Es una realidad que el uso de las tarjetas de crédito no siempre es constante por parte del usuario, es decir, no siempre utilizamos una misma tarjeta, sino que en el devenir del día a día podemos utilizar muchísimo una de ellas y luego ver cómo pasan meses sin que la necesitemos. Este tipo de situaciones provoca que en muchos casos llevemos encima y tengamos activas muchas tarjetas de crédito que podemos decir que están “abiertas al pago” cuando realmente no sería necesario. De ahí que el móvil cada vez cobre más protagonismo.
Rápido, sencillo y… seguro
BBVA ha dado un paso adelante en este asunto, ya que con su aplicación para móviles Android e iOS en cuestión de segundos puedes cancelar y bloquear tu tarjeta y, mucho más novedoso: puedes “apagarlas” y “encenderlas”, de manera que sólo funcionarán cuando tú quieras y para la operativa que necesites. Sólo hay que entrar en BBVA Móvil, elegir la tarjeta en cuestión, seleccionar “limitar operativa” y posteriormente elegir para qué opciones queremos apagar o encender la tarjeta. Y esto, todas las veces que quieras.
Definir nuestro nivel de seguridad
Como hemos comentado antes, es posible realizar más funciones en las tarjetas de BBVA y no por ello menos importantes: podemos activar y desactivar los pagos por Internet, así como en el extranjero, e incluso los pagos en efectivo (y retiradas en cajeros). Sin duda, prestaciones que mejoran y mucho las cotas de seguridad de nuestro dinero de plástico ¿Hemos dicho plástico?, BBVA también dispone de una aplicación de pago móvil: BBVA Wallet, con la que puedes pagar con tu móvil eligiendo con qué tarjeta quieres pagar en cada momento según lo que te interese (tarjeta virtual, crédito, débito…).
La realidad es que con la aplicación de BBVA se puede, de una manera sencilla, tener las tarjetas siempre controladas sin que para ello haya que ir de manera física a ninguna sucursal, ni realizar complejas gestiones o firmas que ralentizaban el hecho en sí: todo se realiza desde el smartphone, algo que siempre llevamos encima, de manera sencilla y sin complejidades. Queda claro que la tecnología aplicada en los servicios de uso cotidiano mejora la experiencia.