Se acerca el final de los enchufes, al menos como los conocemos hasta ahora. Hoy en día, la estética es mucho más importante que en otros tiempos, donde reinaba la funcionalidad y lo práctico de la tecnología.
Teniendo en cuenta que los enchufes son algo muy visible en nuestros hogares, como una parte más de la decoración de la misma, su diseño es importante. Tanto es así que, de la mano del avance de los tiempos, están apareciendo nuevas opciones, y ahí es donde entran en juego los enchufes de superficie.
Estos enchufes permiten ser instalados sin hacer obras ni levantar polvo. Su instalación es rápida, limpia y segura en todo momento, a años luz del tradicional enchufe empotrado.
Y este avance es clave teniendo en cuenta que cada vez nuestros hogares son más sofisticados y están dotados de mayor tecnología. La domótica llegó para quedarse y hacer mucho más accesible la infraestructura eléctrica de nuestra casa. En este contexto, estos nuevos enchufes de superficie pretenden ofrecer las mismas funciones que un enchufe tradicional, pero ahorrándote la obra, y es justo ahí donde está el motivo por el que este flamante sistema se está haciendo muy popular.
¿Cómo funcionan los enchufes modulares?
Para instalar estos enchufes, la cosa cambia mucho con respecto a lo que ya teníamos con los tradicionales. Se colocan directamente sobre la pared, el techo o incluso sobre las vigas, sin tener que hacer canalizaciones por dentro de la pared ni enormes agujeros. Solo tendrás que fijarlos a la pared a través de tornillos o de adhesivos, como la cinta de doble cara. En cuestión de minutos los tendrás instalados sin haber llenado todo de polvo, y le darás a tu hogar un nuevo nivel de funcionalidad y estética.
Y además de la comodidad, aspecto importante, también destaca su potencial tecnológico. Estos enchufes modulares pueden personalizarse: el usuario puede elegir entre que tenga tomas estándar, puertos USB de tipo A o de tipo C, interruptores, reguladores de luz, y más. Todo esto se puede regular según las necesidades de cada persona. Gracias a su versatilidad, se pueden combinar y adaptar a cualquier escenario, y colocar tanto en el salón como en habitaciones o salas de otro tipo. Con esta tecnología podrás despedirte de las viejas regletas, aquellas que se sobrecalientan demasiado y tienes que esconder debajo del sofá o tras los muebles.
Por otro lado, la seguridad es otro de los puntos fuertes de estos enchufes. Los modelos avanzados incluyen protección para los niños, con interruptores integrados y sistemas contra las sobretensiones, reduciendo mucho el riesgo de accidentes domésticos. Además, los materiales son más resistentes tanto al calor como a la humedad, algo especialmente clave en cocinas o baños. Por tanto, tenemos una instalación más fiable y capaz de adaptarse a cualquier estancia, en viviendas tanto antiguas como nuevas.
El diseño termina de completar la experiencia de uso. Pueden optarse por acabados de metal cepillado, negro mate, efecto madera, e incluso pueden colocarse tapas que se integren con el color de la pared de tu casa.
Otra de las claves de su éxito está en su versatilidad. Estos enchufes pueden instalarse sobre prácticamente cualquier superficie, como paredes de ladrillo, pladur, metales e incluso madera. Es por esto, junto con todo lo que ya hemos comentado, que son ideales para instalarse en reformas o incluso para reorganizar el espacio sin tener que cambiar toda la instalación eléctrica.
Eso sí, aunque la instalación es sencilla, los expertos recomiendan que se cuente con un profesional que asegure una instalación correcta a tierra y que cumpla con todas las normas de seguridad.
