Cómo saber si una microSD es original o es falsa

Cómo saber si una microSD es original o es falsa

Rocío GR

Las tarjetas SD son imprescindibles para mucha gente, que quiere tener guardada una gran cantidad de archivos, fotos, vídeos o documentos en una de estas tarjetas de almacenamiento para que no sature la memoria interna de sus dispositivos o bien por temas de trabajo. Son conocidas por todos, aunque puede que alguna vez hayas caído en la trampa de encontrar una tarjeta más barata o con una gran oferta y luego haya resultado un fiasco. Por eso, hay algunos métodos que te permiten detectar si es una microSD original o bien es una tarjeta falsa.

Es posible encontrar tarjetas SD en Internet a precios muy bajos, muchas de ellas de marcas reconocidas, con una gran capacidad de almacenamiento y con velocidad de transferencia atractivas para el precio al que se venden. Un conjunto de ingredientes que nos permiten considerar entre una amplia gama de opciones antes de llevar a cabo nuestra compra. Y que, incluso, en muchos casos nos generan ciertos interrogantes, a consecuencia de las grandes diferencias que existen entre las distintas gamas que podemos encontrar en el mercado.

Si nos encontramos frente a una tarjeta que presenta una relación demasiado desequilibrada entre un precio demasiado bajo y unas características por encima de la media, es posible que estemos ante una tarjeta falsa, una copia de la original, alterada para prometer más almacenamiento del real de la tarjeta y que nos va a traer graves problemas de funcionamiento, como veremos a continuación.

Tarjetas falsas

Hay formas de detectar estas tarjetas falsas para que no nos timen, para evitar usarlas en nuestros dispositivos y poner así a salvo aquellos archivos que queramos conservar y que corren riesgo si usamos una de estas tarjetas SD manipuladas para engañarnos a nosotros y a nuestros ordenadores, mostrando una capacidad de almacenamiento falsa. Vamos a intentar detectar esas tarjetas falsas y a enseñarte por qué no debes usarlas.

¿Qué son?

Se trata de imitaciones de una microSD original o una tarjeta SD, con logos y similitudes con las marcas más potentes del mercado, que en realidad no ofrecen ni el almacenamiento ni las prestaciones que ofertan. Se venden mucho más baratas que las oficiales que, en apariencia, son iguales. Los fabricantes de estas tarjetas manipulan el controlador que llevan instalado estas tarjetas y así consiguen que nuestro móvil u ordenador las reconozca como tarjetas con un almacenamiento muy superior al real.

Esto va a provocar que, cuando intentemos sobrepasar la capacidad real del almacenamiento porque creamos que aún hay mucha memoria vacía, los archivos se sobrescriban y los perdamos, queden inaccesibles o corruptos, además de provocar fallos en el funcionamiento del dispositivo que podrían ser fatales a largo plazo. Por eso hay que intentar detectar estas copias y evitar utilizarlas.

Debemos tener en cuenta que las MicroSD falsas pueden tener diferentes riesgos en materia de seguridad. Por un lado, es posible que perdamos todos los documentos y archivos que se encuentren en su interior en el momento más inesperado, puesto que no son tan fiables como las tarjetas originales.

Además, también pueden utilizarse por los grupos de ciberdelincuentes para distribuir malware sin que nosotros seamos conscientes de ello, infectando tanto nuestro equipo como todos con los que interactuemos. Un conjunto de amenazas que, dadas las consecuencias que pueden llegar a tener, es mejor evitarlas con independencia de lo atractivo que pueda resultar el precio al que se venden.

En qué debemos fijarnos

Es fácil caer en las ofertas, sobre todo en algunos casos en los que el precio original suele ser bastante más elevado que el rebajado, pero lo primero que tenemos que pensar es que puede haber una trampa detrás de ese chollo, seguramente una tarjeta falsa. Este primer indicador, el precio. Solemos apostar siempre por lo más barato, pero el precio puede ser una buena pista para saber si estamos ante una microSD original o una falsa, sobre todo si encontramos una diferencia muy grande de precios. En ese caso, hay que dudar y someter a la tarjeta barata a una serie de pruebas.

La primera, si tenemos en la mano las dos tarjetas, la cara y la barata, es fijarse en detalles. Hay detalles que pueden parecer poco importantes, como su acabado. También puedes fijarte si el nombre de la compañía y todos los datos están bien escritos, si el logo está mal dibujado o levanta sospechas de poca autenticidad…

Es como cuando nos encontramos ante la copia de una prenda de ropa falsificada, que hay detalles que nos indican que por muy bien hecha que esté la copia, no es igual que la original. Si compramos en una tienda online, este método será complicado, ya que la fotografía podría estar trucada también para hacerla pasar por una tarjeta real. Una vez que la tengas, podrás comprobar si es o no una microSD original y devolverla si lo permite la política de compra.

Si realizamos la compra en una tienda online, deberemos hacerlo en aquellas que sean fiables y evitar las ofertas extremas o los vendedores desconocidos, sin dejarnos llevar únicamente por el precio bajo de ese artículo que hemos visto mucho más caro en otra tienda de la que sí tenemos referencias. Si, a pesar de todas las indicaciones, hemos comprado una tarjeta de la que no estamos seguros y queremos comprobar si es original o si nos han timado con su capacidad, hay formas de detectar que una tarjeta es falsa y que en realidad ha sido manipulada para engañarnos.

Cómo saber si una microSD es original

Si ya hemos adquirido la tarjeta, pero tenemos dudas, hay alguna prueba que podemos realizar para saber si es original o falsa, para evitar poner en riesgo nuestros archivos y nuestros equipos. La primera es muy sencilla y tiene que ver con el código EAN que tienen todos los productos en una parte de su embalaje. El código de barras, como es más conocido. Si introduces el código de barras de cualquier producto en un buscador como Google, la búsqueda te devolverá el producto en cuestión, ya sea una botella de agua o, como en este caso, una tarjeta SD. En el caso de que este código de barras se corresponda con el del producto oficial, será un buen primer paso. Por el contrario, si no lo hace o si no encuentras ese código, desconfía.

El embalaje también será una pista, ya que en las originales este será complicado de abrir y suele ser de blíster termosellado, es decir, que hay que romper la caja para acceder al producto. Otra prueba que podemos realizar es introducirla en un ordenador y cargar en ella muchos archivos de gran tamaño a los que no tengamos mucho aprecio, ya que los podremos perder. Estas tarjetas, como ya hemos visto, ofertan y engañan al usuario y al ordenador mostrando una capacidad que en realidad no tienen.

Cuando carguemos la tarjeta con estos archivos que, si fueran originales, deberían almacenar sin problemas, lo que van a hacer es sobrescribir unos archivos sobre otros, lo que hará que muchos de ellos sean imposibles de consultar, queden inaccesibles o corrompidos. Si esto sucede y además notamos que la velocidad de transferencia es pobre, estaremos ante una tarjeta falsa y será mejor que no la utilicemos.

Detectar cambios en las principales marcas

Las principales marcas de tarjetas de memoria están bastante preocupadas por la gran cantidad de falsificaciones que tienen. Evidentemente, al ser las mejores, las más vendidas y las más utilizadas son las primeras en tratar de ser pirateadas. Pero en varias de esas marcas punteras hay detalles que pueden decantarnos si estamos ante una original o, en cambio, nos han engañado vendiéndonos una falsificación. Veamos varios ejemplos que nos pueden servir perfectamente.

Si hay una marca que tiene mucha calidad en todo tipo de tarjetas, esa es Kingston. Por esto mismo es uno de los más copiados y pirateados que hay ahora mismo, por lo que no es difícil caer en la trampa de tener una tarjeta que pensamos original y resulta que no lo es. Algunas copias son tan sumamente buenas que diferenciarlas a simple vista es casi imposible, aunque tenemos aún pequeño truco que podemos aprovechar. La principal característica que tiene las mejoras de Kingston es un holograma impreso en el sticker de la tarjeta de memoria, que se puede observar cuando inclinamos la tarjeta. Estaremos ante una cara o una letra K, y si no aparece es que tenemos una microSD falsa. Este holograma es difícil de falsificar y como no se ve a simple vista, pues las falsificaciones suelen poner algo parecido, pero que no se ve nada cuando tumbamos la tarjeta.

Las tarjetas Samsung tiene el lateral en blanco y las falsificaciones suelen tenerlo en negro. Este puede ser un siento inequívoco de que estamos antes una falsificación si nos llegara el caso. También podemos ver el grabado donde pone microSD XC. Esto es algo que Samsung lo hace con una gran calidad y no va a tener ningún tipo de degradado, sin embargo, a las falsificaciones les cuesta llegar al nivel de letras de Samsung y suele verse peor, con poca resolución o con bastante menos color.

Apps especializadas

También podemos echar mano de una app para descubrir si la tarjeta SD que hemos adquirido es original o falsa. En este caso, por desgracia, también deberemos haber comprado primero la tarjeta e introducirla en nuestro smartphone, aunque es un paso que podemos hacer si tenemos dudas para evitar un daño mayor si seguimos usando de forma continuada la tarjeta.

Con la aplicación SD Insight vamos a conocer todos los detalles de la tarjeta que hemos introducido en nuestro terminal. Modelo, fabricante, fecha de fabricación, número de serie y la capacidad real del almacenamiento. Si este no coincide con el almacenamiento por el que has pagado, estarás ante una tarjeta falsa y lo mejor será que no la sigas utilizando. Además, es posible que no dispongas del nombre del fabricante si ha sido manipulada.

La aplicación es compatible con la mayoría de tarjetas y es compatible con la mayoría de teléfonos móviles del mercado. Pero no detectará todos los fabricantes, como explican desde la descripción de la app. En ese caso, aparecerá como “desconocido” cuando SD Insight lea la tarjeta microSD.

Otra aplicación A1 SD Bench que nos puede ayudar a distinguir entre una tarjeta SD original y una copia manipulada es A1 SD Bench. Si en el caso anterior nos fijamos en la capacidad de almacenamiento y en el fabricante, aquí el indicador a tener en cuenta será la velocidad de transferencia. Si es inferior a la que debería ser o a lo que nos han ofertado, podemos estar ante una imitación y, por lo tanto, un mal rendimiento. Actualmente, no se encuentra disponible en la Play Store, pero podemos encontrar su APK para la descarga en diferentes repositorios. Es importante recordar que debemos descargarla únicamente de aquellos sitios web en los que tengamos la certeza de que son de confianza, evitando posibles malwares y amenazas similares.

Repair SD Card es otra de las aplicaciones que podemos encontrar en la tienda de aplicaciones de Google y que puede ayudarnos a determinar la originalidad, o no, de nuestra tarjeta. En este caso, la app nos ayuda a conocer la razón por la que nuestra tarjeta no funciona de manera correcta y cuál es la vía más sencilla de solución. Puede ser una buena opción para conocer cuáles son los motivos por los que nuestra tarjeta microSD no está respondiendo a sus especificaciones y, en base a ellos, determinar la posible originalidad.

Fake SDCard Checker es una aplicación que podemos encontrar en Google Play y cuya función principal es conocer si la capacidad de la tarjeta microSD es la que viene determinada inicialmente por el fabricante. A través de una prueba de escritura, nos proporciona la información necesaria para conocer si es, o no, falsa. Escribe datos en la tarjeta hasta que llena por completo su espacio y nos devuelve los valores que ha detectado. Si no coinciden con los esperados, probablemente nos encontremos ante una tarjeta falsa.

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