.