A diferencia de lo que sucede en otros ámbitos con el paso de los años, el sector de la telefonía móvil vivirá nuevos descuentos en 2012. A la guerra de precios que se ha desatado con especial intensidad en 2011 se le unen aspectos legales que harán al consumidor pagar menos por hablar y navegar desde su móvil.
Los precios de la telefonía móvil en España siempre han estado en entredicho. Tradicionalmente en las comparativas a nivel europeo los usuarios españoles han salido perdiendo, aunque la tendencia a la baja de los últimos años ha conseguido reducir esta diferencia. Durante el próximo 2012 esta progresión continuará y gran parte de la culpa la tendrá la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). El regulador introducirá modificaciones legales que a buen seguro acabarán afectando a los precios finales.
Como ya vimos meses atrás, la CMT aprobó la portabilidad «exprés» que permitirá cambiar de operador en un día. El nuevo proceso de portabilidad obligará a las compañías a modificar sus estrategias de retención para que los usuarios no cambien de operador. Y qué mejor forma de hacerlo que evitar que los usuarios se sientan tentados por la competencia que disfrutar de los mejores precios y no tener motivos para el cambio.
Hasta ahora, las portabilidades son instrumento (al margen de su objetivo real: el cambio de operador) para conseguir nuevos terminales y descuentos en la tarifa. No en vano un alto porcentaje de los procesos de portabilidad de cancelan gracias a que el operador donante mejora las condiciones al usuario para que firme un nuevo contrato. En 2012 seremos testigos de nuevas estrategias en este sentido, especialmente cuando se ponga en marcha el nuevo proceso previsto para julio.
Pero éste no será el único cambio legal que precipitará nuevas rebajas en los precios de las llamadas. La CMT mostró hace poco su plan para rebajar los precios de terminación a nivel mayorista en las llamadas a números de otras compañías. Esto permitirá un mayor margen a las compañías a la hora de ajustar precios y es de esperar que los operadores busquen ofrecer mejores precios que la competencia y acaben por rebajar los precios finales. A pesar de que esta iniciativa no ha gustado a las compañías, el usuario final será el gran beneficiado.
Por otro lado, tenemos la influencia cada vez mayor de los operadores de bajo coste, los llamados Operadores Móviles Virtuales (OMV). Este segmento de pequeñas compañías como Pepephone o Simyo ha disparado la guerra de precios en el sector ofreciendo tarifas mucho más económicas que los operadores tradicionales. Como ya hemos visto este año, los grandes se han visto obligados a rebajar sus precios dada la alta portabilidad de usuarios hacia los distintos OMV y esta tendencia se repetirá en los próximos meses.