La firma de Cupertino ha vuelto a ser la primera en dar el salto. Ya ocurrió exactamente lo mismo con Touch ID en el iPhone 5s, y progresivamente el sensor de huellas dactilares ha avanzado hasta convertirse en el estándar de la industria como sistema de seguridad para los teléfonos inteligentes, así como para las tabletas. Ahora, Apple ha dado un giro de tuerca y estrenado Face ID proponiendo el reconocimiento facial como opción de seguridad biométrica. Y sí, va a llegar a Android, y bastante pronto porque ya está listo.
Ahora que se ha estrenado el iPhone X, y que cuenta con Face ID, ya podemos olvidarnos por completo de futuros teléfonos inteligentes de Apple con Touch ID. Pero también podemos ir olvidándonos del sensor de huellas dactilares en los smartphones en general. Aunque la adopción del reconocimiento facial con tecnología tridimensional en Android avanzará de modo más lento, evidentemente, porque en el entorno del sistema operativo de Google también hay móviles de gama media y baja. Y la clave la tiene Jabil Optics, el partner de Qualcomm que ya ha diseñado su propia tecnología para la detección de rostros en 3D.
Así es el Face ID para Android que Qualcomm ya tiene listo y veremos en próximos móviles
Con un láser infrarrojo, y una cámara monocromática de 4 megapíxeles, Jabil Optics tiene toda la tecnología que necesita. Este módulo está instalado en una placa de 5 milímetros de grosor, y su cámara alcanza a 20 fps para la lectura de la superficie facial a entre 30 centímetros y 5 metros de distancia como máximo. El trabajo de este módulo de reconocimiento facial, para el desbloqueo del teléfono inteligente, se basa en el diseño de un modelo tridimensional de nuestro rostro. Para su creación se aprovecha el procesador Qualcomm –Snapdragon 660 y 835- con un algoritmo específico.
Y además del reconocimiento facial, este módulo permite el empleo para selfies. No sólo es capaz de escanear con precisión la superficie facial, sino también habituaciones completas y objetos complejos. De tal modo que utilizando su API, la app de cámara del móvil puede procesar imágenes para simular el efecto bokeh de una doble cámara, con datos sobre la profundidad de campo que un módulo de cámara convencional no podría captar de forma independiente.