La UE no se ha caracterizado por su buena relación con el gigante de las búsquedas online, Google. En el último episodio, la UE obliga a Google a cambiar la forma en que muestra los resultados de sus búsquedas en toda Europa. De no hacerlo se expone a la apertura de un proceso que podría acabar en una sanción.
El diario El País publica la entrevista realizada a Joaquín Almunia, comisario de Competencia de la UE, quien avisa a Google sobre las prácticas de su buscador. El comisario advierte que Google desvía el tráfico hacia sus propios servicios, lo que se aleja de la idea de la libre competencia. La postura de la UE es totalmente contraría a la de EEUU, que dictaminó que Google es libre de buscar de la manera que considere más idónea. La Comisión Federal de Comercio de EEUU no parece por la labor de sancionar a los de Mountain View por sus prácticas en contra de la libre competencia.
Joaquín Almunia, por su parte, declaró que se encuentran actualmente investigando a Google, y que su convicción es que están desviando el tráfico hacia sus servicios. El trato preferente de estos servicios sirve para monetizar su negocio y aumentar sus ingresos. En mayo de 2012 ya se investigó a Google por prácticas empresariales de abuso de posición dominante. El gigante de Internet se ha topado con la UE en varias ocasiones.
El desvío actual del tráfico consiste en que Google muestra en primer lugar los resultados de sus propios servicios verticales en lugar del resto de resultados de sus competidores. La UE, que mantiene la investigación abierta, amenaza abiertamente con una sanción a Google. A finales de este mes sabremos más sobre la investigación.
Observamos un gran contraste entre las formas de actuar respecto a la libre competencia de EEUU y Europa. Mientras que en América se deja libertad total a Google para actuar como crea conveniente, en Europa se muestran muchos más estrictos, y desconfían de cualquier movimiento de los de Mountain View. Seguro que no será el último capítulo de la tensa relación UE-Google.