Hoy repasamos algunas sencillas consideraciones a tener en cuenta si queremos que nuestra tarifa de datos no alcance su límite de consumo antes de lo previsto. A través de algunos consejos, ayudaremos a reducir el gasto de megas si estas vacaciones no vamos a estar tanto tiempo conectados a una red Wi-Fi.
Cuando salimos de casa y no estamos conectados a una red inalámbrica, el consumo de datos de navegación móvil comienza a dispararse y dependiendo de la tarifa que tengamos contratada, puede que el final del servicio, o los sustos en la factura lleguen más tarde o más temprano. Esta particularidad adquiere más relevancia en la época veraniega, cuando solemos viajar fuera o pasamos muchas horas en la playa o en zonas sin cobertura Wi-Fi. Obviando que algunos operadores puedan ofrecer una mayor o menor cantidad de megas para navegar, tras consumirlos, o bien nos permiten prolongar el servicio con velocidad reducida, o tal vez cobren el tráfico de datos extra con una tarificación especial. En ambos casos podemos tratar de retrasar la llegada de ese momento con algunos consejos que nos ayudarán a alargar la vida del volumen de megas y poder así navegar durante más tiempo.
Control del consumo
Tal vez lo primero que sería recomendable hacer, sea instalar alguna aplicación que permita conocer el total de megas consumidos hasta el momento, algo que nos ayudará a controlar el gasto que hacemos. Muchos operadores han venido desarrollando aplicaciones propias que proporcionan información sobre facturación y consumo de voz y datos. Además, si es posible, podemos hacer uso de los servicios de alertas en el caso de sobrepasar un determinado volumen de datos.
Descarga de aplicaciones a través de Wi-Fi
En cuanto a la descarga o actualización de las aplicaciones o juegos a nuestro dispositivo, es recomendable hacerlas cuando estemos conectados a una red inalámbrica, siempre que no sea imprescindible, ya que si lo hacemos cuando tengamos acceso mediante red 3G o 4G dependiendo del peso de la aplicación, puede suponer un gran bocado en la tarifa de datos móviles. Una buena idea es dejar descargadas previamente las aplicaciones que tenemos pensado utilizar.
Considerar el contenido al que queremos acceder
Obviamente no consumiremos la misma cantidad de megas si vamos a leer el correo electrónico que si reproducimos un video a través de YouTube, por lo que hay que ser conscientes del tipo de contenido al que queramos acceder y siempre que sea posible, navegar de forma eficiente. Del mismo modo, podemos cuidar las sincronizaciones al correo y las notificaciones que queremos recibir de las distintas aplicaciones, ya que a mayor frecuencia de consulta, mayor gasto de datos haremos. Es algo a tener en cuenta sobre todo para las redes sociales a la hora de evitar notificaciones irrelevantes.
Navegando por internet
Cuando estemos utilizando el explorador web del móvil, siempre que sea posible ahorraremos mucho consumo de datos si visitamos páginas web que tengan una versión para móviles, las cuales muestran la información de forma más concreta, sin imágenes o datos extras. En este sentido podemos hacer uso de las aplicaciones que muchos de estos sitios tienen disponibles y que supondrán del mismo modo, un alivio para el consumo.
Son solo algunas sencillas pautas que pueden contribuir a alargar el preciado don que suponen en fechas veraniegas el volumen de megas mensuales para navegar por internet. Nuestro móvil y nuestro bolsillo lo van a agradecer.
¿Y vosotros, conocéis otras recomendaciones?