La tecnología, y más concretamente, toda la relacionada con los ordenadores, necesita un almacenamiento de datos suficiente para todos los procesos que se van llevando a cabo. A medida que los ordenadores se han ido haciendo más potentes, los archivos han ido ganando peso, y aunque a día de hoy eso no es un problema con incluso SSD de gran capacidad, se necesitan crear soportes capaces de almacenar una mayor cantidad de datos.
Sin embargo, y aunque parezca contrario, estos tendrán que, a la vez, ser de menor tamaño. Esto es algo vital para la llamada computación cuántica, una rama de la informática que promete ser una revolución en el futuro. Los materiales utilizados en la fabricación también están cambiando, y aunque a día de hoy el silicio es el material clave para estos, puede que muy pronto lo sustituya el diamante.
Mil millones de Blu-Ray en 5 centímetros de diámetro
De hecho, la utilización del diamante no es nueva en este campo. Esto se debe a que este material es el más duro que existe y a que es un buen conductor, pero lo realmente importante está en uno de sus defectos. Este, conocido como centro nitrógeno-vacante, hace que el diamante pueda almacenar datos en grandes cantidades, ya que una mayor presencia de nitrógeno en el material podría hacer que las capacidades de almacenamiento menguaran.
Debido a esto, ya han sido varios los intentos de crear obleas de diamante para almacenar datos, especialmente qubits (la unidad básica de información en la computación cuántica). Hasta la fecha, todos los intentos de fabricar obleas de este tipo han desembocado en discos demasiado grandes llenos de impurezas de nitrógeno, u otros muy puros pero excesivamente pequeños. Gracias a los avances hechos por la Universidad de Saga en colaboración con Adamant Namiki Precision Jewelery Co. de Japón, se ha conseguido crear una oblea de 5 centímetros de ancho hecha de diamante puro.
Según sus creadores, esta oblea de diamante sería capaz de almacenar el equivalente a mil millones de discos Blu-Ray en su interior. Si tenemos en cuenta que uno de estos discos es capaz de almacenar 25 GB de datos (si es de una sola capa), esto implicaría que en 5 centímetros de diámetro se podrían almacenar 25 Exabytes, o lo que es lo mismo, más de 26 millones de Terabytes.
El diamante, clave para la computación cuántica
Como hemos dicho un poco más arriba, este salto tecnológico es y será muy importante de cara al desarrollo de la computación cuántica. Este tipo de computación va de forma paralela a la computación tradicional, pero su desarrollo podría ser clave para muchísimos ámbitos. Debemos de tener en cuenta que esta tecnología es capaz de operar con algoritmos y con procesos que son mucho más eficientes que los tradicionales, aunque es cierto que requieren unas condiciones de almacenamiento y para funcionar mucho más estrictas.
Gracias a esta mejora en la eficiencia, la computación cuántica podría por ejemplo suponer un gran avance a la hora de poder secuenciar o investigar cadenas de ADN, o incluso en materia de ciberseguridad, creando nuevos sistemas de encriptación más complejos.