¿Nueva crisis de los chips? Nvidia vaticina cómo afectará la guerra de aranceles entre EEUU y China

La lucha arancelaria de Estados Unidos y China ha alcanzado unos niveles sin precedentes, dificultando la actividad comercial entre ambos países. Las nuevas tensiones económicas que hay ahora entre el Gobierno estadounidense y el chino están provocando pérdidas millonarias en muchas empresas y Nvidia es una de las más perjudicadas.
Aunque la subida de aranceles que Donald Trump quiere imponer al mundo entero se haya retrasado, la guerra comercial con China se mantiene. El actual presidente de EEUU ha impuesto recientemente unos aranceles del 145% a las importaciones provenientes del país asiático y, como respuesta, China ha elevado los suyos a productos estadounidenses al 125%.
Nvidia La intensificación de los rifirrafes entre ambas potencias ha tenido un impacto significativo en Nvidia debido a que afecta a la exportación de sus chips a China. Según ha calculado la compañía, las medidas arancelarias podrían traducirse en pérdidas de hasta 5.500 millones de dólares debido a la dificultad que supondrá vender su procesador de inteligencia artificial (IA) H20, especialmente diseñado para el mercado chino, con clientes como Tencent, Alibaba y ByteDance.
La situación ha supuesto una caída de las acciones de Nvidia. De hecho, la marca está considerando mover parte de su producción de chips desde Taiwán a Estados Unidos. Con este traslado, Nvidia se suma a la tendencia que está teniendo la industria tecnológica de reducir su dependencia con Asia para evitar la problemática arancelaria.
Las repercusiones de los aranceles en la crisis de los chips
Las tensiones geopolíticas entre China y EEUU está afectando a nivel general a los fabricantes de chips. No solo Nvidia ha salido perjudicada, sino que tenemos otras empresas, como AMD, cuyas acciones han caído en picado. La incertidumbre generada por las restricciones arancelarias de ambos países están trayendo de vuelta una nueva crisis de los procesadores. Esto no solo afecta a las marcas de chips, sino también a un sinfín de compañías que dependen de estos semiconductores.
No hay que olvidar que el sector tech ya estaba sumergido en una crisis de chips por la alta demanda en sectores como la inteligencia artificial y la computación en la nube. Ahora, las tensiones comerciales entre grandes potencias como lo son EEUU y China ha hecho que la situación sea todavía más preocupante. Las restricciones de Trump limitan el acceso de China a tecnologías avanzadas, pero también dejan a empresas estadounidenses sin uno de los clientes más importantes y dificultan la producción de dispositivos.
El caso concreto de Nvidia en la guerra arancelaria
Jensen Huang, consejero delegado de Nvidia, señaló en una entrevista con Financial Times que las restricciones no eran buenas para el mercado de los semiconductores. Ya con el Gobierno de Joe Biden indicaba que las empresas chinas comenzarían a fabricar sus propios chips: «Si no pueden comprar a Estados Unidos, simplemente lo fabricarán ellos mismos». Además, expresaba que China era una parte «muy importante para la industria tecnológica» y perderlos como clientes sería un fracaso.
Pese al descontento de Huang, a Nvidia no le ha quedado otra que adaptarse a la nueva situación. Con el objetivo de paliar las consecuencias de la guerra comercial chino-estadounidense, Nvidia ha anunciado planes para invertir en la fabricación de superordenadores de IA y chips en EEUU.
Nvidia especifica que la inversión de 5.500 millones de dólares está asociada íntegramente a productos H2O por inventario, compromisos de compra y reservas relacionadas. Además, la compañía también valora construir servidores de IA por un valor de hasta 500.000 millones de dólares en EEUU. Por lo tanto, la estrategia de la marca de chips responde al plan de la Administración de Trump de fortalecer la producción local de procesadores.