Estados Unidos ataca Irán: así podría afectar la guerra a la tecnología mundial

Durante esta madrugada, el gobierno de Estados Unidos ha dado luz verde a un ataque militar en Irán atacando tres centrales nucleares e escalando a tensión en el conflicto en Oriente Medio. Esto significa que Irán podría tomar represalias, atacando bases estadounidenses o bien cerrando el estrecho de Ormuz, que es una zona donde transcurre el 20-25% del petróleo mundial, alrededor de unos 17 millones de barriles diarios pasan por esta zona, y esto evidentemente interrumpiría el suministro de países del Golfo Pérsico, como el caso de Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Kuwait o Catar.
Esta situación provocaría una crisis energética global, en primer lugar disparando los precios del petróleo en cuestión de horas y esto se trasladaría a la inflación mundial encareciendo el transporte, los alimentos, la energía, los productos básicos y teniendo una afectación muy importante en algunas empresas tecnológicas que todos conocemos.
Evidentemente, nadie puede salir bien parado de una escalada bélica en esta zona, porque el cierre hipotético de este estrecho violaría el derecho internacional marítimo, especialmente la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en la cual algunos otros países podrían tomar cartas en el asunto e intervenir militarmente. Según el Artículo 38 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), que regula el ‘derecho de paso en tránsito’ por estrechos utilizados para la navegación internacional, un bloqueo del estrecho de Ormuz podría considerarse una violación de dicho convenio.

Y hablando del ámbito tecnológico, hay empresas que podrían verse muy afectadas. En primer lugar, empresas del sector minorista y de consumo, como por ejemplo Amazon, que le aumentarían los costes logísticos y esto con toda seguridad se trasladaría al consumidor, y también las empresas navieras y de transporte terrestre, como Maersk o FedEx, que también tendrían que incurrir en más costes y esto lo trasladarían a las empresas y por ende, éstas se lo trasladarían al consumidor. Así que es una situación tensa a nivel mundial que podría tener implicaciones prácticamente en todos los países, afectando a sectores muy diversos y sobre todo afectando al bolsillo de los consumidores y a empresas tecnológicas que todos conocemos.
¿Qué empresas serán las más afectadas?
Las empresas tecnológicas con un alto consumo energético, como por ejemplo Amazon, Alphabet, Microsoft o Meta, que tienen infraestructuras muy dependientes de la energía, especialmente por sus centros de datos, y si se dispara el petróleo, sus costes suben muchísimo. A pesar de que invierten en energía verde, siguen siendo muy sensibles al aumento global de la energía. Por supuesto, las empresas de hardware y chips, que son sensibles al transporte y al suministro. En este caso afectaría a Apple, Intel, Nvidia, AMD o Taiwan Semiconductores, entre otras.

Además, si sube el precio del petróleo, sube la inflación y se enfrían las ventas de productos de consumo. Hay algunas otras compañías tecnológicas con presencia en movilidad, como por ejemplo Tesla, que, a pesar de vender coches eléctricos, sus baterías también requieren minerales transportados globalmente, y si las empresas de transporte son afectadas por la guerra, evidentemente incurrirá en más costes. Y luego otras empresas, como por ejemplo Uber o Lyft, si les aumenta el combustible, reducen los márgenes, y los conductores ganan menos y el uso de la aplicación también se encarece.
También otras compañías tecnológicas cotizadas de crecimiento, como por ejemplo Snowflake, Palantir, Cloudfare, Twilio, Upstart, etc que son empresas que no generan beneficios y dependen de un entorno de baja inflación y tipos bajos para que puedan seguir creciendo en los mercados.
En definitiva, una escalada en la guerra de Irán puede tener consecuencias muy importantes, no solo a nivel global, sino en empresas tecnológicas con una afectación muy directa.
¿Es buena idea adelantar tus compras?
Ante la incertidumbre económica que podría derivarse de un conflicto, algunos expertos sugieren que los consumidores podrían evaluar la conveniencia de adelantar compras planificadas de bienes duraderos para evitar posibles subidas de precios. Sin embargo, es crucial que cada individuo analice su situación financiera personal antes de tomar decisiones de gasto.
Bien es cierto que las ofertas suelen llegar de cara al BlackFriday de noviembre, pero es posible que el conflicto siga abierto para entonces y los precios estén incluso por encima de los actuales. Tampoco hay que perder de vista los famosos aranceles que pausó Donald Trump por noventa días. Si la política americana sigue planteando añadir tasas al resto de países la economía mundial se resentirá de forma importante y caerá a plomo el PIB de algunos países.