La descabellada idea de la industria del cine: Ofrecer películas de estreno por 30 dólares cada una
Que la industria cultural tiene que adaptar su modelo de negocio a los nuevos tiempos que corren gracias a Internet es algo que parece evidentes a estas alturas. Que le está costando Dios y ayuda, más aún. Un claro ejemplo es la propuesta de varios estudios cinematográficos: ofrecer películas de estreno por el desorbitado precio de 30 dólares cada una.
La página Baquia.com se hace eco de la última alternativa de algunos de los grandes estudios de Hollywood. Warner Bros, Sony, Universal y Twentieth Century Fox han alcanzado un acuerdo con el servicio Home Premier que permite a los usuarios disfrutar de contenidos bajo demanda por televisión adelantándose al estreno de las películas de estos estudios en los servicios de TV por cable de Estados Unidos como Comcast o DirectTV.
La idea tiene su lógica para intentar aumentar sus fuentes de ingresos y la gran ventaja de permitir disfrutar de estos títulos cumplidos los primeros dos meses en las salas de cine. Sin embargo, la alternativa que ofrecen está llamada al fracaso dado el excesivo precio que pretenden cobrar por cada película a los usuarios. Nada menos que 30 dólares (21,20 euros) sería el coste por título, un precio a todas luces excesivo, mucho mayor que en las propias salas de cine.
Las críticas ya han llovido sobre esta propuesta. Si los usuarios han respondido con muestras de rechazo hacia el servicio, en las salas de cine ha comenzado la indignación por ver cómo quedaría reventada la exclusividad de la que gozan. Los estudios señalan que las películas generan sus ingresos en taquilla en los primeros 60 días y pasado este plazo la gente prefiere esperar a ver las películas en su casa. De cualquier modo, los representantes de los cines han calificado el proyecto como una «iniciativa desencaminada».
Los plazos entre el estreno en las salas, el estreno en DVD y la posterior emisión en televisión siguen siendo excesivamente rígidos por parte de la industria cinematográfica. A pesar de los nuevos tiempos que corren con el explosivo desarrollo de Internet, desde la industria se mantienen estos plazos sin plantearse la conveniencia de mejorarlos. Por ejemplo, uno de los servicios más afectados es Netflix, que ofrece películas por streaming por una cuota mensual a sus usuarios pero que tiene que esperar 28 días desde la salida del DVD para ofrecer estos contenidos.
Así pues, una propuesta que mueve a un gran número de usuarios a buscar otras alternativas en las que la industria no consigue ningún beneficio. Si se adaptasen a tiempo y con unos precios razonables a buen seguro no se hablaría tanto de «piratería» o «descargas ilegales». No obstante, la industria parece tener en sus ojos una venda pegada con Super Glue.