Os mostramos cómo funcionan las principales alternativas del mercado, cómo hace uso de nuestros datos cada navegador, qué datos utilizan y qué información proporcionan en sus políticas de privacidad resaltando los puntos fuertes y débiles de cada uno respecto a los demás.
Google Chrome
Dejando a un lado los problemas originados por terceros como las extensiones con adware, Chrome cuenta con una configuración de privacidad en la podemos activar o desactivar opciones como la predicción de URL, página de pre-renderizado, corrección ortográfica o las estadísticas de uso e informes sobre fallos, además, algunas características avanzadas también pueden ser de utilidad a la hora de proteger nuestra privacidad.
Dentro de la política de privacidad, explican detalladamente cómo utiliza la información los datos que reciben, que varía en función de las características que usamos. Por ejemplo, varía si utilizamos la búsqueda convencional o la búsqueda por voz. Dichas búsquedas son enviadas a los servidores de Google y se utilizan para el correcto funcionamiento del servicio.
Otro ejemplo puede ser el corrector ortográfico, para detectar posibles errores en la escritura se envía igualmente a Google y de la misma forma ocurre si activamos otras de las opciones citadas anteriormente. Desde Mountain View aseguran que en ningún momento esta información está dirigida ni se usa para identificar a la persona que está haciendo uso del navegador.
Como parte negativa, dichas políticas no indican cuanto tiempo almacenan esa información o como podría usarse para crear perfiles personales. Google afirma que la privacidad y la seguridad es una de sus prioridades también en su navegador, luchando contra posibles espionajes de los gobiernos y terceras empresas, destacando su programa de detección de errores que ofrece una recompensa económica a aquellos capaces de detectar una posible vía de escape de información.
Otra baza que juega a su favor es el hecho de que parte del código de Chrome sea abierto y esté disponible para su consulta y análisis. La sincronización de Chrome, servicio que permite mantener marcadores, contraseñas y demás en los diferentes dispositivos es uno de los puntos en los que se centran algunas de las dudas relacionadas con la privacidad de Chrome. La respuesta de la compañía es que toda la información viaja cifrada y no pone en riesgo los datos privados de los usuarios.
Como siempre pasa con Google, usuarios y expertos disparan las sospechas lógicas al tratarse de una empresa cuya parte de los beneficios económicos provienen de los datos de usuario, pero quizá Chrome, no es una de las fuentes de las que obtienen esos datos como sí lo son el resto de servicios, buscador, Youtube, Gmail, etc.
Mozilla Firefox
Pertenecer a una organización sin ánimo de lucro como es Mozilla y ser de código abierto le proporcionan ya de partida, un margen de confianza con el que otros no cuentan. Cualquier usuario con los conocimientos suficientes puede consultar de primera mano cómo actual Firefox y qué trato da a nuestros datos.
El apartado de configuración de la privacidad es fácil de encontrar pero no tanto de manejar para conseguir adecuar el navegador a nuestras pretensiones. La sincronización de Firefox permite igual que Chrome que nuestra contraseña, marcadores y otra información esté disponible en las diferentes versiones del navegador. La protección se realiza de una manera muy similar, cifrando los datos sensibles.
Nuevamente, la política de privacidad explica de una manera similar como los datos que recopila el navegador dependen de las funciones que utilicemos, eso sí, podemos decir que la información que Mozilla requiere es mucho menor que la que Chrome manda a Google. Al igual que este, en ningún momento la utilizan para identificar a la persona pero puede dar pie a la creación de perfiles de usuario. A diferencia de Chrome y muy a favor de Firefox es que especifican dentro de este glosario qué acciones toman ante la solicitud de información por parte de terceros.
Pero no todo son ventajas, el reciente anuncio de Mozilla que pretende introducir anuncios en el navegador, es un tema que no ha terminado de gustar a diferentes sectores de usuarios a pesar de que la organización ha tratado de defenderse de las críticas alegando que es conocido que Firefox y Mozilla en general hacen uso del historial más respetuoso con la privacidad de los usuarios del mercado. Además, hacen alusión a posibles complementos creados por los desarrolladores para mejorar estos aspectos si lo consideran oportuno, algo que puede interpretarse como bueno o malo según se mire, ya que depender de estos desarrolladores resta capacidad de actuación a los primeros responsables.
Por otra parte y para terminar, esta comunidad de usuarios es quizá una de las mayores fortalezas de Firefox, gracias a que el código es abierto, éstos son a su vez, responsables en parte de denunciar posibles comportamientos extraños del navegador, lo que en primera instancia, es realmente positivo.
Internet Explorer y Safari
Navegadores propietarios como Safari o Internet Explorer cuentan con las credenciales que les dan formar parte de empresas de gran calado internacional y con un prestigio que han de mantener, pero se encuentran con la barrera de ser de código cerrado, lo que dificulta el análisis desde el punto de vista del usuario.
Se trata de confiar más o menos en Microsoft o Apple, confiar en que lleven nuestros datos a buen seguro y no hagan uso de ellos para otros fines. La compañía de Cupertino incluye además de una política de privacidad de Safari un compromiso de privacidad, lo que supone un buen punto de partida. Los de Redmond por su parte hacen pública una declaración de privacidad con cada nueva versión de Internet Explorer. Ambos utilizan un programa de recompensas para descubrir posibles fallos, ya que cuentan en este sentido con la desventaja de no ser de código abierto.
Ópera
Es el quinto en discordia pero muchos usuarios confían en el navegador noruego como primera opción, y en verdad cuenta con características que lo hacen muy interesante. El código de código semiabierto, por lo que junta ventajas y desventajas a partes iguales. La política de privacidad es probablemente algo escueta pero resulta muy aclaratoria y según recogen en este documento, utilizan muy poca información del usuario.