Parece que las ventas de Xbox One comienzan a ganar poco a poco velocidad de crucero. Sus cifras de ventas se duplican desde la decisión de Microsoft de prescindir de forma obligatoria de Kinect y ofrecer un modelo más económico que pueda competir vía precio con Playstation 4.
Desde Redmond habían afirmado que estaban contentos con las ventas de la consola ya que era una máquina recién lanzada y requería de un periodo de aceptación por parte de los usuarios. Pero esta era una verdad a medias, ya que hasta la fecha, las unidades vendidas por PS4, su principal competidora, mejoran notablemente las cifras de la consola de Microsoft. Esto sucede incluso en Estados Unidos, que ha sido el territorio donde tradicionalmente más aceptación han tenido las diferentes Xbox.
En vista de que factores objetivos como el precio eran una desventaja competitiva –recordemos que la Xbox One tenía un coste de 100 dólares/euros mayor que la PS4-, Microsoft ha decidido tomar cartas en el asunto y recientemente lanzó a la venta un modelo de Xbox One sin Kinect. El dispositivo que hacía las veces de cámara, sensor de movimiento, controlador y prácticamente asistente personal mediante comandos de voz, fue lanzado para Xbox 360 originariamente y con su versión para Xbox One parecía que iba a ser en el futuro uno de los pilares centrales de la división de entretenimiento Xbox.
Según las cifras que maneja la compañía de Redmond, desde que se lanzó el modelo sin Kinect el 9 de junio, se han duplicado las unidades vendidas en Estados Unidos, comparando estas cifras de ventas con las del mes de mayo. El nuevo modelo se vende por un precio de 399 dólares y parece que el público norteamericano ha respondido positivamente a esta bajada de 100 dólares. De todas formas, aunque Kinect parece que ya no resulta obligatorio, desde la empresa reiteran su confianza absoluta en el producto, el cual consideran un gran añadido para la Xbox One –pese a ser casi ignorado en la última feria E3 de Los Ángeles.
En España también mejora el ritmo de ventas
En nuestro país, algunas cadenas de videojuegos especializadas ya han informado que el modelo de Xbox One sin Kinect se vende a buen ritmo. Microsoft sabe que tiene que recuperar terreno con respecto a Playstation 4 y ha puesto a disposición de los desarrolladores un nuevo kit de desarrollo para que puedan utilizar la potencia libre que ya no está asignada a Kinect. De esa forma se espera que lleguen juegos que lleven al límite el potencial de la consola, al estar mejor optimizados y que ofrezcan un nivel de calidad más alto a los niveles actuales.