La Agencia Tributaria lleva tiempo mejorando sus sistemas de control con el objetivo de detectar cualquier movimiento susceptible de hacer sonar sus alarmas. Uno de los grandes focos de atención son las donaciones encubiertas y es clave que sepamos cómo enviar nuestro dinero para evitar recibir sanciones inesperadas.
No es la primera vez que te explicamos cómo un movimiento bancario aparentemente inofensivo puede ser motivo suficiente para que Hacienda nos pida más información. El pasado mes de julio, nuestro compañero Claudio se encontró con una inesperada sorpresa tras sacar una cierta cantidad de dinero de sus cuentas bancarias para hacer frente a diferentes pagos.
Ahora, ha vuelto a ocurrir. Sin embargo, en vez de ser por un movimiento en efectivo, es por haber programado una transferencia recurrente de un mismo importe mes tras mes. Un gesto que aparentemente es inofensivo y que responde a una necesidad básica del día a día, pero que me ha provocado una llamada de mi gestor advirtiéndome de los riesgos de este tipo de movimientos y de cómo se deben realizar.
El problema: las donaciones encubiertas
Comenzamos por el principio: ¿Qué hay de malo en realizar una transferencia periódica a tus padres, hijos o pareja? Pese a que no existe ninguna ley que lo prohíba, como es normal porque es nuestro dinero, el marco legal sí que es claro con las donaciones. Y es que este tipo de movimientos tienen su propia tributación que se debe regular con Hacienda.
Para evitar tributar por una donación, el fisco ha detectado que muchos contribuyentes realizan las transferencias en cantidades más pequeñas, pero recurrentes. De este modo, tratan de evitar que Hacienda pueda solicitar el pago correspondiente de los impuestos que se deben abonar.
Hacienda tiene el foco puesto en este tipo de movimientos para evitar la evasión fiscal. Esta es la razón por la que cada vez que detecta movimientos sospechosos, solicita más información a las propias entidades bancarias o, en último término, al titular de las operaciones.
En qué se fija Hacienda
Antes de realizar cualquier inspección, Hacienda se fija principalmente en dos aspectos:
- Por un lado, la reiteración. Es decir, la frecuencia de los envíos. Enviar 500 € a nuestros padres no es motivo de alarma. Sin embargo, sí que lo es cuando enviamos la misma cantidad cada mes.
- Por otro lado, la vinculación: Cuando Hacienda detecta que el emisor y el receptor de la transferencia tienen un parentesco (hermanos, padres o hijos, por ejemplo), es cuando se entiende que el movimiento puede ser una donación encubierta.
| Paso | Acción | Detalle Clave |
|---|---|---|
| 1 | Redactar Contrato de Préstamo | Incluir DNI de ambos, importe, plazo y la cláusula 'interés 0%'. |
| 2 | Registrar en Hacienda | Presentar el Modelo 600 en tu CCAA (operación exenta de pago). |
| 3 | Definir Concepto Bancario | Usar siempre 'Préstamo s/contrato [fecha]' o 'Devolución cuota préstamo'. Nunca 'Ayuda' o 'Regalo'. |
| 4 | Guardar Justificantes | Archivar el contrato firmado y los resguardos de las transferencias. |
Cómo deberías hacerlo
Lo más habitual cuando se producen este tipo de movimientos recurrentes, es que se trate de una ayuda económica a algún familiar que está pasando por un mal momento o que se trate de un préstamo entre familiares sin necesidad de tener que acudir a fuentes de financiación externas. En todos los casos, es importante seguir los siguientes consejos:
- En la transferencia debe quedar reflejado el concepto: Puede ser una ayuda familiar, un préstamo o una dieta de manutención. Deberemos escribir la palabra u oración que explique el movimiento.
- Si es un préstamo, todas las condiciones deben quedar por escrito y, además, firmadas por ambas partes.
- La persona que envíe el dinero debe poder acreditar el origen de los mismos: ya sea a través de su nómina o, por ejemplo, mediante cualquier justificante de sus inversiones.
En caso de duda, te recomendamos que te pongas en contacto con tu entidad bancaria para que tu gestor te pueda ayudar. De este modo, en caso de que Hacienda te pida cuentas, podrás aportar toda la información que el fisco requiera sin necesidad de exponerte a una sanción.
