La prueba de la probeta: así puedes saber si tu gasolinera te está timando o no

Por ley, todas las estaciones de servicio deben poner a disposición de cualquier consumidor el servicio de la probeta. Es una forma de asegurarte de que no te dan gato por liebre y el surtidor está trucado de alguna forma para que te sirva menos cantidad de la que se indica en pantalla.
Vamos a ver en qué consiste esta prueba y cómo puedes realizarla para comprobar que tu gasolinera de confianza no te está timando dándote menos de la cantidad de gasolina por la que pagas. Al fin y al cabo, es uno de los motivos de desconfianza que tienen algunos conductores para creer que ahorrar en las gasolineras low-cost: que estas sirven menos cantidad (el mito de la peor calidad debería estar superado).
La prueba de la probeta en gasolinera
Son muchos los consumidores que desconfían de lo que no pueden medir. Al fin y al cabo, en el proceso de repostaje indicamos la cantidad de litros que queremos repostar, bien sea directamente en el surtidor o diciéndoselo al personal y metemos la manguera y no tenemos mayor interacción hasta que el repostaje ha finalizado.
Igualmente, nuestro vehículo nos indica el nivel de combustible en el depósito, pero no nos dice con exactitud cuántos litros ha ganado en el repostaje, sino que todo pueden ser cálculos «a la cuenta de la vieja».
La solución para saber si una gasolinera cuenta o no con surtidores que dan la cantidad solicitada de litros de combustible es la conocida como prueba de la probeta. Se trata de un imperativo legal para las estaciones de servicio, así que todas deberían poder hacerla si así lo requieres, ya que todo consumidor tiene el derecho a comprobar la cantidad de combustible repostado en su vehículo.
En esencia, esta prueba consiste en medir que la cantidad servida corresponde a la indicada y para ello se solicita al personal de la gasolinera que nos rellene una unidad de medida estandarizada. Utilizar la probeta o matraz es la única forma de saber si los surtidores están bien o mal calibrados.
Como se aprecia en el vídeo que comparte Easygas, los empleados de las gasolineras deben ayudarte a dirimir si es correcto o no la cantidad que se sirve. En esencia, se echa una cantidad determinada (generalmente 5 o 10 litros) en una probeta o matraz de laboratorio y, una vez que se reposa la espuma, se comprueba que corresponde a la marca de esa medida. La otra gran duda para los desconfiados sería si la probeta también ha sido manipulada. Sin embargo, la respuesta es muy clara: no. Este material, al igual que el surtidor, está calibrado y precintado, pero de ninguna manera se puede modificar. No es posible que te engañen con este servicio.
Los surtidores pasan un proceso de homologación
Aunque el cliente tenga derecho a solicitar esta comprobación y la gasolinera a facilitarlo (de lo contrario los clientes pueden tomar medidas legales contra la empresa), la desconfianza no debería ser algo generalizado en las gasolineras, aunque algunas gracias a este método se ha determinado un incumplimiento y estafa y se han llegado a cerrar estaciones de servicio.
Los surtidores pasan un proceso de homologación cuando llegan a las estaciones de servicio. Los surtidores que llegan a las gasolineras no sólo están homologados, también precintados y calibrados. De esta forma, a no ser que alguien los manipule, el estado natural es que todo esté en orden.