El ser humano ya pisó la Luna en varias ocasiones en el siglo pasado. Sin embargo, la carrera espacial al único satélite natural de la Tierra está retomándose tras más de 50 años de parón. Ante el inminente regreso de la humanidad al espacio por parte de diversos países, algunos consideran necesario clavar una bandera de la ONU en la superficie lunar.
Recientemente, se ha celebrado la Cumbre de Investigación e Innovación Aeroespacial (AIR Summit), organizada por la Universidad Politécnica de Hong Kong y la OASA. En ella, Adriano V. Autino, director ejecutivo y fundador de la asociación Space Renaissance International (SRI), ha hablado de la importancia de colocar una bandera de las Naciones Unidas. Esta iría junto a las respectivas banderas nacionales como un signo de una presencia humana unida.
Autino considera que este gesto emblemático es necesario si queremos garantizar que la Luna no sea un espacio de una sola nación. La propuesta del CEO de SRI va directamente dirigida a las coaliciones Artemis y la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS). Con ella, insta que la primera nación que aterrice en la Luna en el Siglo XXI coloque la bandera de la ONU antes de poner la suya propia. Así, demostrarán su compromiso con la cooperación internacional y el patrimonio común de la humanidad en el espacio ultraterrestre.
SRI quiere un espacio ultraterrestre pacífico
La organización sin ánimo de lucro SRI tiene como objetivo «sacar a la humanidad del planeta» y no solo a los astronautas. Pero quieren hacerlo sin complicaciones de fronteras espaciales. Por ese motivo, trabajan por «el establecimiento de una sociedad interplanetaria», con aspiraciones a largo plazo de crear una civilización interestelar.
La bandera de la ONU simbolizará un pacto de exploración y colonización del espacio compartida. Así, pretenden promover el uso pacífico y cooperativo del espacio ultraterrestre (en este caso de la Luna). Con la carta de Autino, tienen el propósito de que los asentamientos en el satélite natural y el uso del mismo garanticen la sostenibilidad del desarrollo humano y la paz.
«En SRI, creemos que la exploración y la colonización del espacio no son solo iniciativas nacionales, sino un viaje humano compartido -señala Adriano V. Autino-. Plantar la bandera de la ONU en la Luna sería un poderoso testimonio de nuestra unidad y cooperación mientras nos aventuramos en el cosmos».
En la carrera espacial actual, ya hay claros ejemplos de cómo el espacio es un lugar de paz y colaboración entre distintos países. Uno de ellos es el encuentro orbital Apolo-Soyuz, o la estación espacial MIR y la actual Estación Espacial Internacional (EEI). No obstante, el izamiento de la bandera de la ONU consolidaría esta idea de pacificación en la Luna, representando la colaboración internacional en la expansión humana en el espacio.
Robert S. Katz, director ejecutivo y director ejecutivo de World Innovation Network, valora positivamente esta decisión. Él es miembro coordinador de la iniciativa del 18º Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) que busca «la cooperación, la comunicación y la colaboración globales unidas que sustentan cada uno de los 17 ODS actuales».
Las Naciones Unidas cuenta con 193 Estados miembro actuales. Por lo tanto, clavar la bandera en la superficie lunar sería un signo de unión entre la mayoría de territorios que forman parte de la institución. De este modo, sería más fácil defender un desarrollo civil pacífico en la Luna y la exploración del espacio exterior en beneficio de toda la humanidad, sin disputas de fronteras ni nada parecido.
Si bien Space Renaissance International ha compartido su idea con Artemis y la Estación Internacional de Investigación Lunar, ninguna ha comunicado su opinión al respecto.