En los próximos meses, en España, viviremos la expansión definitiva de las Zonas de Bajas Emisiones o ZBE que tan populares son, sobre todo en ciudades como Madrid, donde limitan el tráfico a unos pocos vehículos. Ahora, habrá que llevar dos pegatinas en el vehículo, una totalmente obligatoria y otra opcional, pero muy recomendable.
Según publica el medio Autopista, a finales de 2025 serán hasta 150 los municipios españoles que tendrán activas sus Zonas de Bajas Emisiones, en lo que será el despliegue más importante hasta la fecha de este sistema de control medioambiental.
¿Qué pegatinas se deben llevar en el coche?
Hasta el momento, solamente un 30 % de las ZBE previstas estaba en funcionamiento, pero el Gobierno ha decidido acelerar el proceso, y ha advertido a los ayuntamientos que podrían perder las ayudas al transporte público y los fondos europeos si no ponen en marcha en los próximos meses este sistema. Por tanto, para comienzos de 2026, todas las grandes ciudades españolas tendrán activas restricciones de acceso para los vehículos contaminantes.
La medida afectará principalmente a los coches sin etiqueta medioambiental de la DGT, sobre todo a los más antiguos y contaminantes. Pero los vehículos con etiquetas B y C tampoco se libran, ya que en muchas ciudades se están preparando normativas para limitar su circulación en determinados días y zonas. Por su parte, los que tengan etiqueta ECO o Cero Emisiones seguirán teniendo plena libertad de movimiento, por lo que las pegatinas seguirán siendo el sistema clave para poder circular sin problemas.
De hecho, aunque no todas las ciudades obligan aún a llevar visible esta etiqueta, la recomendación de la Dirección General de Tráfico es llevarla puesta en la esquina inferior derecha, pegada por dentro del vehículo y de manera que sea visible. Así, las cámaras instaladas en los accesos a estas zonas podrán identificar si el coche cumple o no con los requisitos medioambientales. Si no se lleva la pegatina puesta o está en mal estado y no se puede leer, podría derivar en multas automáticas una vez que el sistema de control esté activo.
A esta pegatina, que ya todos o casi todos conocen, se suma la de la ITV, que sí es totalmente obligatoria por el momento. Todo vehículo con más de cuatro años debe llevar visible este distintivo en el parabrisas, y circular sin él conlleva sanciones de al menos 80 euros, según recoge el Reglamento General de Vehículos. Además, la DGT ha intensificado los controles sobre los vehículos que no cumplen con la ITV en vigor, llegando a imponer multas de hasta 100 euros cuando detecta irregularidades en la etiqueta.
En la práctica, todo coche que circule por la Zona de Bajas Emisiones debería llevar ambas pegatinas, la de la DGT y la de la ITV. La primera, por tanto, acreditará que es apto para circular por esa zona, basándose en su categoría medioambiental, mientras que la segunda confirma que el vehículo ha pasado las inspecciones técnicas obligatorias y puede circular.
Pero no se queda ahí, porque el Gobierno ha abierto un plazo de 12 meses para revisar el sistema de etiquetas de la DGT, según recoge Autopista, lo que endurecería los criterios de concesión de los distintivos ECO y Cero Emisiones, afectando principalmente a los híbridos enchufables y a ciertos microhíbridos. Aunque los cambios todavía no tienen una fecha fijada para su implantación, 2026 será un año todavía más exigente con los vehículos de combustión. ¿Será la estocada definitiva?
