El futbol no es ajeno a los avances tecnológicos y cada vez son más los productos y servicios que tratan de aplicar nuevas herramientas para cambiar un deporte que goza con enorme popularidad en todo el mundo. A pesar de la modernidad de los tiempos, la FIFA quiere preservar un toque de romanticismo y es muy cauta con cualquier novedad que pueda suponer una transgresión con lo tradicional.
Un balón inteligente
Gracias al uso de las nuevas tecnologías y las aplicaciones informáticas, Adidas desarrolló hace algún tiempo su concepto de balón inteligente con la aplicación Smart Ball. Este software puede, entre otras cosas, recoger los datos analizados por un esférico que incluye diversos sensores de movimiento, presión y posición, para transmitir datos a una app con la cual se puede realizar un seguimiento más personalizado del golpeo del balón o de los entrenamientos.
Esta herramienta aporta una nueva dimensión tanto al futbolista como al entrenador para estudiar aspectos a mejorar en el terreno de juego, aunque no obstante no ha conseguido que en competición oficial se diera pábulo a la aplicación de esta tecnología en todo su potencial, y los cambios llegan con cuentagotas.
Nuevas formas de “ver” el fútbol
Seguro que estos últimos días muchos de vosotros recordaréis un spot de Vodafone que se está emitiendo por televisión en el que un padre y un hijo que asisten a un partido de fútbol pueden seguir el encuentro a través de la tablet, seleccionando en cada momento la vista subjetiva de un jugador a través de una cámara instalada en la camiseta. Esta condición podría llegar en los próximos tiempos ya que las primeras pruebas reales de esta tecnología se han producido.
El pasado mes de octubre, el Córdoba C.F. disputó un partido amistoso contra el Lucena donde ya se captaban imágenes a través de esa perspectiva. El concepto es el mismo que ya se aplica en los deportes de Motor que permiten ir cambiando de cámara para seguir la acción del partido de forma personalizada.
El “replay” arbitral sigue sin llegar
La FIFA no ha aceptado de momento la inclusión de la tecnología como forma de arbitrar un encuentro. En este sentido se ha limitado a introducir pequeñas novedades que no hacen sino poner de manifiesto lo imparable que resulta la adaptación de los deportes a los tiempos modernos. En el pasado mundial de Brasil, los goles fantasma podían ser comprobados gracias a un novedoso sistema de cámaras ubicadas estratégicamente, que aunque ayudan a seguir con más precisión cualquier lance del juego, seguirán por el momento sin permitir rectificar al árbitro cuando se haya tomado una decisión en cualquier punto del tapete verde, en contra de lo que sucede en otros deportes como el baloncesto.
La FIFA abre la mano con las botas
Tal vez uno de los puntos en donde se pueden encontrar mayores concesiones tecnológicas en el mundo del fútbol sean las botas de los propios futbolistas. Las marcas han desarrollado calzado inteligente que incluyen chips con los que se puede seguir cualquier movimiento del futbolista en el terreno de juego. Esta es una herramienta más para los entrenadores y preparadores físicos, que pueden conocer de forma más completa el desarrollo del juego en el partido. Además, el uso de nuevos materiales más ligeros y tolerantes con el medio ambiente tampoco han sido vistos con malos ojos.
¿Creéis que la tecnología es capaz de transformar el fútbol profundamente en la próxima década?