Garmin presentó el pasado 3 de septiembre la nueva serie Fénix 8 Pro, sus dispositivos más avanzados que nos van a acompañar durante los próximos meses y que prometen la tecnología más avanzada en nuestra muñeca. Pero, ¿cómo se comportan todas sus novedades con respecto a las versiones anteriores?
Garmin sumaba tres nuevos dispositivos a su serie Fénix el pasado mes de septiembre: el Fénix 8 Pro de 47 y 51 mm con pantalla AMOLED y el Fénix 8 Pro de 51 mm con tecnología MicroLED (y 2.000 € de PVP). Un paso hacia adelante por parte de la compañía que aterrizó con gran expectación entre los deportistas más exigentes, como es habitual siempre que un nuevo Fénix llega al mercado.
He sido usuario de Garmin desde el Fénix 3 y, aunque no he podido probar todos los modelos que han salido durante los últimos años, sí que he tenido la suerte de entrenar bastantes kilómetros tanto con el Fénix 8 como con el reciente Fénix 8 Pro, así como con algunos de sus rivales directos, como algún modelo de Coros y las versiones Ultra del Apple Watch. Y pese a todas las novedades que ha incluido Garmin en su nuevo lanzamiento, sigo convencido de que su función estrella es una de las más desconocidas.
La conectividad del Fénix 8 Pro sigue sin convencerme
Garmin incluyó varias novedades muy interesantes en su última actualización, con el claro objetivo de mejorar la conectividad que ofrecen sus dispositivos, una de sus grandes áreas de mejora. La llegada del LTE y la conexión satelital prometía un importante cambio de paradigma para el corredor de montaña.
He vivido en primera persona varias veces lo importante que puede resultar tener en tu muñeca un dispositivo desde el que puedas llamar a tu pareja o a algún amigo para que te recojan cuando estás en medio de un entrenamiento y te lesionas. Y, desde entonces, me cuesta recomendar en 2025 un reloj que no te ofrezca esta posibilidad si eres de los que salen a correr sin el móvil encima, como es mi caso.
Garmin por fin ha incluido esta opción en el Fénix 8 Pro. Sin embargo, lo ha hecho a través de una suscripción inReach que parte de los 9,99 € al mes y alcanza 59,99 €, en función de la modalidad por la que nos decantemos. Es decir, además de abonar los 1.199,99 € que tiene de precio base, le debemos sumar el coste mensual pertinente.
¿Merece la pena pagar la suscripción?
En mi opinión, es una de esas características que es mejor pagar y no utilizar que encontrarse ante la situación inversa en medio de un entrenamiento en la montaña o en una zona aislada y echarla de menos.
Sin embargo, he entrenado con gente durante estas últimas semanas que opinaba de forma contraria y que ha sido uno de los motivos por los que, tras probar el Fénix 8 Pro, han decidido volver al Fénix 8.
Durante todos los días que he entrenado con él, el Fénix 8 Pro ha rendido a la perfección y a nivel de métricas y experiencia de usuario, el resultado ha sido muy satisfactoria, como es habitual en la serie Fénix. Sin embargo, antes de comprarlo, es recomendable valorar si queremos pagar por esa suscripción o no. De lo contrario, quizás puede restar algo de atractivo al modelo y puede ser más rentable decantarnos por el Fénix 8.
Si formas parte de este segundo grupo, existe una característica que no todos los usuarios de Garmin usan y que, pese a que ya lleva muchos años entre nosotros, sigue siendo excelente: LiveTrack.
LiveTrack como alternativa al LTE
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la función LiveTrack y el LTE tienen un objetivo diferente: mientras que la conectividad LTE y satelital nos permiten pedir ayuda cuando tenemos un percance y necesitamos asistencia, el LiveTrack es una tecnología que crea una vista a tiempo real de nuestra ubicación durante una actividad.
De este modo, nuestros amigos, familiares o cualquier otra persona que escojamos puede ver en todo momento por dónde vamos y, así, asegurarse de que todo está bien cuando nuestro entrenamiento se alarga más de la cuenta y no llamamos para comunicarlo. Además, cuenta con la particularidad de que está disponible en la inmensa mayoría de los modelos de Garmin, no solo en el Fénix 8 Pro, por lo que también podemos utilizarla si tenemos un dispositivo de alguna gama inferior.
El único hándicap que tiene es que es necesario llevar nuestro smartphone con nosotros durante todo el entrenamiento para que pueda emitir la señal.
Entonces, ¿qué es mejor?
El Garmin Fénix 8 Pro ofrece un muy buen rendimiento en prácticamente cualquier situación: la fiabilidad de su GPS, su autonomía y la amplia cantidad de métricas que ofrece tras cada sesión son solo tres de los motivos por los que su compra es una apuesta segura. Si a eso le añadimos que ahora podemos tener LTE y conectividad satelital, es el Fénix más atractivo del momento si no te gusta salir con el móvil a entrenar.
Sin embargo, si sueles llevar el móvil contigo siempre, también puedes valorar ir a por una gama inferior y compartir tu ubicación con tus familiares con LiveTrack. Con ella, disfrutaremos de un extra de seguridad cuando vayamos a entrenar durante varias horas y, además, seguro que tus amigos o familiares lo agradecerán. En caso de necesidad, siempre tendrás tu smartphone a mano para pedir ayuda en cualquier momento.
Ahora, es cuestión de que identifiques cuáles son tus necesidades en el ámbito deportivo y, en base a ellas, optes por una u otra opción.
