Dos gigantes de la tecnología, ambos americanos, y con unos orígenes muy similares. Google y Apple, ambas compañías, nacieron en garajes, en «humildes hogares», y el futuro de ambas pasa por instalarse en nuestras casas. El «hogar inteligente» está, en parte, proyectado ya por Google y Apple. En este terreno, la compañía más interesada es Google.
Mientras que Apple mantiene un modelo de negocio basado principalmente en el hardware – software, Google se centra en mayor medida en la publicidad. Esta última, la compañía de Mountain View, ha estado durante los últimos años abriéndose cada vez más al software, pero siempre teniendo en mente lo mismo: la publicidad. Conociendo esta diferencia básica entre los dos gigantes de la tecnología, las previsiones de cara al «hogar inteligente» que poco a poco van perfilando son algo evidentes.
La domótica de Google y la publicidad
Teniendo en cuenta la esencia de Google basada en la privacidad, no cabe otra forma de imaginar su participación en el campo de la domótica sino de la mano de este modelo. Hasta ahora ya han pisado el terreno de la domótica y continuamente recibimos novedades de Google en este sentido, como la adquisición de Nest y algunas otras compañías dedicadas a aspectos similares.
Ahora bien, la verdadera llegada de Google a la domótica se producirá cuando lleguen más allá de Android TV o el Google Chromecast, con la integración de diferentes formas de software «doméstico» bajo una misma plataforma, todo ello orientado a «dotar de inteligencia» nuestros hogares con cámaras de videovigilancia, timbres inteligentes, asistentes de voz… Así, considerando inseparable el binomio Google-publicidad, la compañía de Mountain View podría encontrar escasa dificultad en rentabilizar la domótica sin vender la renovación de hardware que, sin embargo, a Apple sí le será necesario. Es decir, gracias a su modelo basado en publicidad, Google podrá permitirse vender «un hardware por casa» y lucrarse gracias a la publicidad, sin necesidad de «obligarnos» a renovar el hardware instalado por primera vez.
Apple y la obsolescencia… ¿el único modelo rentable?
Por contra, la compañía de Cupertino recibe sus ingresos, en la mayor parte, de la comercialización de su conjunto hardware – software. En el caso de la telefonía, como todos los fabricantes, ya se han encargado de amoldarse a un modelo de obsolescencia, ya sea por la pérdida de potencia de forma «forzada», o bien por la seducción del cliente a través del lanzamiento de productos «más completos», en cuanto a funciones y características. En cualquier caso, Apple es dependiente de la venta de hardware-software, por lo que en el campo de la domótica lo tienen algo más complicado.
Un ejemplo algo simple es el siguiente: Sólo tenemos que pararnos a pensar cuántas veces hemos cambiado de teléfono inteligente por cada televisor renovado. Aunque habrá casos excepcionales, lo normal es que la «tecnología doméstica» permanezca con nosotros durante más tiempo que los dispositivos móviles, ya sean teléfonos inteligentes, tabletas o wearables. Por tanto, en el campo de la domótica, según las estrategias actuales de ambas compañías, Google se plantea como una compañía con ciertas ventajas sobre su máximo competidor, Apple. Por otra parte, habrá que conocer también cuál es el planteamiento que Samsung da al «hogar inteligente».