Por qué sigo comprando películas en Blu-ray a pesar de que el streaming está en pleno auge

Streaming vs formato físico. La batalla más épica de la era digital ya se encuentra entre nosotros y, por lo visto, ahora mismo van ganando las herramientas de vídeo bajo demanda que no paran de crecer y crecer. Sin embargo, los más puristas de la imagen aún esgrimimos argumentos para dar cabida a los Blu-ray que tantos años de soporte nos han ofrecido y, que en el momento de escribir este artículo, existen varios motivos para hacerles un hueco en nuestras vidas.
El formato físico no ha muerto todavía, o al menos eso es lo que tengo entendido. A día de hoy los discos Blu-ray se siguen comercializando y posiblemente así sea durante una buena ristra de años. A pesar de que Sony ha anunciado el cese de producción de esta tecnología de alta resolución de imagen, lo cierto es que podemos hablar de que en el mercado actual siguen circulando este tipo de discos ópticos.
Pero también hay otro impedimento que no se lo está poniendo fácil a la industria física. Y es que, desde la aparición del streaming, han salido a la luz numerosos debates sobre los que firman el fin de una era del Blu-ray, haciendo referencia al éxito empujado por mastodontes de la talla de Netflix, Max, Amazon Prime Video o Disney+, que consiguen aglomerar millones de suscriptores. Sin duda, en esto, estamos de acuerdo.
Sin embargo, aunque haya algunos aspectos que siguen marcando la diferencia entre los que defienden y los que no el formato físico, lo que está claro es que es totalmente compatible comprar Blu-ray y suscribirse a varias OTTs. Esa idea, por mucho que algunos no comprendan, no va a cambiar.
Por qué comprar películas Blu-ray
En pleno 2025 seguramente te estés preguntando qué necesidad hay de adquirir un Blu-ray si tienes prácticamente todo al alcance de tu mano y con tan solo un par de clics. Lo cierto es que ese «prácticamente todo» hace referencia a un término relativo, y hay veces que solemos echar de menos esa película o esa serie que no encontramos por ningún lado. Además, debes saber que el contenido que tienes delante de tus ojos no te pertenece, sino que lo que estás obteniendo es un alquiler de acceso a una biblioteca audiovisual el tiempo que consideres. Cuando dejas de pagar, ya no podrás disfrutar de ese catálogo.
Asimismo, a mi lado tengo una PS5 y una Xbox Series X con unidad de disco, que no dudan en hacer las delicias de reproducir todas mis adquisiciones, y que actualmente son las versiones más vendidas. Ni qué decir de ciertas ediciones especiales y remasterizaciones que no logran estrenarse en streaming y que solamente se encuentran en tiendas online o cadenas de comercio presenciales.
Por otra parte, la calidad de imagen también deja algo que desear en las aplicaciones online, ya que los Blu-ray emiten mejor la señal de vídeo, aun estando en una resolución 1080p. Esto es posible gracias a que la velocidad de lectura es mucho mayor en los Blu-ray, y eso es un aspecto que hay que mejorar, sobre todo para los que somos más refinados. Ni qué hablar del sonido, que en la mayoría de las ocasiones nos podemos encontrar con un audio comprimido, a pesar de que las empresas de vídeo de bajo demanda se esmeren en introducir como información adicional a la ficha técnica del producto que sea compatible con DTS o Dolby Atmos, pero lo cierto es que los discos físicos traen consigo una mayor optimización en ese aspecto.
¿Es dinero malgastado comprar un Blu-ray?
No tiene nada de malo destinar tu dinero a la compra de un Blu-ray. Es más, cada uno hace lo que quiere con sus ingresos y no por ello es justificable juzgarle. Aquí, el tema del coleccionismo juega un papel muy importante y si tienes en físico la primera parte de tu largometraje favorito, ¿por qué no comprarte sus respectivas continuaciones para completar la saga?
Tal y como hemos comentado anteriormente, el caso de los discos no se trata de un préstamo sino de un apoderamiento. Una vez que has comprado el Blu-ray es tuyo para siempre y puedes revenderlo más adelante o quedártelo, eso ya depende de ti y las decisiones que tomes.
Por mucho que se diga, el formato físico no va a desaparecer, de ahí que en el mercado de segunda mano se continúe comercializando verdaderas joyas. De hecho, a pesar de que ya ha pasado un largo tiempo desde su desaparición, se siguen encontrando algunos clásicos en VHS o DVD, así que está más que sentenciado que los Blu-ray prosigan el mismo camino.