Llega a España la época del frío y los días más cortos y, con ella, toca ir desempolvando la calefacción y poniendo a funcionar las luces de casa durante muchas horas. El problema ahí está en que el consumo de luz se suele disparar, y es casi imposible de contener si no se toman medidas estrictas, que normalmente tiran por la borda cualquier indicio de comodidad que podamos tener en nuestro hogar.
Pero gracias a la domótica, que cada vez está más presente en nuestras casas, de la mano de dispositivos inteligentes que hacen las tareas por nosotros, sí es posible controlar el consumo, optimizar el uso de los electrodomésticos y reducir el gasto mensual sin perder comodidad.
Antes que nada, hay que entender que la mayoría del consumo eléctrico que hacemos tiene que ver con esos pequeños hábitos en los que no nos fijamos, como dejar las luces encendidas a pesar de que no se estén utilizando, mantener algunos aparatos en modo stand by o tener electrodomésticos funcionando en las horas donde la luz es más cara.
En mi caso, tras haber probado multitud de dispositivos en mi hogar, he conseguido un ahorro notable y una gestión mucho más eficiente con los que te mostraré a continuación.
Bombillas LED y enchufes inteligentes
El primer paso es el más obvio, y tiene que ver con cambiar todas las bombillas tradicionales por unas que sean LED inteligentes. La clave no está solo en que consumen mucho menos (hasta un 80 % menos), sino en que pueden programarse para encenderse o apagarse en unas horas determinadas o según lo creamos oportuno. De esta manera, no tendremos que estar pendientes de apagarlas y, si nos servimos de asistentes como Google Home o Alexa, podremos apagarlas incluso desde fuera de casa. También será ideal la app de Casa del iPhone.
También considero de vital importancia contar con enchufes inteligentes. La clave de estos dispositivos es que permiten controlar el encendido y apagado de cualquier aparato desde el móvil, además de que puedes ver el consumo en tiempo real. Particularmente, es ya una rutina apagar todo desde mi terminal justo antes de irme a dormir. Serán horas que no estarán consumiendo los aparatos que estén conectados. También resulta interesante la posibilidad de ver el consumo, como ya hemos mencionado, para saber de primera mano cuánto consume el microondas incluso aunque no se use, por ejemplo. Podrás decir adiós a los enchufes tradicionales.
Mención aparte merecen los enchufes manuales o digitales. Son otra alternativa igual de económica, aunque algo menos práctica y cómoda. Con ellos, podrás establecer a qué hora exacta quieres que se corte el suministro eléctrico. La considera la opción perfecta para aquellos dispositivos que solo usamos durante unas horas. Por ejemplo, la lavadora, la cafetera y la freidora de aire las tenemos con este sistema, ya que a partir de las 23:00 nadie va a usarlas.
Sensores de movimiento y regletas con interruptor
Los sensores de movimiento empezaron siendo un simple accesorio y ahora son los protagonistas de todo el sistema de luces de mi casa. Los tengo configurados de tal manera que solo se encienden por la noche y cuando alguien pasa cerca de ellos, para así no tener que dar las luces del pasillo o de la habitación entera.
Por su parte, algo tan simple como es una regleta con interruptor, que no se trata de un invento moderno, me ayuda a la hora de apagar todos los dispositivos que tengo en mi espacio de trabajo. Cuando termino de trabajar, pulso el botón y apago todo lo que está conectado: cargador del Mac, monitor, tocadiscos y altavoces, entre otras cosas.
Y como complemento a todo esto, recomiendo contar con un medidor de consumo eléctrico. Podrás ver en tiempo real cuánta energía está utilizando cada uno de los dispositivos conectados a la corriente.
