¿El frenazo a la fibra por parte de Movistar puede resucitar al VDSL?
Ya se atisbó la intención de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia hace meses, y finalmente ha sentado ‘el marco legal en contra de la fibra óptica’, según la postura de Telefónica. Ellos, que son los afectados más directos por la medida, señalan que el despliegue de fibra óptica va a decelerar como consecuencia directa, algo que sus competidores no ven de la misma manera. La ‘tecnología del futuro’ en la banda ancha, la fibra óptica, podría ceder hueco en favor del VDSL.
La proyección de la banda ancha en nuestro país apunta a que, en los próximos meses, veremos cómo los españoles conectan a 500 Mbps a través de la fibra óptica, con un reciente salto a los 300 Mbps por parte de Movistar en primer lugar, y seguido por Vodafone – Ono para una última incorporación de Orange – Jazztel. Ahora bien, sabemos que la fibra óptica se revolucionaría próximamente en favor de dos importantes avances en paralelo: velocidad y simetría. En cuanto a la velocidad, un primer salto a los 500 Mbps como paso intermedio hasta ofrecer 1 Gbps de forma ‘generalizada’. Hablando de simetría, Movistar y Vodafone – Ono siguiendo a Orange – Jazztel en su apuesta por equilibrar descarga y subida en cifras de velocidad máxima de transferencia.
Futuro incierto para la fibra óptica en España
Antes de cerrar el año, Telefónica celebra sus dos millones de clientes abonados a la fibra óptica, y el sector se vanagloria de haber posicionado a España como una referencia a nivel europeo. 13,4 millones de hogares están cubiertos por la red de Movistar, que hasta la fecha ha marcado el tempo en el desarrollo de la tecnología más conveniente para el futuro del acceso fijo a Internet. Y cuando se ha alcanzado un óptimo escenario, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha tomado la decisión de ir en contra de Telefónica con su nuevo marco legal para las telecomunicaciones, concretamente el campo que nos ocupa. Y no es una opinión subjetiva, sino el punto de vista expuesto por el operador de telecomunicaciones como respuesta a la medida.
La alternativa a la fibra óptica es el VDSL
Todos los operadores, progresivamente, están restando peso en sus catálogos a la oferta de accesos basados en el par de cobre, donde encajan modalidades como el ADSL de sólo 3 megas, pero también existe el VDSL de 30 megas. Es más, lo cierto es que el VDSL puede prestar un rendimiento mayor, hasta 100 megas en condiciones óptimas, en las cuales la central y el router doméstico apenas deberían distar unos metros. Es decir, una utopía para el ADSL más potente que, si acaso, quizá se cumpla para ‘un par’ de abonados.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que, aunque la fibra óptica presta hasta 300 megas, también ha modalidades equivalentes al VDSL a nivel máximo teórico, lo que tampoco significa que sea una alternativa real. Evidentemente, en el caso del VDSL tenemos que contemplar aspectos como la distancia a la central, o incluso la saturación de red, problemas que con la fibra óptica suenan a ‘algo del siglo pasado’. Pero sí, aún hay una enorme cantidad de abonados al ADSL.
¿Una sanción ‘contra Telefónica’, el sector, o los clientes…?
Desmenuzando apenas un poco el sector, ahondando en la fibra óptica, veremos que Yoigo depende de la fibra de Movistar, luego en este punto tenemos un tercero afectado por el nuevo marco legal. El crecimiento potencial de Movistar y Yoigo, en cobertura de fibra óptica, se verá mermado por el dedo castigador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Pero el resto de protagonistas, Vodafone y Orange, tendrían una situación favorable si sólo se fueran a producir los cambios orquestados por el organismo regulador de la competencia. ¿Por qué? Porque, manteniendo el ritmo de Movistar en el despliegue de fibra óptica, estas dos potentes telcos podrían revender su cobertura, luego ampliar catálogo para conseguir más clientes.
El problema es que Vodafone y Orange no van a beneficiarse, en tanto que la postura de Telefónica es tajante en este sentido. Van a frenar, porque no reciben como justo, en términos de competencia para el sector, que otros reciban gratis el fruto de su inversión en infraestructuras. Simplemente, las condiciones aplicadas sobre la fibra óptica no interesan para, en nuestro país, potenciar el desembolso en la tecnología del futuro. Ni siquiera mantener los valores actuales.