Es uno de los mayores temores por parte de los operadores y en algunos países se empieza a observar esta tendencia. Hablamos del colapso en la red móvil por culpa del aumento en el tráfico de datos, que ya se aprecia en Reino Unido, donde el regulador ha advertido de esta situación.
El riesgo de saturación en las redes podría suponer un problema para los operadores más cercano de lo que muchos esperaban. Hace unos meses nos hicimos eco de las últimas previsiones de Cisco sobre cómo se disparará el tráfico de datos a través de la red móvil en los próximos años. En concreto la compañía aseguraba que se verá multiplicado por 18 en los próximos cinco años, lo que augura un crecimiento espectacular que supone un reto muy difícil de asumir por parte de los operadores de telecomunicaciones.
Los contenidos online se verán aumentados de forma considerable, pero también hay que tener en cuenta el auge de los dispositivos móviles que acceden a Internet, cada vez más habituales y con visos de crecer de forma exponencial (especial mención en este punto a las tabletas y smartphones). En lo que respecta a los contenidos, hay que destacar cómo crecerá el consumo de vídeo, que en 2016 supondrá el 71% del volumen total de datos móviles mientras que la velocidad de las redes «solo» se verá multiplicada por 9, un dato que demuestra la dificultad por asumir este tráfico.
Sin embargo, la situación parece haberse acelerado en algunos puntos, donde se empiezan a apreciar los primeros síntomas del anunciado colapso. Es el caso de Reino Unido, donde su regulador, Ofcom, ha señalado que el ingente número de usuarios que están apostando por la banda ancha móvil está empezando a saturar las redes de los operadores. Ofcom habla de un riesgo de colapso debido precisamente al volumen de datos, que se ha duplicado en solo dos años, destacando el aumento en el número de descargas de música, vídeo, videojuegos, otras aplicaciones y acceso a redes sociales.
Puntos Wifi como solución para desahogar las redes
«A menos que hagamos algo, vamos a tener un problema», advierte Ed Richards, consejero del regulador británico, quien ha avanzado la liberación de más espectro para hacer frente a la creciente demanda. Y es que por la inversión millonaria pasa el futuro de la sostenibilidad de la banda ancha móvil. No solo a través de nuevas redes inalámbricas, sino que los puntos WiFi desplegados por las compañías se antojan como una solución cada vez más necesaria para desahogar unas redes que se verán reforzadas con la tecnología LTE de cuarta generación.