«Están castigando al cine español hasta que no quede nada de él«. Con estas duras palabras ha arremetido Pedro Almodóvar contra la política del Gobierno respecto al cine español. El cineasta considera que con su estrategia se está procediendo a un exterminio de este sector de la cultura.
Las últimas declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, siguen generando críticas entre las personalidades relacionadas con el mundo del cine. En ellas no dudó en achacar los malos resultados de las películas de nuestro país a la calidad de las mismas y no a un problema de subvenciones o a la subida del IVA en las entradas de las salas.
De forma inmediata colectivos como el de los actores o productores contestaron a Montoro con varios argumentos que hacían tambalear su posición. El último en declarar de forma pública lo desacertado de estas palabras ha sido Pedro Almodóvar. El oscarizado director ataca con vehemencia en su último artículo la estrategia que está siguiendo el Gobierno electo a finales de 2011 con el sector.
En primer lugar asegura que «el Gobierno debería sentirse frustrado al comprobar que lo que recaudará por taquilla después del brutal aumento del IVA, es sensiblemente menos que antes de adoptar esta medida«. En su opinión, esto motiva que las familias en el actual entorno de fuerte crisis económica dejen de acudir a las salas porque «el cine no es un artículo de primera necesidad». «Se han cumplido todas las previsiones que se hicieron cuando se anunció la subida (que la gente dejaría de ir al cine, que muchas salas cerrarían) excepto las del Gobierno de aumentar sus recaudaciones de impuestos: ésas no se han cumplido», remarca.
El manchego asegura que «todo esto obedece a un riguroso plan de exterminio» y recuerda episodios como las protestas en la gala de los Goya en 2003 en la que el cine español se manifestó en contra de la guerra de Irak. «Desde nuestro «No a la guerra«, el cine español se ha convertido en la bestia negra de los gobiernos del PP. Los recortes y el desprecio actual son el resultado de aquel “No”, del que nunca me arrepentiré aunque no quede un solo cine abierto«, afirma con rotundidad. Almodóvar defiende el derecho de los trabajadores de la cultura a «manifestarse sobre temas políticos» puesto que es «un acto cívico y un síntoma de salud democrática».
Por último, Almodóvar señala que «el problema no es que los espectadores no vayan a ver cine patrio, sino que han dejado de ir al cine» y recuerda que en el último fin de semana cuatro de las 10 películas más taquilleras son españolas. En definitiva, una postura que argumenta con claridad cómo el problema por el que atraviesa el sector se debe a motivos externos político-económicos más que a males propios. ¿Estáis de acuerdo con la opinión de Almodóvar?